La taba

Entre los juegos preferidos por el gaucho, se encontraban: las carreras “cuadreras”, las bochas, el truco y “la taba”.  En el patio de un rancho criollo era frecuente ver una, y como hoy en día nadie deja de patear una pelota si le pasa cerca, antes nadie dejaba de hacer un tirito de taba al encontrarla en su camino.

El juego de la taba ya se practicaba en la antigua Grecia, pero simplemente como juego de azar -por estos pagos se trataba más de habilidad que de suerte-, ya que se jugaba con cuatro pequeñas tabas de carnero o de cordero, que se utilizaban como nuestros actuales dados.  Refiere Alberto Buela, que el célebre escultor Policleto, en el siglo V a. de C., realizó una de sus obras más renombradas, en honor a la astrogolizonta, es decir, la jugadora de tabas.

También servían las tabas como objeto adivinatorio y así fue que la astragalomancia se tuvo muy en cuenta en la antigüedad.

En el oráculo de Hércules, en Acaya, se tiraban los cuatro astrágalos o tabitas y cada una de las cuatro caras tenía un valor numérico.  Las 35 jugadas posibles representaban, cada una, a un dios de la mitología o a una cosa o situación a las cuales los videntes atribuían distintas significaciones.

Los romanos también jugaron a la taba, a la cual llamaban “alea” (suerte), pero con la cristianización del mundo pagano, el juego fue perdiendo popularidad, sobre todo por su relación con la práctica adivinatoria.  En Europa se conservó, en algunas aldeas pastoriles de las montañas, como un juego de azar.  Por estos lares, al decir de Althaparro, “no ha llegado a establecerse en forma definitiva, si el juego de taba es de azar o de habilidad.  Yo entiendo que entran esos dos factores (prosigue), dependiendo de muchas circunstancias, cual de ellos tiene primacía”.

“Como juego americano (dice Buela), la taba está desprovista del aspecto adivinatorio”.  Su radio de acción abarca a toda la República Argentina, partes de Chile y Bolivia, la campaña paraguaya, el sur de Brasil y toda la República Oriental del Uruguay.

La taba criolla es el hueso del tarso que en anatomía se llama “astrágalo”, y corresponde a un hueso de las extremidades posteriores de toros o bueyes, llamado genéricamente “garrón”.  Posee cuatro caras: la mayor se llama “carne” o “suerte”; la menor se llama “culo”; y las dos laterales “hoyo” y “tripa”.

Como jugar

Se juega sobre un terreno liso que separa dos canchas bien marcadas, una a seis metros de la otra, y aproximadamente dos metros de ancho.  El espacio entre las dos canchas es un rectángulo llamado “adentro”.  La cancha es de tierra apisonada regada o humedecida con la suficiente antelación como para que permita la “clavada”.

Según Buela, “la clavada” es el tiro máximo de la tabeada, que consiste en hacer que la taba caiga en la cancha contraria y quede firmemente adherida al suelo merced al “hacha” o filo con la “suerte” hacia arriba.

Las reglas

1) El jugador que lanza la taba debe hacerlo desde los límites de su cancha, sin pisar la línea.

2) Si la taba cae “adentro” el tiro queda anulado.

3) Las apuestas (si las hubiere), deben concluir antes del lanzamiento y dejarse en lugar neutral.

4) El jugador que “pisa la taba” y es echado en el primer tiro, tiene opción a seguir jugando.

5) Si la taba cae “suerte” gana el que lanzó y sigue jugando.  Si cae “culo” pierde y debe dejar paso a otro jugador.

Seguramente habrá quien después de leer éstas líneas, decida buscar en su vitrina aquella vieja taba que estaba de adorno y rumbiando pa’l patio, se hará unos tiritos, en nombre de nuestra tradición gaucha.

Denominación de la taba en los distintos países

Argentina: taba
Bolivia: taba
Chile: taba, cachnin (mapudungún)
Perú: taba
Uruguay: taba
Venezuela, La güesa o huesa.

Australia: jacks-knucles
Emiratos Arabes Unidos: al saqla
España: taba, carnicol, verdugo, ossets, els ossets (Cataluña), todos, (Cataluña) todols (Cataluña), una variante callosets (los huesos del cordero y una pelota de goma), los huesos (Alfarrás, Lleida.), otra variante, tabas salvadas (Pamplona)
Francia: osselet
Holanda; bikkelen
Indonesia: kulit k`rang
Japón: otedama (con saquitos de arroz)
Kenia: jackstones (con nueces)
Malasia: main seremban (con conchas)
Marruecos: seba tizra (con piedrecitas)
República Sudafricana: diketo
Ruanda: matha kisana
Trinidad y Tobago: trier

Una tarde de tabiada
(Prosa verseada)

Me parece que lo veo,
me parece…
desenvainado el facón
hace Don Lalo una raya
en la tierra pisoteada
junto a la cancha de bochas,
unos diez o doce pasos
(si mal no recuerdo doce)
y otra raya bien marcada!
limpia el facón en la bota
hecha el poncho a un la’o
envaina.

Y ansina queda marcada;
Sin mas ley ni reglamentos,
la cancha, pa’ una tabiada.
taba en mano entra a pasearse
solo, barajando el hueso,
como tanteándole el peso
esperando que alguien caiga.

Poco a poco el paisanaje;
se acerca y lo va rodeando
pero con cierto recelo,
pa’ coparle la parada,
porque según alguien dijo;
ya no es la primera vez
que deja alguno pela’o
con algún hueso carga’o
o alguna taba “culera”
pero nunca falta alguno,
que entre a cortar la parada.

“cinco reales pa’empezar
pa’ no correr a ninguno”
y el lomo de cinco pumas
brillan tira’o en el suelo
“!copo la banca y le agrego
cinco mas pa’ redondear
porque me quede sin cambio
y a mi un peso me trae suerte!”
y en la punta de la bota;
queda una “chala” apretada
pa’ que el viento no la vuele.

Y el Lalo va haciendo tiempo
porque de afuera hay apuestas.
“dos pesos en contra el tiro”
“se los copo ¡aquí los tiene!
y el contrario se incomoda
porque Don Lalo demora.
“avise si esta dormido”
¿o le esta temblando el pulso?
“gueno…aguanten que via tirar”
“!Guri no cruces la cancha!”

Y el hombre fija la vista
como midiendo el terreno,
y se prepara pa’l tiro
casi pisando la raya.

El cuerpo se inclina a medias
volca’o algo a la derecha,
encoje el brazo, lo estira
le abre la mano y el hueso,
parece que alzara guelo
seguido de la mirada
que le clava el paisanaje,
y no faltan comentarios
a pesar que el cuelo es corto.

“la tiro de guelta y media…”
“y viene como dormida…”
“pa’ mi que ese tiro es corto
y que no llega a la raya”
“Clavada” (grito Barboza)
nomas de puro chistoso
y la taba iba corriendo,
y allá al final de la cancha;
se para mostrando el “liso”
¡es culo! Grito un mirón
y un borracho le contesta
mirando el hueso ‘e soslayo;
“si es de su gusto aproveche,
pa’mi ese culo es muy flaco
y además es muy guesudo”
y al unísono el gauchaje
se festeja a carcajadas
la ocurrencia del mamao”.

Y unos vienen… y otros van
y un perdedor se retira.
“Aprieto (grito mi Viejo)
mientras pisaba la taba.
“Copo la banca y si gustan
tengo aquí otro par de pesos,
por si hay alguien que se anime”.

“¿tenes un peso García?,
te invito para una “vaca”
porque ya me jugué el resto,
voy a apostar contra el tiro”
“¿pero vos estas mamao
o te faya la sesera?”
¡Apostar contra el Canario,
es como ponerle huevos
en la trompa de un lagarto
y esperar que se eche al sol
a dormir y no los coma!”.

“Gueno… si no hay mas plata,
va el tiro!”
Se hace silencio en la cancha
porque Fuentes tiene fama
de clavador de los buenos.
Y una cuarta raya ajuera
como puesta con la mano;
queda la taba clavada,
desteyando al sol la chapa
del bronce con que fue herrada.

Cae la tarde, se va el sol,
y entran a sobrar mirones
porque los pelaos son muchos,
Y un gurí se hace el chistoso;
“aya de la recorrida
Viene el milico Gutiérrez…”

Y que les voy a contar,
la taba, desaparece,
los que quedan se desbandan,
y en el apuro en el suelo,
medios tapao por la tierra;
quedan tirao unos reales
que un borracho se hace cargo,
pa’ echarse el ultimo trago,
a salud de un perdedor.

Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

Finucci, Raúl Oscar – Un juego bien criollo: La Taba

Fuentes, René (Juan Don Naides) – Una Tarde de Tabiada.

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