Nació en Buenos Aires en 1794. Muy joven se incorporó al servicio de las armas en calidad de soldado voluntario del Regimiento de Patricios, el 10 de mayo de 1809. Producido el movimiento emancipador, el 1º de noviembre de 1811 era dado de alta como soldado en la Guardia Cívica, cuerpo del cual fue nombrado subteniente de bandera el 26 de enero de 1813. El 1º de abril de 1816 era designado subteniente de la “brigada de artillería de mar” y en el curso del mismo año hizo la campaña de Colastiné a las órdenes del general Matías Irigoyen, donde sostuvo con dos lanchones un fuerte tiroteo sobre la Hacienda del Molino, para facilitar el movimiento del ejército al mando del general Viamonte. Fue comisionado a Montevideo en el bergantín “25 de Mayo” con 8 buques; habiendo fugado de dicho Puerto, sufriendo los fuegos del castillo de San José y la caza de la escuadra portuguesa que bloqueaba aquel puerto, hasta el Banco Ortiz. Estuvo embarcado en comisiones de comandante de tropa en los bergantines “Belén”, “Aranzazu”, “25 de Mayo” y goleta “Dolores”, en el Río de la Plata, a las órdenes de Brown, habiendo apresado en la boca del Guazú una balandra cargada de armamento, que habían robado los jefes portugueses prisioneros en Montevideo, la que fue conducida y entregada al Directorio de las Provincias Unidas.
Pidió voluntariamente ser destinado de comandante de la tropa embarcada en la fragata de guerra chilena “Curiazgo”, para incorporarse a la escuadra de Lord Cochrane, que bloqueaba los puertos del Pacífico, marchando a comienzos de abril de 1819 para reunirse a aquélla. Había sido ascendido a teniente 2º el 13 de diciembre de 1816 y fue graduado capitán, el 24 de setiembre de 1819. Reunido a la escuadra de Cochrane, se halló en los bloqueos del puerto del Callao y en las tentativas hechas para incendiar la escuadra española y desembarcos en las costas del Perú, a las órdenes del sargento mayor Guillermo Miller y teniente coronel Jagrae Charles, que murió heroicamente en la retirada de Pisco.
A comienzos de 1820, el capitán Erezcano se hallaba embarcado en el bergantín “Intrépido”, perteneciente a la escuadra de Lord Cochrane y tomó parte en los reconocimientos que hizo aquélla y en la expedición que condujo aquel Almirante al puerto de Talcahuano y a Valdivia. Erezcano asistió a la toma de los Castillos Aguada del Inglés, San Carlos, Characamayo, Corral, Alanzera y Aguy, el 3 de febrero de 1820, hechos de armas por los cuales el gobierno de Chile le otorgó una medalla de oro, con el lema: “La Patria a los heroicos Restauradores de Valdivia”, habiendo merecido al mismo tiempo ser recomendado en el parte especial pasado por el almirante Cochrane al gobierno de Chile. El 6 de febrero salió de Valdivia mandando tres lanchones armados para desalojar los enemigos de los fortines Piojo y Aguadita, clavando la artillería y capitulando con el cacique Venancio Benavídez para retirarse y salvar la fuerza. El 17 del mismo mes desembarcó a las órdenes del teniente coronel Miller para la toma de Chiloé, habiendo sostenido la retirada con 27 hombres que le quedaron de 120 en el asalto del Castillo de Aguy; salvando al teniente coronel Miller, que fue gravemente herido, y tomando la resolución de ordenar la retirada, por aclamación de la tropa, para salvarla, siendo el menos antiguo, medida que le permitió a Erezcano no sólo salvar los restos de la fuerza, sino también rechazar en dos oportunidades a los enemigos que trataron de impedirle el reembarco; clavando la artillería de tres fortines, que habían abandonado los enemigos la noche anterior, para replegar todas las fuerzas al Castillo de Aguy. El general Miller, en sus Memorias, tiene con este motivo conceptos del más alto elogio por el comportamiento de Erezcano y el extraordinario valor que desplegó en aquella emergencia. El almirante Cochrane recuerda igualmente el valeroso comportamiento del capitán Erezcano en aquella acción de guerra.
Erezcano regresó a Valparaíso con los jefes y oficiales prisioneros de Valdivia y Osorno, conduciendo al mismo tiempo 106 piezas de artillería de las fortificaciones tomadas. Por todos estos merecimientos recibió la efectividad de capitán el 1º de junio de 1820 y el grado de sargento mayor, el 20 de julio del mismo año.
El 20 de agosto el sargento mayor Erezcano salió del puerto de Valparaíso embarcado en la goleta “Montezuma”, formando parte de las fuerzas libertadoras a las órdenes del general San Martín. Después de la toma de la fragata de guerra española “Esmeralda”, Erezcano pasó a la columna volante de Cazadores que desembarcó en Supe a las órdenes del coronel Rudecindo Alvarado. El 11 de diciembre de aquel año fue destinado como capitán del cuerpo de “Cazadores de los Andes”, de nueva creación, en el Ejército Libertador. Hizo la segunda campaña de la Sierra a las órdenes del general Arenales hasta los altos de Huancavelica, desde el 20 de abril hasta el 30 de agosto de 1821, regresando a la ciudad de Lima por la ocupación de esta capital por el Ejército Libertador. Se halló en el sitio y rendición del Callao y en la defensa de Lima contra el ejército real mandado por Canterac. Por todos estos gloriosos antecedentes, Erezcano fuer agraciado con el grado de teniente coronel el 22 de octubre de 1821 y con la medalla de brillantes otorgada por el Protector. En esta última campaña, Erezcano con su compañía de Cazadores salió en la columna mandada por el general Alvarado, habiéndose batido con la retaguardia del ejército real que conducía una partida de ganado lanar en auxilio de los Castillos, persiguiendo al Batallón de Arequipa hasta el pueblo de Miraflores, habiéndole quitado parte del ganado, algunos equipajes y matado un capitán y varios soldados. Perteneció a la columna de Cazadores que marchó de Caballero a las órdenes del general Miller, para perseguir la retaguardia del ejército real que se retiró a la Sierra, habiéndose hallado en la acción y derrota que sufrió toda la columna en la cuesta de Parunchuco, por el Batallón Imperial Alejandro, que mandaba el general español Ramón Rodil.
El 15 de octubre de 1821 fue nombrado capitán del puerto y comandante de matrícula del Departamento del Callao, donde preparó la expedición para la toma de las fragatas de guerra españolas “Prueba” y “Venganza”, que capitularon en Guayaquil. Cooperó en la preparación de la expedición a Puertos Intermedios, al mando del general Alvarado. Erezcano ostentaba las presillas de sargento mayor efectivo desde el 15 de mayo de 1822.
Colaboró igualmente en la creación de la brigada de Marina del Departamento, en su calidad de capitán del puerto, por comisión especial del general San Martín. En el reconocimiento del ejército español que bajó de la Sierra, habiéndolo verificado a satisfacción del Presidente del Estado y general en jefe del Ejército Unido, operación ésta realizada cuando el enemigo se aproximó a Lima en junio de 1823. Hallándose el Ejército Unido atrincherado en las fortificaciones y plaza del Callao, a las órdenes del general Miller, sostuvo una guerrilla con los cazadores que protegían el flanco derecho del ejército español, durante el reconocimiento que efectuaba éste de la plaza, habiendo sido protegido Erezcano con una compañía de Voltigeros y los fuegos del castillo de Santa Rosa. El ejército real se retiró el 17 de julio de 1823 y Erezcano tomó parte en el reconocimiento hecho por los patriotas sobre aquella fuerza en retirada. Se halló en diferentes guerrillas sobre el campo que ocupaba el Ejército Real en las inmediaciones de La Legua, a las órdenes del general Miller. Se halló en la defensa de Lima contra los sublevados, a las órdenes del general Necochea, habiendo sido herido Erezcano y cayendo prisionero de los amotinados del Callao (como consta en la página 192 del “Album de Ayacucho”); regresando la escuadra que bloqueaba aquel puerto, conduciendo una fragata por comisión especial de dicho General Gobernador político y militar. Fugó de los enemigos después de haber salido de las Casas Matas bajo fianza de 20.000 pesos, y se incorporó a las guerrillas de Canta, que mandaba el teniente coronel Vidal, hostilizando la ciudad de Lima. Después se incorporó con ellas a la División del general Urdaneta, para ocupar la Capital. Se halló en la ocupación de Lima y en la derrota que sufrió Urdaneta en el camino del Callao. El 6 de noviembre de 1823 recibió Erezcano la efectividad de teniente coronel.
El 8 de diciembre de 1824 el teniente coronel Erezcano salió del Cuartel General de Chancay, a las órdenes del general Lafuente, con un cuadro de efectivos para la creación del Batallón de Cazadores Nº 5, que debía formar parte de la división destinada a operar sobre Arequipa. Después de la batalla de Ayacucho regresó a Lima con dicho batallón, creado en Ica, para reforzar la línea sitiadora del Callao, que mandaba el general colombiano Bartolomé Salom. Se halló en la toma de los castillos del Callao, que capitularon después de un riguroso asedio de siete meses, el 23 de enero de 1826.
Después de este último acto de beligerancia, el postrero de la larga guerra de la Independencia Sudamericana, el teniente coronel Erezcano regresó a Buenos Aires, donde el 4 de setiembre de 1829 fue designado Comandante del Departamento de Marina de Buenos Aires, como capitán del puerto y comandante de matrículas.
En el desempeño de aquel puesto, el teniente coronel Erezcano, conjuntamente con Pedro Martínez, presentaron un proyecto de reglamento para la Sanidad del puerto e instrucciones que debería observar el comandante del buque de guerra situado en Balizas Exteriores, proyecto que fue aprobado por el Superior Gobierno con fecha 24 de setiembre de 1819.
El 13 de diciembre de 1831 fue ascendido a coronel graduado y el 24 de mayo de 1832 recibió la efectividad de este empleo. Este último año formó parte de la Comisión encargada de confeccionar las fojas de servicios de los jefes y oficiales del Ejército y de la Marina, conjuntamente con los coroneles Juan Nepomuceno Méndez y Angel Antonio Salvadores. Desde el 12 de diciembre de 1831 revistó en la Plana Mayor del Ejército, en la que figuró hasta la batalla de Caseros.
Durante el gobierno del Juan Manuel de Rosas prestó servicios en la guarnición de la Capital. El 12 de noviembre de 1845 relevó al coronel Nicolás Jorge en el comando del “cierre de Pavón”, brazo importante del Delta, estacada defendida por las goletas y pailebotes “Chacabuco”, “Aprecio” y “Sin Igual”. Pertenecía este “cierre” a una de las medidas defensivas adoptadas por el general Lucio Norberto Mansilla para impedir el pasaje de la escuadra anglo-francesa, aguas arriba del Paraná, para prestar su cooperación a las fuerzas anti-rosistas, que a las órdenes del general Paz se alistaban en Corrientes, y con la alianza de los paraguayos, para abrir las operaciones contra los federales.
“Forzado el paso de Obligado, (dice el capitán de fragata Teodoro Caillet-Bois) no tenía ya objeto la obstrucción del Pavón, y se volvía peligrosa la presencia allí de la “Chacabuco” y lanchones; Erezcano resolvió refugiarse con su flotilla en el Victoria, como lo hizo el 23, después de recibir orden de Mansilla en ese sentido. Los jefes aliados, por su parte, se preocuparon a raíz de Obligado de destruir esa fuerza; el “Gorgon” se metió al efecto en el Pavón y luego en el riacho Victoria, el 28 de noviembre, hasta quedar varado a mitad del trayecto a la población de Victoria y a escasa distancia de la “Chacabuco”. Erezcano, ignorante de la varadura del poderoso contrincante, cuya humareda se le venía acercando en un recodo, esperando el desigual lance, había echado a pique al pailebote “Sin Igual” para obstruir el paso. Pero luego considero estéril el sacrificio y optó por volar la “Chacabuco”, lo que hizo a primeras horas de la noche”.
Erezcano se refugió con sus unidades menores en el fondeadero de la Victoria y en previsión de un ataque de los buques enemigos, tomó medidas defensivas, utilizando al efecto, además, la dotación de la “Chacabuco”. “Su conducta (Erezcano) –dice Caillet-Bois-, aprobada por Crespo, fue severamente juzgada por Mansilla, y en última apelación justificada por Juan Manuel de Rosas, quien se concretó a lamentar que se hubiera visto abocado a tan duro trance”.
Durante la batalla de Caseros estuvo a cargo de parte de la reserva que permaneció en la ciudad. Con posterioridad el coronel Erezcano desempeñó funciones de edecán del gobernador de Buenos Aires, Vicente López y Planes. En represalia por no haberse adherido a la revolución porteña del 11 de setiembre de 1952, fue dado oficialmente de baja el 18 agosto de 1853, pasando a la Plana Mayor Inactiva. El 12 de diciembre de este último año, el general Manuel de Escalada, que había sucedido a Paz en el Ministerio de Guerra y Marina, dispuso que Erezcano fuese revisado por el cirujano mayor del ejército, el cual informó que aquél debía someterse a una prolija asistencia; el 18 de abril de 1855 se dispuso su internación en el Hospital General de Hombres, cuadro de dementes, no permitiéndosele por ninguna causa salir del lugar. En el precitado nosocomio falleció a las dos de la tarde del día 9 de setiembre de 1856.
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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