La batalla de Sipe-Sipe, denominada también batalla de Hamiraya, ocurrida el 13 de agosto de 1811, puede ser entendida en su verdadera dimensión si se analizan los sucesos anteriores que tienen como punto de partida la derrota de las tropas patriotas en el Desaguadero (zona limítrofe con la actual República del Perú), en la Batalla de Huaqui el 20 de junio de 1811. En esta batalla se enfrentaron las tropas realistas, provenientes del Virreinato del Perú, al mando de Goyeneche, con las tropas patriotas conformadas por el primer Ejército auxiliador de las provincias del Río de la Plata dirigidas por Balcarce. Pese a la importante participación de Francisco del Rivero y de las tropas cochabambinas, la derrota fue inevitable, temiendo a partir de ese momento la invasión a Cochabamba por Goyeneche que ya había dado muestras de extrema crueldad en la represión del movimiento de La Paz del 16 de julio de 1809.
Pese a estas circunstancias adversas, el 18 de julio Rivero envía una carta a Goyeneche donde le conmina a retirarse a los limites del Virreinato de Lima, porque de lo contrario a medida en que se aproxime con su Ejército a estas provincias, serán victimas sangrientas del furor de los pueblos, le advierte que saldrán a oponerse a su Ejército tantos combatientes, cuantos pueden haber en los pueblos.
El Cabildo pide desesperadamente ayuda en armas y hombres para hacer frente a las tropas peruanas que sin duda ingresarán a Cochabamba por todos los antecedentes de la participación de la provincia rebelde en los sucesos revolucionarios. Por otra parte, Rivero emite, el 26 de julio de 1811, una ardorosa proclama a la provincia de Cochabamba.
La preocupación de Rivero por la participación de una mayor cantidad de gente en este enfrentamiento que decidía la suerte de la provincia de Cochabamba se evidencia en el documento enviado por Rivero al partido de Mizque (documento cuya copia entregara el alcalde de Cercado, Edwin Castellanos, el 15 de agosto al Honorable Concejo Municipal), en el que Rivero refleja la preocupación de esos angustiosos días.
Los temores de Cochabamba se hacen realidad, Goyeneche dispone la invasión a Cochabamba, y el 2 de agosto de 1811 envía al Gobernador Intendente de Cochabamba y al Cabildo un oficio en el que les manifiesta que “por la obstinación de algunos pocos hombres sin juicio ni criterio, ni amor a sus semejantes, no me queda otro arbitrio que remitir la cuestión a la suerte de las armas”.
El 6 de agosto, la junta gubernativa de Cochabamba, preocupada por la declaración de guerra a la provincia realizada por Goyeneche había enviado un oficio a La Plata para que luego lo pasaran a Potosí, en el que planteaban la estrategia de defensa: Cochabamba tiene 6.000 hombres situados en la zona de Arque, 4.500 en Tapacarí fuera de otros 1.000 que guarnecen la entrada de Hayopaya. Saben que Goyeneche levantó su campo de Oruro a Paria el 4 de agosto y que ha determinado el 6 de agosto adelantar su marcha hacia Cochabamba por lo que solicitan que las tropas auxiliares de Buenos Aires, puedan actuar por la retaguardia, para que uniformadas las operaciones con oportunidad puedan tener asegurada la victoria, por el valor y entusiasmo de los cochabambinos.
Rápida victoria de los realistas
El Ejército Real, al mando de Goyeneche, partió de Oruro con destino a Cochabamba el 4 de agosto, tomaron el camino de Paria y Altos de Tapacarí por caminos quebrados con desfiladeros, luego tomaron las alturas que dividen Sipe Sipe de la Quebrada de Tapacarí a fin de eludir el paso angosto llamado Ruina que sabían que estaba fortificado por los insurgentes. A las tres y media de la tarde se encontraban frente al pueblo de Sipe Sipe. Allí vieron a los insurgentes apostados ventajosamente en un largo cerro o loma que domina todo el llano de Sipe Sipe. En la Batalla de Sipe-Sipe el 13 de agosto, participaron en el Ejército cochabambino, más de 40 mil hombres, ocho piezas de artillería, trescientos fusiles, los demás armados con lanzas, garrotes. Comandados por Francisco del Rivero y Eustaquio Días Vélez. La Batalla de Sipe-Sipe fue descrita por Mendizábal (cartógrafo oficial del Ejército Real) planteando que como el enemigo era tan numeroso en caballería, les pareció conveniente formar los batallones en cuadro para evitar alguna carga súbita. Como la situación era crítica y era peligroso pasar allí la noche, decidieron atacar inmediatamente, actuando cada batallón por distinto rumbo para tomarlos por los flancos, este movimiento desconcertó tanto a los enemigos que abandonaron su posición ventajosa sin disparar. Pasaron los patriotas a ocupar otra altura al otro lado del río, pero el Ejército Real repitió la maniobra de atacar por la espalda y los costados. No esperaban este choque por lo que se dispersaron las tropas insurgentes abandonando su artillería en el campo de batalla, por lo que la victoria del Ejército Real fue rápida. El 15 de agosto de 1811, ocurrió el restablecimiento de las Autoridades Realistas en Cochabamba. El 16 de agosto, el Cabildo de Cochabamba envió un oficio a la Junta Gubernativa del Río de La Plata, que reflejaba el sentimiento que invadía a los cochabambinos después de la derrota de Sipe-Sipe.
Fuente
De Mamán, Itala – Bicentenario de la Batalla de Hamiraya – Cochabamba (2011)
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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