Nicolás Granada

Coronel Nicolás Granada (1795-1871)

Nació en Montevideo, el 6 de diciembre de 1795, siendo sus padres el coronel Miguel Granada, que fue Jefe del Regimiento de “Talavera de la Reina” cuerpo que aún forma parte del ejército español, quien había nacido en Andalucía; y María Francisca Veracierto, natural de Lima, donde el coronel Granada estuvo de guarnición en su vida militar.  El niño Granada apenas contaba seis años de edad cuando su padre lo envió a Europa para que ingresara en el Real Colegio de San Fernando, de donde egresó como cadete del regimiento de nueva creación “Voluntarios de Madrid”, con cuyo cuerpo se trasladó a Montevideo y con el cual tomó parte en la defensa de aquella plaza, en los terribles asaltos llevados por las fuerzas británicas del general Samuel Auchmuty, a fines de enero y a comienzos del mes siguiente, logrando que los defensores debieran rendirse en la mañana del 3 de febrero de 1807.  El minúsculo cadete se batió con denuedo en aquellas terribles acciones y cayó herido, y como un trofeo conmovedor y sangriento de aquella inmortal jornada, el general Nicolás de Vedia, padrino del Héroe, lo alzó del campo sobre el arzón de su montura, salvándole de una muerte cierta.

Apenas repuesto de sus crueles heridas, el joven Granada ya no se detiene en su carrera.  Más adelante ostentaba las insignias de subteniente de los “Voluntarios de Madrid”, cuerpo que mandaba el teniente coronel José Saullet y con el cual fue hecho prisionero por las armas de la Patria, cuando el general Alvear ocupó Montevideo, por rendición del mariscal Vigodet, el 23 de junio de 1814.  El despacho de subteniente de los Voluntarios de Madrid fue otorgado a Granada por el mariscal Vigodet, en su calidad de gobernador y capitán general de las provincias del Río de la Plata, el 12 de noviembre de 1812.

Prisionero de los independientes, el subteniente Granada, abrazó más tarde la causa de la Libertad y el 29 de mayo de 1817 después de haber prestado juramento de fidelidad ante el Cabildo con absoluta renuncia del vasallaje al Rey de España el día anterior, fue dado de alta en su calidad de subteniente, agregado al Regimiento de Granaderos de Infantería, de cuya 6ª Compañía del 2º Batallón pasó a formar parte el 3 de noviembre del mismo año.  El 1º de octubre de 1818 era teniente 2º, y, el 25 de marzo de este año se encontró en la acción del Saucesito, donde el general Marcos Balcarce fue derrotado por Francisco Ramírez; campaña que duró cuatro meses.  También asistió a la realizada a las órdenes de Rondeau, batiéndose el 1º de febrero de 1820 en Cepeda contra las fuerzas de López y Ramírez, siendo ascendido a teniente 1º en la misma fecha.  El 18 de abril de aquel año revista como ayudante mayor del Regimiento Nº 3 de Milicias de Campaña, con el cual asiste a las órdenes del general Soler, el 28 de junio, al combate de la Cañada de la Cruz, contra las fuerzas de Estanislao López y Alvear.  El 17 de agosto del mismo año, se le otorga la licencia y absoluta separación del servicio.

Reincorporado al ejército poco después en el escuadrón de “Colorados” que mandaba el coronel Vilela, en Tandil, su carrera militar cobra rasgos inconfundibles en la expedición contra los indios realizada por el gobernador de Buenos Aires, brigadier Martín Rodríguez, realizada desde el 6 de marzo al 5 de agosto de 1823.  Granada fue herido de un lanzazo en la laguna de la Perfidia; fue fundador del Fuerte Independencia; vencedor, con Rauch, en el Arroyo del Sauce; y persiguiendo y rindiendo a la indiada salvaje, mereció ser recomendado al gobierno en el parte de la campaña.  El 12 de setiembre de 1823 se incorporó al Regimiento de “Húsares de Buenos Aires”.  El 11 de enero de 1824 ascendió a capitán de la 1ª Compañía del 1er Escuadrón de su Regimiento que más adelante tomó el Nº 5 del arma.

En 1825 a las órdenes del comandante Izquierdo, y poco después a las de Rauch, otra vez, asistió a las victorias del Dulce, el Salado y de la Platera, llegando en el avance hasta más allá de la Sierra de la Ventana.  Bajo el mando del mismo coronel Rauch se halló en el combate del Puesto del Rey, cerca de la Guardia del Salto, contra los salvajes invasores, el 31 de agosto de 1826.  Tres años más tarde, siendo ya sargento mayor, con 100 hombres batió en la laguna del Carpincho, a 600 indios y 250 cristianos, comandados por el célebre cacique Pincheira.  El 8 de junio de 1827 recibió los despachos de sargento mayor y el 16 de diciembre de 1828 fue ascendido a teniente coronel.  El 7 de febrero de 1829 asiste en calidad de teniente coronel del Regimiento de Húsares que mandaba Mariano de Acha, al combate de Las Palmitas, donde el coronel Isidoro Suárez derrota completamente a los caudillos federales José Luis Molina y Manuel Mesa (cerca de Pergamino), combate en el cual quedó aniquilada la montonera.  Continuaba en el 5º de Línea (Húsares), en marzo de 1829, cuando Federico Rauch halló la muerte en la acción de Las Vizcacheras, y el mismo Granada daba ejemplos de valor en la Cañada de la Paja y en el Puente de Márquez, el 26 de abril, a las órdenes de Lavalle.  El 1º de octubre de 1829 pasó a la Plana Mayor del Ejército y en enero de 1830, a la Plana Mayor Inactiva hasta el 1º de julio de 1833, en que volvió a la primera situación de revista.  El 25 de octubre del último año, se incorporó en el Colorado al Comando General de la División Izquierda; regresando a Buenos Aires a fines de febrero de 1834.

El 2 de agosto de 1834 obtuvo el grado de coronel graduado.  Al año, comandando en jefe los cuerpos aguerridos de la frontera, tomaba parte en todos los combates contra los indios.  Revistó en la Plana Mayor del Ejército y Plana Mayor Activa hasta el 1º de junio de 1837, en que pasó a la Escolta del gobernador de Buenos Aires, Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas, revistando por la Plana Mayor de Edecanes.  En 1837 fue herido de seis lanzazos, en la campaña de Las Salinas, cerca de la Sierra de la Ventana, creyendo en aquella oportunidad sus compañeros que habría caído muerto o prisionero de los salvajes, cuando le encontraron tan gravemente herido, reaccionando no obstante, gracias a su robusta complexión.  En la madrugada del 20 de agosto de 1839, una fuerza de más de 1.200 indios atacó a la División del coronel Granada, acampada en Tapalqué, siendo completamente rechazados los asaltantes y perseguidos por espacio de 18 leguas.

Cuando la Revolución del Sur, en 1839, Granada mandaba un regimiento en Tapalqué.  El coronel Lacasa que era el agente inmediato de Pedro Castelli, recibió encargo de éste de trasladarse al campamento del coronel Granada, con objeto de sondear la opinión de este Jefe, que era su amigo personal y ver si podía ganarse algunos oficiales subalternos por intermedio de los tenientes Pastor y Mariano Lacasa, jóvenes muy queridos por el coronel Granada y hermanos del comisionado de Castelli.  En los últimos días de agosto de aquel año, Lacasa partió del “Cerro de Paulino”, establecimiento de Castelli, dirigiéndose al campamento de Granada, con la excusa de visitar a sus hermanos y felicitar a aquél, que había obtenido un triunfo contra los indios.  Lacasa regresó a los ocho días, después de iniciarlos en el secreto de la revolución, los que se comprometieron, pero sin hablar para nada al coronel Granada de aquel asunto.    Después del movimiento, su íntimo amigo, Fernando Otamendi, escribió una carta a Granada invitándolo a tomar parte en la acción que aquel movimiento provocó, pero la comunicación cayó en poder de Prudencio Ortiz de Rozas, que ya entonces mandaba la división.  Granada se enteró del contenido de la misma en la forma que se verá más adelante, y la actitud de este digno soldado, es merecedora de gran elogio: Nicolás Granada mandaba entonces accidentalmente la División del Sur y con ella marchó a incorporarse en la Posta de Génova con las fuerzas de Prudencio Rozas, que había partido de Azul con aquel objeto,  concentrándose en este punto, Rozas y Granada el día 5.  Las partidas exploradoras de Prudencio, a pocas leguas de Azul habían detenido a un santiagueño, que conducía la carta de Fernando Otamendi, despachada del “Cerro de Paulino” con destino al coronel Granada.  Prudencio Rozas, apenas hizo alto la fuerza del coronel Granada en la Posta de Génova, y llenadas que fueron las prescripciones de la ordenanza militar, se encerró en su coche con aquél y le enseñó la carta de referencia.  Granada sin inmutarse, lo increpó con energía que bajo ningún pretexto debiera haber violado su correspondencia particular y que debía haber esperado a que él se la mostrara si lo juzgaba lícito, puesto que constantemente había acreditado su lealtad al gobierno legal.  Prudencio Ortiz de Rozas viendo la exaltación del coronel Granada, que amenazó hasta con dejar el segundo comando de las fuerzas para marchar en las filas como soldado raso, y persuadido por otra parte, de su importancia, trató de apaciguarlo disculpándose del mejor modo posible y antes de retirarse Granada a su campo, había recibido de Prudencio Ortiz de Rosas, todo género de explicaciones.  La batalla de Chascomús, librada el 7 de noviembre, fue ganada por los federales, gracias a la resolución con que combatió el coronel Granada.

Aún antes de terminar el año 1840, Nicolás Granada realizó la campaña de Tapalqué contra los indios, obteniendo un triunfo completo contra Calfucurá y sus hordas de araucanos, ranqueles y borogas, que intentaron sorprender su campo.  Tal hecho de armas tuvo lugar el 28 de agosto de 1840.

Posteriormente fue destinado con una fuerza de las tres armas a la parte oriental del Río Uruguay, desde Higueritas hasta Santa Rosa.  Actuó allí con valentía y honradez, interviniendo en muchos encuentros contra los enemigos de Juan Manuel de Rosas.  Cuando el general Urquiza penetró en el Estado Oriental, a fines de 1843, Granada formó parte de sus fuerzas, interviniendo en el combate de las Puntas del Sauce, el 24 de enero de 1844, donde fue derrotado Fructuoso Rivera.  El coronel Granada intervino en la sangrienta toma del Salto, el 8 de enero de 1847, acción en la cual murió el jefe de la defensa, coronel Luciano Blanco, mandando las fuerzas de ataque el general Servando Gómez.  El 26 de octubre de 1847 obtuvo un triunfo en la Isla del Vizcaíno.  En abril de 1846, se halló en un combate contra las fuerzas de Rivera en el Saladero de Chain.  Fue uno de los pocos jefes que rechazó la invitación del general Urquiza para pronunciarse contra Rosas.

Producida la batalla de Caseros, volvió a Buenos Aires, recibiendo el comando de las milicias de la costa, y el del Regimiento 1º de Guardias Nacionales de Caballería, en San Isidro, con las que se adhirió al movimiento revolucionario del 11 de setiembre de 1852 (1), y poniéndose a las órdenes del coronel Manuel Escalada, desempeñó por algún tiempo la jefatura del Estado Mayor de la Frontera del Oeste que mandaba aquél y posteriormente, como jefe de la misma, habiendo sido también jefe de la del Sur, en la que en 1857 realizó una expedición a La Pampa, acompañado por Paunero, Rivas, Conesa, Pagola, etc., batiendo al cacique Calfucurá en los campos de Pigüé.  El 19 de mayo de 1859 batía de nuevo a los indios en la defensa de Bahía Blanca.  Desde el 1º de julio de 1857, en que reemplazó al coronel Esteban García, mandó el Regimiento Granaderos a Caballo Nº 5 hasta el 1º de agosto de 1859, en la frontera Sur.  En 1865 fue designado inspector de la Frontera Norte de Buenos Aires y poco más tarde de la frontera del Oeste, donde se fundaron por su iniciativa las colonias agrícolas que dieron impulso a los pueblos nacientes de 9 de Julio y 25 de Mayo.

El coronel Nicolás Eusebio Granada falleció víctima de la fiebre amarilla, el 6 de abril de 1871, en el pueblo de San Isidro.  El 15 de junio de 1839 había contraído enlace con Carmen Blanco, debiendo hacerlo por poder, para no abandonar el cargo de su fuerza en Tapalqué, habiendo nacido de este matrimonio el conocido escritor y autor dramático de su mismo nombre.

Más de 20 combates sangrientos se cuentan en la notable foja de servicios del coronel Granada, tratándose tan sólo de las campañas contra los indios.  Los nombres de Tapalqué (dos veces), la Platera, Laguna del Carpincho, Las Vizcacheras, La Perfidia, Sauce Grande, Pigüé, Sol de Mayo, Cristiano Muerto, Salinas Grandes, defensa de Bahía Blanca, combates en casi todos los cuales mandó en jefe.

Rasgo interesante en esta vida consagrada casi enteramente a asegurar a la civilización los inmensos territorios del Sur, es que murió pobre, sin poseer una sola pulgada de aquella tierra conquistada a costa de sus pujantes esfuerzos.  Con hidalga altivez rechazó en una ocasión el premio con que quisieron gratificarle sus esfuerzos los hacendados del Sur.

Referencia

(1) Sin embargo, Granada perteneció a los que establecieron el sitio de Buenos Aires y el 12 de junio de 1853 fue elegido diputado por la parroquia de Monserrat para la Asamblea Constituyente que debía dotar a la provincia de Buenos Aires de la Constitución de que carecía.  Pero tal Asamblea, que se instaló el 30 de junio, presidida por el coronel Eugenio del Busto, no pudo lograr su cometido, a causa de la disolución del ejército sitiador el 13 de julio del mismo año.

Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

Portal www.revisionistas.com.ar

Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).

 

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