Nació en la provincia de Santa Fe (1) el 31 de marzo de 1777, siendo hijo de Narciso Burgos e Inés Aguilar. Nunca formó parte de un cuerpo veterano, perteneció siempre al Regimiento 5º de Caballería de Milicias de Campaña; cuerpo del cual mandaba el 5º Escuadrón cuando llegó a aquél punto, bajo el mando del coronel Narciso del Valle.
El coronel Burgos fue un hombre bueno, ecuánime, sencillo y servicial como los criollos de antaño. Los que lo conocieron en su mocedad no tenían sino palabras de encomio y de cariño al recordarlo. Hizo todo el bien que pudo sin mirar a quién beneficiaba. En Chascomús, donde en tiempos lejanos tuvo su actuación, era recordado con cariño por los hombres de su época.
Mantuvo estrechas relaciones con Rosas bastante antes de su acceso a la gobernación provincial, acompañándolo en su expedición a la Sierra del Volcán en 1825. La correspondencia hasta ahora conocida de Burgos con Rosas es relativamente poco numerosa. No obstante permite formar exacta idea de las relaciones entre ambos y sirve como indicador de su trato, siempre de “usted” (nunca se tutearon). Rosas lo distinguió con su confianza y le dio repetidas muestras de justiciera deferencia. El trato que le prodigó de “querido amigo y compadre (2)” era el que reservaba para sus hombres de confianza cuando eran de condición humilde.
En diciembre de 1830 se le encuentra de comandante de escuadrón en el 5º de Campaña, destacado en Ranchos, y en febrero de 1831 como “sargento mayor interino” del Regimiento, en Camarones; alternando desde el mes siguiente sus puntos de guarnición en Ranchos y Camarones Grandes hasta octubre, en que pasaron a Chapaleufú y después a Milagros. Parte del año 1832 estuvo en Camarones Grandes; en el curso del mismo se encontraba en la Guardia de Chascomús haciendo sus preparativos para marchar al Azul.
En 1832 salió de Buenos Aires al frente de una pequeña columna expedicionaria compuesta de 180 hombres, todos soldados de línea; acompañándolo también un convoy de carretas en las que viajaban las mujeres y demás familias de los expedicionarios. También se condujeron los materiales indispensables para la fundación de la población que se proyectaba: Fuerte San Serapio Mártir del Arroyo Azul.
Llegó Burgos al frente de su pequeña expedición, a las márgenes del Arroyo Callvú-Leuvú, ya llamado “Arroyo Azul” por los pocos pobladores que vivían en ranchos desparramados. En aquel sitió plantó y enarboló la bandera argentina, echando los cimientos del Fuerte Federación; desde 1830 y 31 existían allí algunas fuerzas a las órdenes del entonces coronel Prudencio Ortiz de Rozas, quien había fundado el Fuerte “Santa Catalina”, a 3 leguas de la actual ciudad de Azul, en campo de su propiedad.
La construcción del pueblo empezó después del 6 de diciembre de 1832, fecha esta última en la cual el comandante Burgos se puso en marcha de la estancia “Milagros”, para dirigir la tarea, habiendo partido el día 4 “las tropas que se componen de 32 carretas, 2 galeras y un carretón, en el que conducen las familias, el cura, médico y maderas para el pueblo del Arroyo Azul, y yo salgo mañana para el mismo rumbo a dar principio a la obra, llevando conmigo 24 zanjeadores, para cuya conducción me he valido de 84 caballos de los que se quitaron de los toldos del finado cacique Guanqué…”. (3)
En aquella época era comandante del Cantón del Arroyo del Azul, el capitán Domingo Silva (4). El 16 de diciembre del mismo año (5), la Sub-Inspección de Campaña remitía a Burgos los formularios que debía llenar para entregar a cada poblador las suertes de estancia o lotes de terreno en la nueva población que iba a fundar. Con la misma fecha se le impartieron instrucciones al comandante Burgos para el reparto de tierras a los pobladores. El agrimensor Francisco Mesura fue quien se encargó de diseñar la cuadrícula del Fuerte (6).
Apenas instalado el campamento Burgos dio orden de iniciar los trabajos, comenzando por la zanja y la empalizada que rodearía al fuerte, siguiendo con las casas del cuartel, del cura, del médico y los ranchos para las familias. Luego encomendó al agrimensor que trazara rápidamente los lineamientos del pueblo, ubicando la plaza y los lugares donde iba a levantarse la capilla y la sala de primeros auxilios. Un día llegó el rumor de que en las tolderías se estaban preparando para dar un malón contra el nuevo pueblo. Burgos por precaución mandó zanjear el perímetro de la plaza, para que dentro de su ámbito se refugiaran los pobladores en caso de un ataque. Afortunadamente el rumor no pasó de ser una falsa alarma y la gente pudo seguir tranquilamente con sus tareas.
Azul fue desde siempre un lugar estratégico, merced a su arroyo de aguas permanentes y también por su ubicación, ya en plena época de avanzada de fronteras fue centro geográfico y nudo comunicacional en torno al cual se concentraban las actividades económicas, además facilitó el avance de la civilización hacia el desierto. Antes de la llegada del coronel Pedro Burgos al Azul, los aborígenes se hallaban en la margen izquierda del arroyo ocupando una extensa zona que se extendía desde Villa Fidelidad hasta lo que hoy se denomina Estación Nieves y Cerro Negro.
El 1º de marzo de 1833, Burgos revista como teniente coronel comandante del 5º Escuadrón del Regimiento 5º de Campaña, en Camarones Grandes, alternando este lugar de guarnición con el de Arroyo Azul en los años siguientes. En enero de 1837 el cuerpo a que pertenecía tomó la denominación de “Regimiento 5º de Milicias Patricias de Caballería de Campaña”; en el cual, en mayo de 1839 revista ya como coronel-comandante de Escuadrón de Milicias, destacado en Fuerte Azul, figurando en esta forma exactamente hasta enero de 1845, en que ya se le encuentra en las listas como “Coronel, Regimiento 5º de Campaña, 5º Escuadrón en el Azul”.
De mayo a setiembre de 1845 revistó en los Santos Lugares de Rosas. De octubre de este año a febrero del siguiente, en Fuerte Azul; fecha esta última en que el coronel Burgos bajó a Buenos Aires por hallarse enfermo. Permaneció revistando presente “enfermo” en esta Capital hasta noviembre de 1851.
El coronel Pedro Burgos murió al frente de las fuerzas rosistas en la Batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. (7)
De atenernos a su deseo, manifestado en su poder para testar, debió dársele sepultura en el Cementerio de la Recoleta, pero en el Archivo de esa necrópolis no hay constancia de ello, pues faltan las anotaciones correspondientes a febrero de ese año debido a que al parecer se hizo una anotación provisional en hojas sueltas, con los muertos llevados desde el campo de batalla.
Casado con Josefa Correa, uno de sus hijos, Pedro Burgos, hizo la campaña de Pavón y después marchó al Estado Oriental, donde incorporado a sus fuerzas militares llegó al grado de capitán. Regresó a Chascomús recién en 1884.
En Buenos Aires Burgos tenía su domicilio en la calle Buen Orden (hoy Bernardo de Irigoyen) al 100, en la parroquia de la Concepción. Pero su último domicilio estuvo en Potosí Nº 198 (que pasó a llamarse De Santa Clara desde 1848, hasta Buen Orden). (8)
El coronel Burgos poseyó una estancia de 3 leguas, con frente al Arroyo Azul, compuesta de cuatro “suertes”, perteneciendo este campo en su casi totalidad, hoy, a la familia Shaw. Tuvo una casa en el pueblo del Azul, ubicada en la esquina de las actuales calles Colón y San Martín. La estancia que poseía Burgos, llamada “Milagros”, se hallaba ubicada en el Partido de Pila; paraje desde el cual emprendió la marcha para dirigirse al Azul en 1832. Todas estas propiedades le fueron arrebatadas después de la Batalla de Caseros, a su mujer e hijos.
Referencias
(1) Posiblemente en Rosario, ciudad donde fue bautizado.
(2) Burgos era padrino de Manuelita.
(3) Carta de Burgos a Juan Manuel de Rosas fechada en Milagros el 5 de diciembre de 1832.
(4) Era Sub-Inspector de Campaña entonces, el general Elías Galván.
(5) Azul fue fundada el 16 de Diciembre de 1832 en el lugar que ocupa hoy la plaza San Martín, a unos 400 metros del arroyo Azul; delimitada por lo que hoy son las calles: Avda. Mitre, 25 de Mayo, Catamarca y el arroyo Azul.
(6) Como signo de preocupación ante los malones, la planta originaria en forma de damero, con múltiples solares, se enmarcó en profundos fosos que tenían como respaldo occidental el arroyo y abarcaban las que hoy son avenidas: Presidente Juan. D. Perón, Bartolomé Mitre y 25 de Mayo.
(7) Algunos autores sostienen que esta versión de su muerte es dudosa dado que para entonces Burgos tenía demasiada edad y además estaba enfermo.
(8) Hoy Alsina y Lima.
Fuentes
Agüero Mielhuerry, Eduardo – Reseña Histórica de Azul
Banzato, Guillermo y Lanteri Sol – Forjando la frontera – La Plata (2007).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Lamas, Alberto Jorge – A sable y lanza – Ed. Dunken, Buenos Aires (2007)
Portal www.revisionistas.com.ar
Sarramone, Alberto – “Historia del antiguo pago del Azul” – Ed. Biblos, Azul (1997)
Scarsi Japaze, J. Eduardo y Palombo, Guillermo – Un poder para testar por don Pedro Burgos.
Yaben, Jacinto R. Biografías Argentinas y Sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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