Existe la presunción de que al repartir Juan de Garay las tierras de los alrededores de Buenos Aires, dio al alcalde Rodrigo Ortiz de Zárate la Isla de los Guaraníes, conocida más tarde como la de Santiago.
Sea o no cierta esta presunción, lo que se sabe por seguro es que al final del siglo XVI Hernando Arias de Saavedra dio en merced a Bartolomé López las tierras comprendidas entre Punta Colares y la isla ade Santiago. López, que era alférez real del Cabildo de Buenos Aires, vendió dichas tierras en 1629 a Antonio Gutiérrez Barragán, cuyo apellido dio origen al nombre que lleva actualmente.
En 1727 el gobernador de Buenos Aires Bruno Mauricio de Zabala, encomendó al piloto Juan Antonio Guerrero la tarea de sondear los canales del río Santiago. Para llevar a feliz término su misión, Guerrero recorrió la costa sur del río y penetró en lo que era entonces una ensenada que comenzaba en la parte occidental de Monte Santiago y se extendía casi hasta el actual canal del puerto de La Plata.
El reconocimiento fue de gran importancia para Zabala, quien en posesión del informe elevado por aquél, realizó un viaje al lugar en compañía del piloto Pedro Navarro y del ingeniero Domingo Petraca, que dio por resultado la carta geográfica presentada por este último en mayo de 1730 y que habilitaba la Ensenada de Barragán, para cuya defensa se proyectó un fuerte.
Era por aquel entonces dueño de casi todas las tierras que habían pertenecido a su abuelo Gutiérrez Barragán, el sargento mayor Pablo Barragán.
En 1731 el gobernador de Buenos Aires ordenó la construcción del proyectado fuerte en la Ensenada de Barragán, formada por la desembocadura del río Santiago con el Río de la Plata.
Antes de 1770 existieron cuatro baterías para la defensa de la Ensenada llamadas la Nueva, Santiago, San José y San Bruno, según consta en una carta hidrográfica.
El fuerte estaba circundado por una muralla de adobes cocidos, que a pesar del abandono en que permaneció durante muchos años y las periódicas crecientes del río, ha conservado en su mayor parte el aspecto primitivo. En sus esquinas había garitas que servían de albergue a los centinelas, y que si bien en estado ruinoso, han resistido hasta nuestros días, pudiendo observarse también algunos cañones de las antiguas baterías.
En 1779, con motivo de la declaración de guerra entre Inglaterra y España, el virrey Vértiz ordenó la fortificación de la costa del Río de la Plata, y el fuerte de Barragán fue reparado emplazándose en él nuevas baterías.
Transcurridos diez años, al efectuarse los trabajos hidrográficos de Malaspina, el virrey marqués de Loreto ordenó cambios en la artillería del fuerte y mejoras en el servicio.
Poco después, en 1782, las crecientes del río destruyeron parte de las murallas y deterioraron algunos de sus edificios.
En 1800 el capitán de artillería Francisco Javier de Reyna, por orden del virrey Avilés, ejecutó nuevas obras y reparaciones, empleando para ello indios traídos de las Misiones.
En 1806, siendo su jefe Santiago de Liniers y Bremond, al producirse la primera invasión inglesa, los cañones del antiguo fuerte hicieron frente a los barcos enemigos. Al año siguiente, ya indefenso por haber trasladado Liniers sus batería a la Colonia, los ingleses se apoderaron de él e instalaron un hospital de sangre.
Durante la guerra con el Brasil fue testigo, el 8 de abril de 1827, del combate de Monte Santiago.
El 1º de noviembre de 1915 la provincia de Buenos Aires transfiere por decreto a la Armada Argentina (ARA) terrenos linderos al fuerte, y el 11 de febrero 1916 comenzó a funcionar el “Parque y Escuela de Aerostación y Aviación de la Armada”. Se construye una pista de aterrizaje y hangar bautizado con el nombre de Conde de Oytaben, para prácticas de vuelo de los cadetes de la Escuela Naval Río Santiago. Era un aeródromo auxiliar.
La actividad de vuelo se mantuvo hasta junio de 1918 cuando se suspendió y se clausuraron las instalaciones.
En 1967 las instalaciones y el hangar de la Aeroestación Naval pasan a funcionar como “Museo Naval Fuerte Barragán”. En junio de 1972 el mismo pasó a depender del Departamento de Estudios Históricos Navales. Para 1985 el predio habría pasado a la Municipalidad de Ensenada adquiriendo la denominación de “Museo Histórico Fuerte de la Ensenada de Barragán”.
Dispone de seis salas: la fundacional, la de las invasiones inglesas, la del almirante Guillermo Brown, la de la aviación naval y la arqueológica. Entre sus colecciones figuran restos de embarcaciones, armas antiguas, óleos, murales, colección numismática y objetos de la primera Escuela de Aviación.
Está ubicado en el Camino Costanero Alte. Brown y Columna Nº 421, Ensenada, a unos doscientos metros de la costa, sobre el Río de la Plata.
Fue declarado Monumento Histórico por Decreto Nº 120.411 del 21 de mayo de 1942.
Artículo relacionado
• La Ensenada y la Soberanía Nacional
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Portal www.revisionistas.com.ar
Vigil, Carlos – Los monumentos y lugares históricos de la Argentina. Editorial Atlántida, Buenos Aires (1959).
Se permite la reproducción citando la fuente: www.revisionistas.com.ar