Nació en Buenos Aires a comienzos del siglo XIX, siendo sus padres Miguel García y Ana Iriarte. Comenzó su carrera militar en 1828, año en que fue dado de alta en clase de aspirante (o soldado distinguido) en el Batallón 4º de Cazadores que mandaba el coronel Pedro José Díaz. Fue promovido a subteniente de bandera del mismo, el 15 de julio de 1829, por despachos otorgados por el general Lavalle, al cual acompañó en la acción de Puente del Márques, el 26 de abril del mismo año, donde fue derrotado por los caudillos federales Juan Manuel de Rosas y Estanislao López. Asistió también a la defensa de Buenos Aires amenazada de inmediato por los vencedores de aquella acción de guerra.
Al descender el general Lavalle del poder, el 4º de Cazadores pasó a denominarse “Guardia Argentina”, cuyo comando fue confiado al general Mariano Benito Rolón. A las órdenes de este jefe, Pedro García formó parte del Ejército de Reserva, que bajo el mando superior del general Juan Ramón Balcarce, marchó a comienzos de 1831 a la campaña de Córdoba contra el general Paz. Caído prisionero éste, el Batallón “Guardia Argentina” regresó a Buenos Aires, donde permaneció de guarnición todo el tiempo en que gobernó el Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas. El 12 de enero de 1830 ascendió a teniente 2º, de la 4ª Compañía del Batallón 2º de Cazadores.
García ascendió sucesivamente pasando por las diferentes jerarquías de oficial subalterno, siendo destacado un tiempo en la Isla Martín García, a bordo del bergantín “Cacique”, en la época de la alianza de Rivera con los franceses; ya en la jerarquía de sargento mayor graduado, en la que permaneció 14 años sirviendo en el mencionado cuerpo, al cabo de los cuales consiguió pasar al de Inválidos. Hacía tres años que revistaba en este último, cuando Rosas lo llevó a Palermo, a disciplinar cuerpos de infantería allí existentes.
De Palermo marchó a Caseros, batalla en la que se halló el 3 de febrero de 1852. Luego del combate, García pasó a la Plana Mayor, pero continuando su revista en el Cuerpo de Inválidos durante todo el tiempo que la provincia de Buenos Aires estuvo segregada del resto de la Confederación.
Declarada la guerra del Paraguay, por disposición del Ministro de Guerra y Marina, general Gelly y Obes, el sargento mayor Pedro García pasó el 9 de mayo de 1865, al servicio del ejército de Entre Ríos, en cuyo Estado Mayor fue dado de alta por el general Urquiza, en el cuartel general de las puntas del Gualeguaychú, el 17 de aquel mismo mes.
Le fue encomendada la organización de un batallón en Concordia, el cual después de las sublevaciones de Calá y Basualdo, debió regresar al cuartel general de San José, donde se hallaba aún el 5 de diciembre de 1865; marchando en seguida a incorporarse al ejército de operaciones en el campamento de las Ensenaditas, donde se hallaba el 1º de marzo de 1866, tomando el nombre de “3º de Entre Ríos”.
Con los batallones 9º (sargento mayor Joaquín Lora) y 12º de Infantería de Línea (teniente coronel Juan Ayala), el 3º de Entre Ríos constituyó la 8ª Brigada (teniente coronel Benjamín Calvete) del 2º Cuerpo del Ejército a las órdenes del general Emilio Mitre.
Al frente de su batallón, que en el curso de la guerra por la disciplina de hierro y el elevado espíritu del deber que le supo infiltrar su Jefe, fue llamado “El Tres de Fierro de Entre Ríos”, García asistió a todas las acciones de guerra que tuvieron lugar en aquella cruenta campaña, entre las que merecen destacarse: Paso de la Patria y toma de las fortificaciones de Itapirú, el 16-17 de abril de 1866¸ combate de Estero Bellaco, el 2 de mayo; acción en el paso del mismo estero, el 20 de igual mes; sangrienta batalla de Tuyutí, el 24 del mismo mes y año, por la que recibió los cordones de oro que fueron discernidos por Ley especial; combates de Yataytí-Corá, Boquerón y Sauce, el 11, 16 y 18 de julio del mismo año; y asalto de Curupaytí, el 22 de setiembre de 1866, por cuyo comportamiento fue recomendado en el parte del general Emilio Mitre y por el cual recibió el escudo de oro conferido por la Ley respectiva. Ascendido a teniente coronel graduado el 21 de marzo de 1866, recibió la efectividad de este empleo el 25 de junio del año siguiente. El 6 de junio obtuvo una licencia de 20 días para bajar a Buenos Aires.
Asistió a otros hechos de arnas de menor importancia, entre ellos, el segundo ataque de los paraguayos sobre el campamento de Tuyutí, el 3 de noviembre de 1867. Igualmente, en las operaciones de Tuyú-Cué, Paso Pacú y en torno de la plaza de Humaitá, en julio de 1868; siendo ascendido a coronel graduado el 1º de noviembre de este último año. En la batalla de Itá Ivaté o Lomas Valntinas, el 27 de diciembre de 1868, el coronel García mandó la reserva del Ejército Aliado con el 2º y 3º de Entre Ríos, cuerpos que se hallaban el día anterior de servicio frente a Angostura, por cuya causa entraron en la lucha después de iniciada ésta. Se halló también en la rendición de Angostura, el día 30 del mismo mes y año; asistiendo, igualmente, al combate de la Sierra de Azcurra, toma de Peribebuy, el 12 de agosto de 1869, y finalmente, a la etapa postrera de aquella ruda campaña: la toma de Asunción. El coronel García mereció todas las condecoraciones que los Gobiernos aliados otorgaron en aquella guerra, menos las conferidas por la Toma de Corrientes, batalla de Yatay y rendición de Uruguayana.
El 15 de julio de 1869, el coronel Rufino Victorica, a cargo de la Inspección y Comandancia General de Armas, pasaba una nota al Ministro de Guerra y Marina, informándole que en el ejército del Paraguay se hallaba mandando una brigada el coronel graduado Pedro García, que revistaba en el Cuerpo de Inválidos como capitán; así como igualmente, el coronel graduado José María Morales, que también comandaba una brigada en aquel ejército y revistaba como sargento mayor en el Cuerpo de Inválidos; y otros jefes y oficiales en igualdad de condiciones. Terminaba el coronel Victorica, solicitando que dejasen de revistar por Inválidos, ya que se hallaban en servicio activo. Con fecha 16 del mismo mes de julio, el Ministro coronel Gainza, dispuso acceder a la solicitud de referencia.
Terminada la guerra del Paraguay, el coronel García marchó a Entre Ríos con motivo de la rebelión de general Ricardo López Jordán. Formó parte del Estado Mayor del general Gelly y Obes los 11 meses que duró aquella campaña, en la que se encontró en algunos hechos de armas. Finalizada la revolución por el triunfo de las armas nacionales, el coronel García pasó el 1º de junio de 1871 a la P. M. D. con licencia temporal para ausentarse a Entre Ríos, situación confirmada el 6 de octubre del mismo año.
Invadida nuevamente esta provincia en 1873, por López Jordán, el coronel García fue tomado preso en su casa y conservado prisionero por los rebeldes por espacio de 8 meses, tiempo que duró la rebelión. El 18 de julio de aquel año, el Dr. Uladislao Frías, que desempeñaba interinamente la cartera de Guerra y Marina por hallarse en campaña el titular, general Gainza, comunicaba al Inspector y Comandante General de Armas (Ayudante General), que teniéndose conocimiento que el coronel Pedro R. García se hallaba prisionero en el campamento rebelde de Qurencio, se disponía continuase siendo ajustado en la P. M. D. En 1874 fue llamado por el Gobierno Nacional para asistir como vocal al consejo de guerra que juzgó al general Mitre. Concluida esta comisión, volvió a Entre Ríos.
El 12 de febrero de 1875 pasó a la P. M. A., con anterioridad al 18 de diciembre del año anterior. El 17 de diciembre de 1875, el gobernador Dr. Ramón Freire, de Entre Ríos, solicitó permiso para que el coronel García aceptase un puesto en la administración de aquella provincia, lo que fue acordado el 8 de enero de 1876. Por esta causa, el 6 de diciembre de 1877 fue destinado a la Plana Mayor Pasiva.
El 18 de enero de 1881 pasó a revistar nuevamente en la P. M. D. El 1º de agosto de igual año volvió a la Pasiva por estar desempeñando las funciones de Jefe Político de un departamento de Entre Ríos.
El coronel Pedro García falleció en Rosario del Tala, el 31 de marzo de 1882. Había contraído enlace en San Isidro, el 11 de diciembre de 1844 con Marcelina Buteler, porteña, hija de Valentín Buteler y de Manuela Serna; la que falleció a la edad de 60 años, en Buenos Aires, el 9 de julio de 1872. El 13 de enero de 1883, les fue acordada una pensión de medio sueldo a las hijas Adela, Manuela, Rita y Dolores García.
Según José Arturo Scotto, al coronel García los soldados del Paraguay le aplicaron el apodo de “Don Pedro el Cruel”, porque uno de sus mayores gozos era mandar el cuadro que debía arrancar la vida a un hombre.
Fuentes
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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