Nació en Buenos Aires, el 8 de febrero de 1813, siendo sus padres José María Morel y Pérez, gallego, y Juliana Miró (1). Hizo el estudio de las primeras letras en la ciudad natal, y luego cursó la enseñanza del dibujo en la Universidad de Buenos Aires desde el año 1827 a 1830, según consta en los libros de exámenes de aquella institución. El primer año, fue discípulo del pintor suizo José Guth, y los siguientes del italiano Pablo Caccianiga. En el último año, obtuvo la calificación de sobresaliente, dejando definitivamente la Universidad a fines de 1830, a los 17 años de edad.
Para esa época, su nombre era considerado entre la gente culta como una promesa en el arte de la pintura, siendo elogiado por Marcos Sastre en su “Salón Literario”. Sus óleos, acuarelas y litografías lo destacaron en ese sentido.
Su paleta ejecutó escenas rosistas; pintó el Combate de la Caballería en la época de Rosas, y la Carga de la Caballería del ejército federal. Solamente tienen valor las obras realizadas por Morel hasta el año 1845. Entre ellas se destacan, el Mercado de carretas en la Plaza Monserrat, cuadro en el que figuran una treintena de personajes, uno de los mejores compuestos de la primitiva pintura argentina.
Se le atribuye la tela Payada en una pulpería, Caballería gaucha y La Carreta, conservándose además algunos óleos en el Museo Histórico Nacional; la acuarela titulada Montonera, nos da como los otros una idea de lo que debieron ser aquellas terribles luchas y la composición de esos ejércitos.
Pintó también La Calle Larga de Barracas, tela de asuntos religiosos, y retratos de los que sólo se conocen las miniaturas de su cuñado José María Dupuy, del general José Félix Aldao y su esposa, la de Vicente Corvalán, la del brigadier general Juan Manuel de Rosas y Encarnación Ezcurra, ejecutadas conjuntamente, estas últimas, con su amigo Fernando García del Molino, en 1836. Realizó en 1839, dos retratos al óleo, que señalan su culminación en el género: los de Patricio Peralta Ramos y el de Macedonia Escardó. En 1840, hizo el de Florencio Escardó.
Morel fue uno de los mejores litógrafos de la época. En sus láminas campea un notable sentido de la composición. Su primera estampa data de 1836: El Descendimiento, y luego litografió la Catedral de Buenos Aires, dibujada por Pellegrini. Igualmente por la “Litografía de las Artes”, publicó una pieza: Caballo espantado, siendo de la misma época El ombú y coraceros. En 1839, para la “Litografía Argentina”, de Gregorio Ibarra diseñó Morel ocho láminas, de las cuales las más hermosas y evocativas son Una hora antes de partir y La media caña, que fue descripta admirablemente por Hilario Ascasubi en sus versos.
Entre los retratos litografiados por Morel sobresalen tres de Juan Manuel de Rosas; uno del doctor Felipe Arana, dibujado con gran soltura y firmeza de trazo, como también los de los doctores, Vicente López, Manuel Insiarte, José María Gómez de Fronseca y monseñor Mariano Medrano. En 1845, apareció el último y a la vez mejor trabajo que realizara: el álbum Usos y costumbres del Río de la Plata. Buenos Aires. Litografía de las Artes.
En los comienzos de 1842 Morel se traslada a Río de Janeiro. En ese momento vivían allí Prilidiano Pueyrredón y su familia y otros intelectuales argentinos contrarios al régimen rosista, entre ellos Bernardino Rivadavia, José María Gutiérrez y Juan Bautista Alberdi.
Regresó al país dos años después, y compuso los retratos señalados y su álbum. A partir de esa fecha, solo ejecutó obras de mérito relativo, copias en su mayor parte, carentes de la fuerza expresiva de otras épocas. Así lo demuestra la tela: Combate de los bajitos de Arregui, que se conserva en el Museo Histórico Nacional, fechada en 1848. Paso el resto de su vida pintando telas de asuntos religiosos que luego destruía.
La trayectoria artística de Morel toca a su fin cuando, cercano a los 45 años y psíquicamente trastornado, deja de pintar. Según Alejo B. González Garaño, autor de la biografía aparecida en el catálogo de la exposición dedicada por Amigos del Arte al artista en 1933, Morel pasó los últimos años de su vida como un “ser insignificante y huraño, recogido por fraternal cariño en el plácido hogar de una hermana”, en la localidad de Quilmes. Murió en dicha localidad de la Pcia. de Buenos Aires, el 10 de setiembre de 1894, a los 81 años. Sus restos reposan en el Cementerio de Quilmes.
Fernando García del Molino, de quien fue íntimo amigo y hasta asociado, pintó al óleo un retrato de Carlos Morel, representándolo de recia contextura, tez de un moreno mate sonrosado y ojos y cabellera negrísimos.
Referencia
(1) Casada en segundas nupcias con el pintor italiano Cayetano Descalzi, de quien se divorcia unos años después.
Fuente
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino – Buenos Aires (1969).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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