El bienio comprendido por los años 1839/1840, fue prodigioso en casos donde Juan Manuel de Rosas se enfrentó a los de su propia clase. Estancieros bonaerenses como él, y que formaban parte de lo más selecto de la sociedad tradicional del viejo Buenos Aires, cayeron embelesados en aquella infame conspiración que dio en llamarse “Libres del Sur” (1), cuyo epicentro tuvo lugar en las ciudades de Dolores, Chascomús y Tandil.
Cuando corrió la noticia de esta revolución financiada con dinero francés, en seguida se dieron a conocer, por la prensa federal, los nombres de los implicados en el tumulto. Así, hacemos notar lo que afirmaba en el párrafo anterior, la participación de dobles apellidos patricios que no dudaron en ponerse a las órdenes del dinero extranjero para atacar a sus legítimas autoridades criollas.
Vemos, para el caso, la circular firmada por el general Prudencio Ortiz de Rozas en “Campamento en el Tullú (sic), Noviembre 18 de 1839”, en donde dispone
“…que los Señores Jueces de Paz por medio de los Alcaldes y Tenientes Alcaldes, procuren prender a todos los unitarios Salvajes Sublevados siguientes: José [Pereyra] Iraola, N. Rodríguez, Ventura Faramiñán, José Valenzuela y su cuñado, Eustaquio Díaz Vélez, Los Sáenz Valiente, Los Ramos [Mejía], los Neroz Ramón y Miguel, Martín y Félix Álzaga, Marcelino y Agustín Lastra, Gumersindo Serna, Eusebio Miguens, Vicente Valdez, Juan Madro (sic), y a más todas aquellas personas que transiten por el partido sin pasaportes; y que se hagan sospechosos aunque lleven los expresados pasaportes…”(2)
Sin embargo, el 1º de diciembre de 1839 salió publicado un “Pliego que manifiesta los principales motores y Cebecillas de la sublevación en los partidos de Dolores y Monsalvo”, documento donde se menciona quiénes murieron, quiénes fueron apresados y quiénes lograron escapar, e información adicional del número de cabezas de ganado que tenían.
Allí, otros apellidos de abolengo salen a la luz, como ser Pedro Castelli (muerto y con 4000 ganados vacunos), Ambrosio Cramer (francés, muerto y dueño de 6000 ganados vacunos), Domingo Lastra (muerto, dueño de dos establecimientos, uno en Chascomús y otro en Pescado Castigado, tenía 5000 ganados vacunos), Marcelino Lastra (embarcado, tenía una estancia en Monsalvo con 8 mil cabezas de ganado), Felipe Miguens (preso en Buenos Aires, poseía 12.000 ganados vacunos), Benito Miguens (cabecilla, preso en Dolores y con establecimiento en Monsalvo, tenía 97.400 ganados vacunos) (3), Anselmo, Francisco y Bernabé Sáenz Valiente (embarcados a Montevideo, tenían en total unos 25.000 ganados vacunos), etc. Incluso, aparecen también los nombres de capataces, algún pulpero, mayordomos de estancias y hasta negociantes, pero sin detallar –porque no los poseían- número de cabezas de ganado.
Según el pliego anterior, que llevaba la rúbrica del Restaurador Rosas, los implicados eran dueños de unos 275.400 cabezas de ganado vacuno, no obstante no estar todos los conspiradores anotados en dicho documento. Hay que tener en cuenta, que las persecuciones prosiguieron hasta bien entrado el año de 1840, donde la Más Horca federal entrará masivamente en acción, en especial en el ámbito de la capital Buenos Aires y la campaña adyacente.
Los unitarios Lynch
Obra en el inventario del Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires (CCK, ex Palacio del Correo Central), una carta enmarcada (4) que detalla el arresto de los salvajes unitarios
“Mario Linari y Patricio Lynch Pueyrredón ambos sanjuaninos de 24 y 38 años respectivamente aprehendidos por el Sr. Coronel graduado don Ciriaco Cuitiño, individuos a quienes he comprobado participación en los delitos cometidos por el inmundo asqueroso salvaje unitario Eusebio Antonio Miguens”.(5)
El amigo Ángel Pérez, gran investigador de la historia de Baradero –donde habita-, fue quien me envió una imagen de la carta en cuestión, agregándole un comentario en el sentido de que el Lynch que aparece en la misiva correspondería a un antepasado del guerrillero Ernesto “Che” Guevara Lynch de la Serna. Luego de este dato, comencé a buscar la corroboración de esta pista.
No hay referencias del apresado Patricio Lynch Pueyrredón en cuanto a la época aludida, pues el único Patricio Lynch Pueyrredón que aparece en algunos portales y fuentes bibliográficas había nacido en 1853 y fallecido en diciembre de 1910, es decir, con posterioridad a la fecha que figura en la carta. La madre de este Lynch Pueyrredón se llamaba Victoria Pueyrredón Pueyrredón (1831-1910), siendo su padre Mariano José Pueyrredón Zegada, nacido en San Salvador de Jujuy en 1805. Sabida es la filiación unitaria de los Pueyrredón, por otra parte, y que José Hernández, el famoso poeta rioplatense, sufrió la persecución de su familia materna (su madre fue Isabel de Pueyrredón) en la época de Rosas, lo que motivó en el autor del Martín Fierro colocarse en las antípodas ideológicas del federalismo encarnado por el Restaurador.
Así mismo, de las averiguaciones realizadas hallamos dos personajes de apellido Lynch que, en 1840, uno se dio a la fuga y el otro murió asesinado por orden de Ciriaco Cuitiño y Andrés Parra.
El tatarabuelo
El más notorio fue el caso del porteño Patricio Julián José Lynch y Roo, que había nacido el 17 de febrero de 1789 y que falleció el 21 de mayo de 1881 a los 92 años de edad. Fue un hombre de inmensa fortuna, dueño de la Fragata “La Heroína”, la primera que desembarcó en Puerto Soledad, Islas Malvinas, en 1820 a las órdenes del Comandante coronel de Marina David Jewett. Habiendo mantenido fluidos contactos comerciales “con firmas alemanas y estadounidense”, Lynch y Roo decidió dedicarse, promediando 1823, a tareas específicamente rurales.
Desde 1819 llegó a ser dueño de “una suerte de estancia de 31 leguas cuadradas, en el paraje denominado del Volcán”, y grandes extensiones de campo en la zona de Baradero, siempre dentro de la Provincia de Buenos Aires, donde también ayudó a fundar una cabaña de merinos en la Ea. Rincón Rosario. Incluso, llegó a tener tierras en las localidades de Castelli, San Pedro, Dolores, Chascomús, Chacabuco y Bolívar. Tuvo una de las más grandes fortunas de América del Sur, dicen las mentas.
En los años de la Federación se mezcló en tratativas con los salvajes unitarios de los “Libres del Sur”, lo que le valió, por parte de Juan Manuel de Rosas, el embargo de casi todas las propiedades anteriormente nombradas. Solía pasar el tiempo en su Ea. “Rincón de San Patricio”, sobre las márgenes del río Arrecifes, en Baradero, muy cerca de la cual acampan las tropas del general Lavalle (el “Ejército Libertador”) el 9 de agosto de 1840 luego de que éste desembarcara en San Nicolás de los Arroyos con la clara intención de entrar en Buenos Aires y terminar con el gobierno de Rosas. Ya habían sido derrotados los estancieros hacendados de los “Libres del Sur”, y Lavalle no se había animado a enfrentar a las fuerzas rosistas, por lo que Patricio Lynch y Roo y sus hijos deciden darse a la fuga a Colonia del Sacramento, Uruguay, tras cruzar el río Paraná.
Una circular que llevaba la orden de Rosas, fechada el 6 de septiembre de 1840, declaraba responsable a “toda clase de propiedad de los traidores salvajes unitarios a la reparación de los quebrantos inferidos por el traidor Lavalle”. Las autoridades de la Federación le embargan los campos de Baradero por considerarlos “propiedad enemiga”, y los cuales tenían unos “25.000 vacunos, 20.000 lanares y 2500 caballos”. Esas propiedades y bienes le fueron devueltos una vez consumada la caída de Rosas en 1852.
Detectamos, entonces, que Patricio Julián José Lynch y Roo había contraído nupcias con Isabel Zavaleta y Riglos, unión de la que nacieron 9 hijos. Uno de esos críos, don Francisco Eustaquio Lynch Zavaleta (1817-1886), casó con Eloisa Ortiz, procreando trece hijos en total, casando una de ellas, Ana Lynch Ortiz (oriunda de San Francisco, EE.UU. en 1861), con el estadounidense Roberto Guevara Castro (1855-1918). Ana Lynch y Roberto Guevara tuvieron un hijo al que dieron en llamar Ernesto Guevara Lynch que, casado con Celia de la Serna Llosa (1906-1965), fue el padre del guerrillero marxista Ernesto “Che” Guevara Lynch de la Serna. Concluimos en decir, pues, que Patricio Lynch y Roo fue su tatarabuelo.
El coronel degollado
En cambio, el coronel Francisco Lynch (el segundo de los aquí investigados) guerreó en tiempos de la Independencia y fue un decidido antirrosista. En la Causa Criminal que se le siguió al ex Gobernador Rosas en 1862, consta una indagatoria que se le hizo en su momento al coronel Ciriaco Cuitiño respecto a la muerte del coronel Lynch.
Ese testimonio, dado a conocer en una obra de 1975, fue el siguiente (traducción textual):
“Que la orden de degollar al Coronel D. Francisco Linch, a D. Isidoro Oliden, Messon [sic] &a. la recibió [Andrés] Parra del mismo Gobernador Rosas verbalmente. Que Luego de ejecutada, pasó él [Cuitiño] y Parra a la casa de Gobierno, y quedándose el declarante en el patio, entró Parra adentro a dar cuenta al Gobernador Rosas del cumplimiento de la orden. Que Parra repartió quinientos pesos a cada vigilante (degolladores) y a él le entregó mil pesos que le mandaba Rosas”.
El coronel Francisco de la Cruz Lynch Arandía había nacido en Buenos Aires el 3 de marzo de 1795, y fue muerto por degüello el 4 de mayo de 1840. Estuvo en contacto con el general Lavalle y su empresa de atacar Buenos Aires en septiembre de ese último año, no obstante, escapar de la ciudad portuaria con rumbo a Montevideo. Fue delatado por el baqueano que debía llevarlo hasta el lugar de embarque, por lo que los milicianos de la Más Horca rosista lo detectaron y ultimaron junto a un grupo de salvajes unitarios, entre los que estaban Isidoro Oliden, Eduardo Belgrano, Carlos Maisson y José María Riglos.
Para entender de qué modo el coronel Francisco de la Cruz Lynch guarda parentesco o filiación con Ernesto “Che” Guevara, señalaremos lo siguiente: Don Ventura Lynch Zavaleta (1823-1905) era hermano del bisabuelo del guerrillero, o sea, de Francisco Eustaquio Lynch Zavaleta. A su vez, Ventura había casado en 1867 con María Dolores Lynch Pueyrredón (1834-1889), y ésta era hija del desgraciado coronel Francisco de la Cruz Lynch Arandía.
En este segundo ejemplo, notamos el entrelazamiento de dos familias de añeja raigambre unitaria, como fueron los Lynch y los Pueyrredón. Por último, el furibundo antifederal José Mármol evocó en su novela Amalia el asesinato del coronel Francisco Lynch por los hombres de la Más Horca. Anotó lo siguiente:
“El coronel Lynch apenas tuvo tiempo de sacar de su bolsillo una de las pistolas que llevaba y, antes de poder hacer fuego, rodó por tierra al empuje violento de un caballo; dos minutos más tarde ya lo habían degollado…”
Punto entonces.
Por Gabriel O. Turone
Referencias
(1)La revolución de los “Libres del Sur” tiene más aristas respecto a su desarrollo, como ser el bloqueo de Francia a nuestro puerto (1838-1840) que hizo mermar la exportación de ganado al mercado europeo, la oposición a Rosas de los círculos literarios/intelectuales de Buenos Aires (por casos, la Sociedad de Mayo y el Salón Literario, de tendencia francesa), las amenazas militares de los ejércitos unitarios al mando del general Juan Galo de Lavalle y la conspiración de Ramón Maza, hijo del presidente de la Sala de Representantes porteña, Manuel Vicente Maza, a favor de los unitarios.
(2)Academia Nacional de la Historia. Partes de batalla de las guerras civiles. 1822-1840, página 499.
(3)Luciano Miguens, ex presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) entre 2002 y 2008, es descendiente de los Miguens que figuran como implicados en la revolución de los Libres del Sur de finales de 1839.
(4)La Casa Bullrich, Gaona y Wernicke SRL ponía a remate esta pieza documental el 18 de mayo de 2007 en el lote Nº 115, en un precio que oscilaba los 1200 a 1800 pesos argentinos.
(5)Hacemos notar, que en el original aparece escrito “Linch”, sin la “y” griega, lo mismo el apellido “Miguenz”, sin la “s” final.
Bibliografía
Academia Nacional de la Historia. Partes de batalla de las guerras civiles. 1822-1840, Tomo II, Buenos Aires 1976.
Causa Criminal contra Juan Manuel de Rosas, Editorial Freeland, Buenos Aires, República Argentina, 1975.
Cutolo, Vicente Osvaldo. Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, Tomo IV, L-M, Editorial Elche, Buenos Aires 1975.
Ibarguren Aguirre, Carlos Federico. Los Antepasados. A lo largo y más allá de la Historia Argentina, Trabajo inédito.
Portal www.revisionistas.com.ar
ROSAS. Carta del Cuartel Gral. De Santos Lugares firmada Luis Amadeo Andrade al Excmo. Sr. Gobernador y Capitán General, Julio 26 de 1840. Hoja de 30,5 x 25 cm. Pegada sobre cartulina en papel sellado con restauraciones.
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