Blas Parera

Blas Parera (1776-1840)

Nació en Murcia (España), el 3 de febrero de 1776, aunque otras fuentes indican Barcelona, y los años 1774, 1775 o 1777. Era hijo de Ramón Parera y Bernarda Morat. Siendo muy niño, cursó estudios en el Colegio Calasanzio de las Escuelas Pías, en Mataró, cerca de Barcelona, donde también recibió su primera formación Musical, cantando en el coro de su escuela y tocando el armonio en el convento de las Carmelitas. Sobre él es probable que influyera su tío Luis Parera, sacerdote y organista de la parroquia.

Llegó a Buenos Aires en 1797, a bordo de la fragata mercante “Rosario”. Fue organista de la Catedral y en los templos de la Merced y San Ignacio, desempeñándose asimismo como maestro de música y canto de distinguidas familias de la sociedad porteña de esa época.

De 1802 a 1803, fue organista de la iglesia de San Francisco de Montevideo. El 15 de noviembre del último año, lo contrató la empresa del recién construido Teatro Argentino (1) en calidad de “primer músico, maestro compositor y director de orquesta”, obligándose además a tocar en la orquesta en todas las funciones y ensayos “ya el clave y el violoncello”.

En 1805 terminó su contrato con el Coliseo, y cuando sobrevinieron las Invasiones Inglesas, se enroló como voluntario en las filas organizadas para la Defensa y Reconquista de la ciudad.

Vivía en una habitación a la calle, en la casa hoy reedificada de Belgrano esquina Chacabuco. Su medio de vida eran las lecciones de piano y violín en casas de familia.

El 19 de setiembre de 1809 contrajo matrimonio en la iglesia de San Nicolás de Bari con la expósita Facunda del Rey, niña que formaba parte del coro en las festividades religiosas mientras él era organista. Parera debió pedir permiso al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros para contraer matrimonio, al cual este efectivamente dio aprobación.

En 1810, Parera escribió varios cantos patrióticos con motivo de la Revolución de Mayo, y en 1812, compuso un Canto a la memoria de Mariano Moreno, con letra de fray Cayetano Rodríguez. Es probable que Parera sea el autor de la música del melodrama de Morante, El 25 de Mayo (1812). Durante su actuación como director de orquesta del Coliseo compuso tonadillas, canciones, etc. Fue en agosto de este último año, cuando puso música a los versos de fray Cayetano Rodríguez, y en 1813 compuso la Marcha Patriótica, que con letra de López y Planes es el actual Himno Nacional. Tuvo presente para las principales frases musicales una Sonatina, del genial músico Mucio Clementi.

Según divulgadas tradiciones, Esteban de Luca lo llevó a la tertulia de María Sánchez de Thompson (3), y esos versos fueron aclamados por la Asamblea, el 11 de mayo de ese año. El primer ensayo efectuado en casa de la familia Luca, ante un selecto auditorio, mereció franca aprobación. Esta producción que lo ha inmortalizado se destaca por su sonoridad y armonía convenientes para impresionar el espíritu y conmoverlo. El canto fue aprobado por la Asamblea del año XIII, una semana más tarde, y el 28 de mayo era entonado en el teatro con unción patriótica. Desde entonces, comenzó a ejecutarse con gran frecuencia “semanalmente, y al principio de las representaciones teatrales para inflamar el espíritu del público”.

En poder de los descendientes de Miguel de Luca se conservaba la única copia manuscrita del Himno (hoy en el Museo Histórico Nacional) que se considera autógrafa de Parera.

El 6 de julio de 1813 pidió permiso al gobierno para trasladarse a Río de Janeiro, donde “existe el inmortal Marcos Antonio Portugal (2), de cuya instrucción espera poder extender sus conocimientos en un arte en que puede ser útil a esta Capital”, pedido que le fue acordado en la misma fecha.

Pocas son las noticias que se tienen del músico catalán en los años siguientes. Sin embargo en setiembre de 1815 estaba de nuevo en Buenos Aires. Por entonces nació su hijo Juan Manuel y además de éste, tuvo otras dos hijas en España llamadas Dolores y Juana.

Por un documento de la época sabemos que practicó un reconocimiento de música en los instrumentos adquiridos por el comando del Batallón Nº 7 de Libertos. Posteriormente regresó a España, sin su esposa ni su hijo, y en agosto de 1818 residía en Cádiz. En 1824 estaba en Madrid. Luego vivió en Barcelona hacia 1830, actuando como maestro de solfeo y canto. En sus últimos años se desempeñó como Interventor del Correo.

Falleció de una gangrena, en Mataró, el 7 de enero de 1840, y al día siguiente fue sepultado en el cementerio local.

Era un hombre de vida natural, sencillo, desaliñado y poco diligente; parece que fue un bohemio no muy adaptado y un poco reacio. Su indudable talento musical, sus grandes condiciones de compositor, le abrieron paso como hombre necesario y útil. El maestro Blas, como se le llamaba, fue desde luego un hombre popular y muy apreciado en Buenos Aires. Domingo de Azcuénaga en una letrilla, escrita hacia 1816-18, lo satiriza con mordacidad. Un conservatorio de música de Paraná lleva su nombre. Una escuela y una calle de esta capital también lo recuerdan, y se le dio su nombre a un pueblo situado en la provincia de la Pampa, en el departamento de Rancul.

Referencias

(1) Entonces conocido como Coliseo Provisional de Comedias de Buenos Aires, llamado así por ser su ubicación provisoria. Comenzó a funcionar el 10 de mayo de 1804. Se encontraba en las esquinas de las actuales calles Perón y Reconquista frente a la Iglesia de la Merced en una casa propiedad de Ramón Aignasse.
(2) Otros autores afirman que el debut de la obra se produjo el 25 de mayo de 1813 en la Plaza de la Victoria, al pie de la Pirámide de Mayo, cantado por los alumnos de la escuela del maestro Rufino Sánchez
(3) Marcos Antonio da Fonseca Portugal (Lisboa, 24 de marzo de 1762 – Río de Janeiro, 7 de febrero de 1830) fue un músico y compositor portugués de música clásica. En su época, sus obras fueron conocidas por toda Europa, siendo uno de los más famosos compositores portugueses de todos los tiempos.

Fuente
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino – Buenos Aires (1968).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Leguizamón, Martiniano – Elogio de Blas Parera - La Plata (1910)
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