Nació en Buenos Aires, el 30 de setiembre de 1851, pero fue bautizado en la Iglesia Matriz de Montevideo, por esa circunstancia resultó ciudadano uruguayo. Era hijo de Pedro Podestá y de María Teresa Torterolo, ambos genoveses. Hizo sus primeros estudios en el colegio del país vecino, donde también aprendió música. Como debía ayudar a las exigencias de la familia, trabajó en distintos oficios.
Inició su carrera en el circo en 1873, con sus hermanos, actuando como gimnasta, acróbata o músico, pues era experto en la ejecución de varios instrumentos. En ese año contrajo matrimonio con Ana Viscaent, de padres vascos franceses. Con sus hermanos realizó una gira por el interior. En Minas lo sorprendió la revolución tricolor, por lo que ingresó como músico en la banda de un batallón de línea.
En 1877 los hermanos Podestá pasaron a incorporarse a la gente de Pablo Raffetto, y más tarde a la troupe de Giuseppe Chiarini. Formaron una compañía ambulante que actuó en varios pueblos orientales, donde Gerónimo constituyó una orquesta con la que animaban los espectáculos.
Adquirieron el primer circo de toldo, al que bautizaron como el “Circo Arena”, y recorrieron varios pueblos, ofreciendo diversas representaciones. Como regresaron sin recursos a Montevideo, decidieron marchar a Buenos Aires, formando la Compañía Rosso-Podestá, el 16 de mayo de 1880. Seis días después debutaron en el Jardín Florida (Paraguay y Florida), pero la revolución les impidió continuar las representaciones. Volvió el elenco a trabajar con Raffetto en una gira por la provincia de Buenos Aires.
De regreso a Montevideo, actuó al lado de su hermano José J. “Pepino el 88”, en varios teatros como pruebista. El elenco pasó a Buenos Aires para ofrecer espectáculos circenses en el Politeama. Luego formó parte de un conjunto brasileño. Actuó en La Plata en 1884, y el conjunto debutó en el teatro Circo “Humberto 1º”.
Con los hermanos Carlo representaron en el Politeama Argentino, la pantomima circense “Juan Moreira”, glosa escenificada del folletín de Eduardo Gutiérrez, alfa matriz del teatro nacional argentino.
Siempre en busca de nuevos horizontes, los Podestá marcharon a Río de Janeiro, donde actuaron dieciséis semanas en el Politeama Fluminense, en el que asistió el Emperador Pedro II y su familia.
Volvieron a Montevideo, y después a La Plata donde los hermanos Podestá en sociedad con Alejandro A. Scotti adquirieron en propiedad el Pabellón Argentino, en la calle 7 esquina 56, el 11 de enero de 1885.
Una breve gira por la provincia de Buenos Aires se prolongó por Rosario y Córdoba.
En 1889, todos los hermanos Podestá pasaron con Frank Brown al Teatro San Martín. Al año siguiente, trabajaron en La Plata representando a “Juan Cuello”, de Eduardo Gutiérrez. Fue entonces cuando apareció la grotesca figura teatral del “cocoliche”, a causa de una feliz ocurrencia de Gerónimo, al anunciar la entrada en escena del actor Celestino Petray, mote que empleó en tono de burla, inspirado en un peón calabrés de su compañía teatral llamado Antonio Cuculicchio.
Después pasaron a la esquina de Sarmiento y Montevideo. Algunos diarios comenzaron a ocuparse de ellos. Figuras de la sociedad asistían a sus funciones, y Carlos Pellegrini hacía acto de presencia en casi todas ellas.
En 1891 actuaron contratados en el Politeama Argentino, y al año siguiente, debutaron en el nuevo Politeama de Montevideo. El negro Gabino Ezeiza se incorporó a la compañía. De vuelta al Jardín Florida, y al Politeama Argentino ofrecieron sesenta y una funciones.
El 3 de noviembre de 1894 estrenó en Montevideo en el Pabellón Podestá-Scotti la obra “Cobarde” del doctor Víctor Pérez Petit, y después “Las tribulaciones de un criollo” del mismo autor, con gran suceso.
Sin detenerse en su vida de trabajo, estrenó “Don Pascual”, obra que fue uno de sus grandes éxitos en la esquina de Cuyo (hoy Sarmiento) y Riobamba, el 7 de marzo de 1896, de la que dio sesenta y seis funciones. El 16 de mayo actuó en el Teatro Victoria con la comedia “Calandria” de Martiniano Leguizamón.
Tras largas e incesantes giras, formó su propia compañía, en la que actuaron sus hijos. Arrendó el Teatro Apolo, y el 25 de marzo de 1898, debutó con la pieza de Enrique De María, “El cabo Melitón”. En ese teatro, y en el Olimpo de la Plata como en el Doria (ex Marconi), actuaron los Podestá hasta el año 1900.
Después de realizar una gira al Uruguay e interior de la República, se instalaron en el Teatro Rivadavia (hoy Liceo), donde se produjo la desintegración de la familia. Para despedirse dieron la última función el 17 de marzo de 1901, con “Calandria”. Gerónimo se retiró con sus hijos, y ocupó el Teatro Comedia, donde debutó el 5 de junio de 1903, con “Caín”, de Enrique García Velloso, y “El Medallón”, arreglo de Ezequiel Soria, música de García Lalanne.
En el Teatro Argentino estrenó “Locos de Verano” de Gregorio de Laferrere. Después de algunas giras se presentó de nuevo en Buenos Aires, inaugurando el Teatro Nacional de la calle Corrientes, el 5 de abril de 1906, construido en sociedad con sus hijos para explotarlo por un plazo de diez años. Entre sus interpretaciones más notables, cabe mencionar: “Juan Moreira”, de E. Gutiérrez; “M’hijo el dotor”, de Florencio Sánchez; “Sobre las ruinas”, de Roberto J. Payró.
Realizaba frecuentemente giras al interior del país, y luego regresaba al Nacional, continuando de esta forma su labor artística, hasta que enfermó en 1917, decidiendo retirarse de las tablas.
Falleció en Buenos Aires, el 7 de agosto de 1923, a los 71 años. Poseedor de una enorme fuerza de atracción, rico en naturalidad y exactitud, en todo era parejo, en su arte y en la vida ciudadana. Su simpatía abierta y franca, era atributo que lo enaltecía en todas partes. Fue un sereno, intrépido y decidido propulsor de nuestro teatro.
Fuente
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino – Buenos Aires (1978).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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