Era nacido en Génova (Italia), el 25 de octubre de 1815. Cuando apenas tenía seis años de edad, ante sus excepcionales virtudes, Niccoló Paganini se ofreció para darle lecciones, componiendo para él, un Concierto, y seis Sonatas para violín, con guitarra, viola y violoncelo. También estudió con Agostino y Giacomo Costa Delle Piane, este último discípulo de Paganini. A los diez años de edad comenzó su carrera de concertista, y en 1828, tocó en la Sala Chautereine de París acompañado por Franz Liszt. Tenía entonces 13 años, y era considerado un verdadero prodigio.
Cuando Paganini abandonó Génova, continuó siguiendo el progreso de Sivori, reconociéndolo como su alumno (“el único que puede llamarse mi alumno”, escribió en 1828).
“Paganini reencarnó”, decían los críticos musicales europeos durante la larga gira de Sívori por Austria, Hungría, Alemania, Polonia y Rusia, Francia, Bélgica, Inglaterra, Irlanda, Escocia y Holanda entre 1841 y 1845. En 1846, viajó a Estados Unidos de N. A., donde actuó en 67 ciudades, pasando después a México, Panamá y Perú. En Chile tuvo destacada actuación, siendo recordados sus conciertos en el teatro y en salones particulares. En Valparaíso se embarcó en una fragata inglesa que lo condujo a Río de Janeiro.
A fines de 1849, pasó al Río de la Plata, llegando a Buenos Aires en enero de 1850. El “Diario de la Tarde” del 29 de enero anunció que en el Teatro de la Victoria se daría una función extraordinaria a beneficio de Camillo Sívori. En la primera parte del programa se ofrecía la sinfonía de la ópera Norma; en la segunda Il Nuovo Figaro, y en la tercera la introducción y cavatina de la ópera Hernani. Asistió a la función la señorita Manuelita Rosas.
El 5 de febrero, sívori ofreció su segundo concierto en el que se dio la ópera El Barbero de Sevilla, y ejecutó La Campanella, rondó de concierto cuyo autor era Paganini. En la segunda parte del programa brindó La Plegaria de Moisés, famosa composición, la más difícil de Paganini, tocada en una sola cuerda por Sívori. En la tercera parte ejecutó El Carnaval de Venecia, obra maestra de Paganini, con variaciones burlescas y fantásticas. En esta oportunidad Sívori ofreció una segunda muestra de su fuerza colosal en el violín, y demostró hasta donde puede el genio con el influjo del arte absorber la atención del auditorio.
Debido al éxito obtenido, a principios de febrero celebró una audición ante Juan Manuel de Rosas en su residencia de Palermo, con invitados especiales.
El 26 de enero de 1850, dio su tercer recital en Buenos Aires, con un programa compuesto por La Melancolía, fantasía que concluyó con una variación brillante titulada El movimiento perpetuo, ejecutado por Sívori, y en la segunda parte se ofreció Lucía de Lammermoor. Al final de esta ópera ejecutó una fantasía de concierto compuesta por él. En la tercera parte incluyó en el recital la tradicional tonada norteamericana Yankee Doodle, que Sívori había escuchado en su último viaje por los EE.UU.
Ofreció su cuarto concierto en Buenos Aires el 5 de marzo de 1850, interpretando entre otras piezas: Rondó Rosse, de Beriot; Variaciones sobre “La Sonámbula”, tocada en una sola cuerda, y El Carnaval de Venecia.
Después pasó a Montevideo donde se presentó el 16 de marzo de 1850. Allí le escuchó Bartolomé Mitre, que lo trató personalmente, y entusiasmado por sus ejecuciones le dedicó unos versos.
Sívori escribió varias composiciones durante sus viajes por América, entre ellas, unas Variaciones de concierto sobre la zamacueca, que tituló El Carnaval de Chile (1840). Fue también autor de más de sesenta obras plenas de virtuosismo y belleza melódica. Incluyen dos conciertos para violín (1839 y 1843), numerosas fantasías y variaciones sobre temas de las bien conocidas óperas de Paisiello, Mozart, Rossini, Bellini, Donizetti, Verdi y Gounod, y sobre melodías tradicionales.
Cuando el general Mitre visitó Europa en 1890, al llegar a Génova, entre el grupo de personas que acudieron al puerto a saludarlo se encontró Sívori, con quien se estrechó en un fuerte abrazo.
Poseía muchos instrumentos valiosos, incluyendo violines de Nicoló Amati, Antonio Stradivari, Carlo Bergonzi, Gaetano Chiocchi y Jean Baptiste Vuillaume. Su favorito era el violín Vuillaume (1), que recibió de Paganini. Era una copia exacta del famoso Cannone Guarnerius (2) que éste músico poseía.
Camillo Sívori vivió por muchos años en París y falleció en Génova el 18 de febrero de 1894, a los 78 años de edad.
Referencias
(1) Jean Baptiste Vuillialme era el más prestigioso lutier de esa época. No solamente le reparaba el Guarnerius a Paganini, sino que fabricó una copia tan exacta, que ni siquiera Paganini podía distinguir una de la otra.
(2) Apreciado instrumento fabricado en 1743 por el luthier italiano Giuseppe Antonio Guarneri (1698-1744).
Fuente
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino – Buenos Aires (1985).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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• Nel cor più non mi sento” para violin y piano, obra de Camilo Sívori, interpretada por Mauro Tortorelli (violín)-Angela Melus (piano) – (video)
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