Nació en Mazzarino, Sicilia (Italia), el 30 de agosto de 1658. Ingresó en la Compañía de Jesús de Sicilia en 1677, donde estudió filosofía. Dio clases de humanidades en la isla de Malta. Posteriormente se estableció en Palermo, desde donde escribió varias cartas a la orden jesuítica, fechadas el 10 de abril de 1679, el 31 de octubre de 1687 y el 19 de noviembre de 1688, solicitando ser enviado a las misiones (1). Como bien indica Roberto Tomichá, en general se atendía el pedido de los jesuitas recién a la tercera o cuarta carta. Con Restivo el caso no fue distinto.
Se lo envió a América el 9 de febrero de 1689 desde Sevilla. El 6 de abril de 1691 llegó a Buenos Aires, luego de haber atracado en otro puerto el 23 de marzo de 1689 (2). Desde Buenos Aires pasó a las reducciones jesuíticas en el antiguo Paraguay; más precisamente a la reducción de Candelaria, Misiones, donde profesó sus cuatro votos el 15 de agosto de 1694.
De las reducciones del Paraguay Restivo fue enviado a la actual Bolivia, donde misionó entre los chiquitos y chiriguanos. En 1707 llegó a Chiquitos, donde permaneció hasta 1712. En 1708 estuvo en San Javier de Chiquitos y desde allí firmó junto con otros seis misioneros, el 11 de julio, las Consultas que se hicieron en las Juntas del Pueblo de San Xavier donde se trataron todo lo concerniente á las Misiones, cuyo manuscrito se encuentra en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro y fue publicado por Jaime Cortesão. Por la carencia de arte o gramática, vocabulario y tesoro de la lengua chiquitana, en el párrafo 14 de ese documento el padre visitador propuso que se encargase la ejecución de dichos materiales a los padres lenguaraces “de suerte que con método claro y aumento de noticias se facilitase el uso de esta lengua, empezando por el Arte y el Vocabulario. Convinieron todos los demás padres en que al padre Felipe Suárez se le encomendase cosa tan importante y le ayudase el Padre Restivo”.
En 1710, Restivo es mencionado por única vez como misionero de Chiquitos en un catálogo trienal encontrado en el Archivo Romano de la Sociedad de Jesús (ARSI – Archivum Romanum Societatis Iesu), sin indicación del pueblo a su cargo. Durante 1711 y 1712 es visitador provincial de Chiquitos. Según Eckart Kuehne, no existe informe de esta visita y su fecha exacta es dudosa, como también la fecha de la consulta que menciona la visita. Restivo salió quizás en 1712 de Chiquitos, porque el catálogo trienal de 1713 ya no lo menciona después de esa fecha.
En la carta anua que recoge los eventos ocurridos de 1714 a 1720, consta que en el año 1715 “comenzaron la misión de los chiriguanos, en las cercanías de Tarija, el Padre Pablo Restivo, rector del Colegio de Salta, muy perito en la lengua guaraní, acompañado por el Padre Francisco Guevara”. De hecho se trata de una reapertura de la misión a los chiriguanos, quienes en ese año vuelven a pedir padres jesuitas que dudan en atenderlos porque ya varias veces habían solicitado misioneros sin jamás haberse convertido.
En 1717 Restivo escribe un informe sobre las misiones a los chiriguanos, cuyo original autógrafo se encuentra en la Biblioteca Nacional de Rio de Janeiro (BNRJ) y fue transcrito por Roberto Tomichá (2002). En su informe al P. Provincial José de Aguirre, detalla las necesidades que han padecido los jesuitas en las misiones de chiriguanos:
“Mi P.e Provl. Joseph de Aguire por averme los PP. De la Misión de Chiriguanos rogado que informasse a VR de lo que yo sé acerca de las necessidades, que se han padecido en dha mission y el derecho que tiene a la Estancia de las Salinas, y el destrozo que ha hecho de dha Estancia el P. Procurador. De las Missiones de Chiquitos desde que se fundó dha mission de Chiriguanos, digo, y depondré con juramento si fuere necessario la verdad de lo que diré”.
Cuando Restivo escribió su informe, hacía veintiún meses que estaba en dicha misión. Menciona las dificultades enfrentadas por él y por su compañero de misión en cuanto a subsistencia material, enfermedades, insensibilidad e irresponsabilidad de los estancieros, rectores de colegio y padres procuradores para con la misión de los chiriguanos y los propios religiosos.
De regreso a Paraguay, Restivo fue designado Superior General de las misiones de guaraníes, de marzo de 1719 a febrero de 1721, y rector del colegio jesuítico de Asunción, de 1723 a 1724, siendo finalmente expulsado de la ciudad por orden de José de Antequera y Castro. Pasó entonces a la reducción de Candelaria, hoy en la provincia de Misiones, Argentina, donde vivió hasta su muerte, ocurrida el 11 de enero de 1740.
Sus escritos sobre la lengua guaraní misionera
Para Restivo, oriundo de Sicilia, el castellano era una lengua extranjera. Ya en América entró en contacto con algunas lenguas indígenas. Durante su primera estancia en la reducción jesuítica de Candelaria, entonces en tierras paraguayas, aprendió la lengua guaraní cultivada por los ignacianos: en efecto, desde su llegada en 1694 comenzó a hablarla con los habitantes del pueblo y a estudiarla en los escritos de Alonzo de Aragona, Simón Bandini –“príncipe de esta lengua”– y en varias composiciones de “indios muy capaces”, como también en las obras de Ruiz de Montoya, Mendoza, Pompeyo, Insauralde, Martinez y Nicolás Yapuguay, a quienes considera “de primera clase”.
Restivo adjudica constantemente su pericia en la lengua guaraní a su maestro, “el venerable padre Antonio Ruiz”, cuya obra lingüística estudió en profundidad, llegando a actualizarla a las formas de hablar de su época, tarea que llevó a cabo al reeditar el Arte (1722) y el Vocabulario (1724) de Montoya en compendios aún más extensos que los originales.
a) Manuscritos firmados como Blas Pretovio
Los manuscritos fechados en 1696 y conservados en Granada, España (Arte de la lengua guarani por el P. Blas Pretovio de la Compañia de Jesus y el Vocabulario del P. Blas Pretovio de la Compañía de Jesús) fueron los primeros trabajos de Restivo sobre la lengua guaraní. Blas Pretovio era el anagrama de Pablo Restivo, y esos manuscritos le sirvieron de base para reeditar versiones ampliadas del Arte y del Vocabulario de Antonio Ruiz de Montoya.
b) Vocabulario de la lengua guaraní
Su Vocabulario de la lengua guaraní, de 589 páginas, fue impreso en los talleres de la reducción de Santa María la Mayor en 1722. Un año antes había publicado ya en la misma imprenta el Manuale ad usum Patrum Societatis Jesu qui in Reductionibus Paraquariae versatur ex Rituali Romano…, de 180 páginas. Como otros jesuitas de la época colonial que dejaron manuscritos sin firma (Falkinger 2008, p. 1, 8), Restivo tampoco firmó el Vocabulario de la lengua guaraní. Su autoría es indicada en la tapa como “otro religioso de la misma compañía”. Solamente la Facultas R. P. Provincialis dada por el padre Ludovicus a Roca menciona a “P. Paulo Restivo, Societatis IESV” como su autor.
c) Arte de la lengua guaraní
En 1724 Restivo también publica el Arte de la lengua guaraní, de 387 páginas, en los talleres de la reducción de Santa María la Mayor. El Arte de Ruiz de Montoya de 100 páginas pasó a 132 páginas en el Arte de Restivo, pues éste agregó diversos escolios y anotaciones. Pero no sólo eso: también añadió 116 páginas de suplemento gramatical y 139 páginas de partículas, sobre las que advierte: “algunas (partículas) ay que ya no las usan mas ó no son universalmente usadas; dessas pondre algunas con essa advertencia y censura, para que no las uses, ante de averiguar, si en el pueblo, en donde estuvieres, las usan o no”.
Este Arte fue reimpreso en 1892 por Frederic Seybold, bajo el título Brevis Linguae Guarani Grammatica. El término Brevis hace referencia a la expresión “artecito simplificado” mencionado por el autor en su introducción. En 1996 Silvio Liuzzi puso en línea una versión digital de la gramática, transcrita por él mismo a partir de la edición de 1724, acompañada de introducción y notas.
d) Otros manuscritos
Si Pretovio es Restivo, puede afirmarse que, poco después de la publicación de su Vocabulario en 1722, el autor lo revisó y extrajo de él y del manuscrito de Blas Pretovio los vocablos y los verbos más usados, que quedaron manuscritos. Ellos forman el Compendio de los vocablos más usados de la lengua Española y Guaraní, sacado del Vocabulario del P. Blas Pretovio de la Compañía de Jesús, 1729, 244 fsn, que se encuentra en el Museo Mitre de Buenos Aires (3). Según el catálogo del museo, la letra del manuscrito es “de principios del siglo XVIII” (4).
Otro manuscrito de 1729, de 95 hojas, se encuentra igualmente en el Museo Mitre (5) bajo el título Vocabulario de todos los verbos usados en la lengua guaraní, con las partículas al fin. Es probablemente una copia del compendio anterior, pues en el Catálogo del Museo se lo menciona como “copia de un manuscrito original de las misiones jesuíticas del Paraguay, que perteneció á la colección de Angelis, y existe en la biblioteca que fue del señor M. R. Trelles. Útil como prontuario más completo que los textos impresos”.
Obras adjudicadas a Restivo
Las Phrases Selectas son adjudicadas a Paulo Restivo por varios autores. Esta adjudicación lo coloca como autor de la trilogía “Arte”, “Vocabulario” y “Tesoro” (6) que revitalizó las obras clásicas de Antonio Ruiz de Montoya. Las Phrases Selectas son adjudicadas a Restivo porque la obra es contemporánea de los notables manuscritos firmados por Blas Pretovio, nombre que como hemos dicho consta en algunos documentos de la época como anagrama de Pablo Restivo.
Sin embargo, aquí no incluyo esta obra entre las obras de Restivo, porque no consta en ella ninguna mención ni a él ni a Blas Pretovio, y porque está fechada el 27 de septiembre 1687, cuando Restivo no estaba aún en tierras americanas, a las que llegó recién en 1691.
Se adjudica también a Restivo la coautoría con el P. Suárez en la redacción de un Arte y un Vocabulario de la lengua Chiquitana. Si se acepta esa supuesta colaboración, queda la pregunta si el “Tesoro” de 1710-11, existente en La Paz pero inaccesible a la consulta, fue también una coproducción de Restivo y Suárez, que en ese caso lo habrían dejado anónimo tal como indica Sieglinde Falksinger (7). Sin embargo, como ya mencionamos, Fernández indica que Restivo al parecer no hablaba o no hablaba bien el chiquito. Vale preguntar, entonces: si coescribió un arte y varios léxicos en chiquitano, lengua que aparentemente no conocía, ¿por qué no escribió nada sobre la lengua chiriguana, una lengua que según se dice conocía muy bien?
El padre Ludovicus a Roca, Preposto del Provincial de la Compañía de Jesús en la provincia de Paraguay (Praepositus Provincialis Societatis JESU Provinciae Paraquariae), hace referencia en su licencia de publicación a un Catecismo compuesto supuestamente por el Padre Paulo Restivo de la Compañía de Jesús (“Arte, Catecismo, & alia opera, in lingua Guarainorum, compositi a P. Paulo Restivo Societatis JESU”), el cual sin embargo no consta en los catálogos y archivos consultados.
Restivo y la lengua chiriguana
Lo expuesto hasta aquí muestra que Restivo fue uno de los misioneros lingüistas del Paraguay, donde se volvió experto en la obra lingüística de Montoya, actualizándola y ampliándola considerablemente.
No puede decirse lo mismo de su experiencia como misionero entre los chiriguanos, pues no existe ninguna nota suya sobre el guaraní hablado por estos indígenas, que hablaban otra lengua de la familia lingüística tupí-guaraní. Es probable que, como se cuenta, si él realizaba todos los sacramentos en esa lengua apenas un mes después de su llegada a los guaraní-hablantes “occidentales” (i.e. al oeste del río Paraguay), probablemente lo haya hecho empleando el guaraní de las reducciones del Paraguay, o con alguna base en esa lengua. A favor de la hipótesis de que no era versado en la lengua chiriguana tenemos que los autores más antiguos de diccionarios chiriguanos, como León de Santiago de 1791 y Doroteo Giannecchini (1916), no lo mencionan; tampoco lo mencionan los autores contemporáneos como Wolf Dietrich (1986). Para el propio Restivo, ciertamente, la lengua chiriguana era una lengua distinta de la que había conocido en las reducciones del Paraguay, ya que constantemente anota en sus escritos los diferentes registros y modos de hablar del guaraní misionero. No es posible que, para una persona sensible a los cambios temporales (de los años 1630/1640 a 1710/1720) y espaciales (de una reducción a otra, de una margen a otra del río Paraguay), el chiriguano y el guaraní reduccional fueran iguales. Así, su supuesto desempeño en el chiriguano apenas un mes después de su llegada más bien debe adjudicarse a la gentileza del relator de la misión. Obsérvese que, ya en 1707 (p. 182-183), Restivo es presentado como “missionero antiguo de los Guaranís”. El término “antiguo” ciertamente indica que sus conocimientos de esa lengua se remontan a su estancia entre los guaraníes del Paraguay, iniciada en 1694.
Recapitulando, en cuanto a la cronología sabemos que Restivo llega a Buenos Aires en 1691; que se instala en Candelaria, reducción del antiguo Paraguay, en 1694; que siguió hacia la actual Bolivia siendo experto en la lengua en 1707; que trabajó en Chiquitos hasta 1712; luego con los chiriguanos, de 1715 a 1718, siendo también rector del colegio de Salta; que luego volvió a Paraguay, actuando como superior de las misiones guaraníticas en 1718 e 1720, y como rector del colegio de Asunción en 1723 y 1724; que volvió a la reducción de Candelaria en ese mismo año y que allí permaneció hasta su muerte en 1740. Por otra parte, en cuanto a su obra lingüística, es claro que Restivo fue un revitalizador de las obras existentes en las reducciones para el conocimiento de la lengua guaraní. No sólo actualizó la obra lingüística de Montoya sino que la amplió considerablemente, recurriendo a los apuntes de otros jesuitas menos conocidos y recogiendo datos de primera mano con los hablantes indígenas de las reducciones, con lo cual su “Arte” y su “Vocabulario” son mucho más completos que los de su maestro.
Resumen
En las últimas décadas del siglo XVII, las reducciones dirigidas por los jesuitas en el Paraguay eran ya socialmente estables y prósperas. En ese contexto, los ignacianos intensificaron las actividades culturales en los pueblos de indios. Se dedicaron a escribir y a formar a los indígenas en las nuevas especialidades que requerían las nuevas formas de convivialidad y vida religiosa, entre las cuales se contaban los estudios de la lengua, la copia de manuscritos y la reedición de obras lingüísticas. Así, varios misioneros de esta generación se pusieron a complementar y actualizar la obra lingüística del jesuita Antonio Ruiz de Montoya, quien había lanzado las bases del guaraní misionero al publicar su Arte, Catecismo, Tesoro y Vocabulario de la lengua guaraní, en 1639-40. De entre los misioneros lingüistas de final de siglo, se destaca Pablo Restivo, que también ha firmado sus obras bajo el nombre de su maestro, Ruiz de Montoya, y bajo el anagrama Blás Pretovio. Sus obras amplían considerablemente el Arte y el Vocabulario de su predecesor, indica cambios lingüísticos en el contexto misional, así como las diferencias regionales del guaraní hablado en la reducción de Candelaria y sus proximidades y el hablado en la primera reducción de Loreto, donde su maestro se había hecho docto en esa lengua indígena.
Referencias
(1) ARSI, Fondo Gesuitico 748 n. 260, 749 n. 122, 149 n. 194.
(2) AGI Contratación 5549 n. 1 ramo 6, cit. en Tomichá 2002, p. 63.
(3) BMM. 14.1.14.
(4) Mitre, Catálogo, II, p. 56, cit. en Melià, 2003, p. 332.
(5) BMM 14.3.46.
(6) Las Phrases Selectas son una reedición del “Tesoro” de Montoya, siendo que, al contrario de las reediciones de su “Arte” y “Vocabulario”, no amplían el texto original.
(7) La autora cita en su artículo las siguientes obras: Anónimo: “Arte dela Lengua Chiquita. San Javier, 171″”, París, Bibliotheque Nationale, Départment des Manuscrits, Américains 19 (Microfilm) (MsA.01-pa.19); “Anónimo: Bocabulario de la Lengua de los Chiquitos (San Javier, 1718)”, París, Bibliotheque Nationale, Départament des Manuscrits, Américains 20 (Microfilm) (MsV.01-Pa.20); Anónimo: “Vocabulario De La Lengua chiquita Parte 2a. Chiquito-Español Del Pueblo San Xavier. Parte 3.a de los Raizes. Ms.”, París, Bibliothéque Nationale, Départament des manuscrits, Americains 21(Microfilm) (MsV.01-Pa.21).
Fuente
Chamorro, Graciela – El artista de la lengua guaraní: vida y obra del misionero Paulo Restivo - Universidade Federal da Grande Dourados, Brasil (2018).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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