Nació probablemente en Milán (Italia) en 1792. Hijo de Giuseppe Zucchi y de Maddalena di Tomasi; sobrino de Carlo Zucchi, general de los ejércitos napoleónicos. Después de efectuar amplios estudios en su patria, y de residir en París durante diez años, arribó a Buenos Aires en 1826, formando parte del grupo de hombres contratados en Europa y traídos a nuestro país por el gobierno de Rivadavia. Fue nombrado ingeniero-arquitecto de la provincia de Buenos Aires, proyectando y realizando gran número de obras desde 1828 hasta 1835.
Con su compatriota Pablo Caccianiga (1) estableció una escuela de dibujo, en la calle Potosí (hoy Adolfo Alsina) Nº 96. El curso se dividía en tres años. La escuela abrió sus puertas, el 21 de junio de 1828, pero fracasó la iniciativa.
Como arquitecto realizó numerosos proyectos, entre ellos, el Mercado de las Artes, el Palacio Arzobispal, Hospital General para ambos sexos, la iglesia de San José de Flores, Cementerio General del Norte, Cementerio del Oeste y otros edificios. El mismo nos proporciona noticias de todos ellos, en el folleto titulado Colección de los principales proyectos compuestos por orden del Superior Gobierno de Buenos Aires desde el año 1828 hasta 1835… (Buenos Aires, 1835).
También realizó trabajos arquitectónicos por pedido de particulares como las casas del señor Félix Castro, de los generales José María Paz y Tomás Guido. Esta última obra la realizó Zucchi en los años señalados, y comprendía 80 planos que iba a publicar en cuadernos de ocho láminas, cada uno en diez entregas, pero que no llegaron a aparecer.
Realizó los dos diplomas con que el gobierno obsequió a Juan Manuel de Rosas en su regreso de la Campaña del Desierto, en 1835, que firmó como ingeniero de la provincia.
En 1836, Zucchi, por desaveniencias con sus colegas, y por otras causas, se radicó en Montevideo recomendado por el ingeniero Carlos Pellegrini, donde fue nombrado el 24 de agosto, miembro de la Comisión Topográfica e ingeniero de la Policía y de Obras Públicas. Durante su actuación, que se extendió por espacio de seis años, participó de modo decisivo en gran cantidad de modificaciones, mejoras y proyectos de casas particulares, como de trabajos oficiales.
Hacia 1840, pasó nuevamente una temporada en Buenos Aires para retornar al año siguiente a la vecina orilla. De esa época, son sus Pensamientos sobre la estatua de Napoleón (Buenos Aires, 1841).
A pesar de la vasta labor realizada y las honrosas distinciones que para él tuvieron Suárez y Oribe, se formó en el ambiente local una manifiesta hostilidad por causas políticas que lo obligó a renunciar a su cargo de presidente de la Comisión Topográfica, embarcándose para Río de Janeiro en setiembre de 1842. Desde esa capital entabló una violenta polémica con los redactores de “El Nacional” y “El Constitucional” de Montevideo. Zucchi, amigo del periodista napolitano Pedro de Angelis, quien era colaborador de Rosas, fue considerado como un espía al servicio de las fuerzas federales que sitiaban Montevideo a partir de 1843. En Río de Janeiro publicó una defensa que fue transcripta parcialmente por la “Gaceta Mercantil”, de Buenos Aires. Con intervención directa del mismo De Angelis estuvo vinculado en una reclamación de varios miles de pesos por un proyecto de Catedral para Asunción del Paraguay, que decían encargado por el ministro Gelly, y que éste negaba rotundamente.
De regreso a Europa, residió un tiempo en París donde proyectó la publicación del catálogo de sus obras en Buenos Aires y Montevideo, que De Angelis menciona en su Bibliografía del Río de la Plata.
En Montevideo planeó un proyecto para la tumba de Napoleón a erigirse en París. En la Exposición General de Bellas Artes de Río de Janeiro, de 1843, expuso varios trabajos.
Falleció en San Macario, Provincia de Milán (Italia), el 1º de octubre de 1856.
Referencia
(1) Nació en Italia, en 1798 y falleció en Buenos Aires en 1862. Establecido en Buenos Aires hacia el año 1826, había estudiado en Roma dibujo y pintura con Irabalep y Calani. Durante cinco años fue Profesor en la Universidad de Palermo y era conocido por sus trabajos en Italia y Francia. En Buenos Aires enseñó dibujo en colegios secundarios y en 1826 fue designado Profesor de Dibujo de la Universidad Nacional de Buenos Aires, cargo que desempeñó hasta el año 1835. A él se le debe la introducción del estudio de la pintura en la Universidad, no solo en cuanto al óleo y acuarela se refiere, sino también a la miniatura, tan en boga en esa época. Se conoce de su autoría una litografía sobre el asesinato de Facundo Quiroga que se encuentra en el Museo Juan Martín de Pueyrredón de San Isidro. Su nombre figura como maestro y precursor de los primeros pintores argentinos y entre sus discípulos figuran Fernando García del Molino, Carlos Morel, Ignacio Baz y Antonio Somellera. Pablo Caccianiga respondía a la preceptiva académica tradicional, por lo que consideraba fundamental todo lo relativo a la figura.
Fuente
Cappelli, “L’emigrazione di artisti e artigiani italiani nelle Repubbliche del Plata”.
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino – Buenos Aires (1985).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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