El gobernador de Santa Fe, Juan Pablo López (apodado “Mascarilla” por su fealdad), en abril de 1842 se pronunció abiertamente contra Rosas y no considerándose con fuerzas suficientes para dar una batalla, se dispuso a seguir la guerra de guerrillas.
El 12 de abril en el combate de Coronda, las fuerzas leales al gobernador santafesino fueron vencidas a pesar de la acción del coronel Juan Apóstol Martínez que terminó siendo prisionero y fusilado por orden de Oribe. Juan Pablo López logró escapar hacia el norte, llegó hasta el Chaco santafesino y cruzó a Corrientes. Sabido es que el coronel Martínez triunfó en sucesivas batallas durante la guerra por la Independencia y que en ese combate se mantuvo en la retaguardia para que los batallones comandados por López pudieran retirarse hacia el norte.
Oribe siguió avanzando hacia Santa Fe, después de tres días de marcha pasó por Ascochingas (ex distrito santafecino). El 16 de abril de 1842 junto al general Pascual Echagüe llegaron hasta la capital provincial y ya estaban al noreste de la ciudad cuando se enfrentaron los ejércitos en Colastiné.
Finalmente López con su segundo, el coronel Santiago Oroño, fue derrotado en el combate del Paso de Aguirre (17 de abril de 1842) huyendo ambos con su gente dispersa hasta el Paso de Rubio en Corrientes. Andrada triunfante, degolló a cuantos encontró, dispersos u ocultos por lo montes. Echagüe entró en Santa Fe y desde ella el 23 de abril de 1842 decía a Oribe: “El traidor salvaje Mascarilla se ha embarcado con sólo cinco hombres: se le tomaron dos asistentes con dos valijas. Estas y $33 que en ellas se encontraron, le he ordenado al Coronel Andrada distribuya entre los aprensores, y espero sea de su aprobación. Cumplo con el deber de remitir a V. los únicos papeles que se le han encontrado, pues según verá valen muy poco”.
Parte de la batalla
Parte del general Echagüe al jefe del Ejército de Vanguardia de la Confederación Argentina, general Manuel Oribe. Le comunica el triunfo obtenido por el coronel Andrada juntamente con las divisiones Flores y Barcena en el Paso de Aguirre (17 de abril de 1842)
¡Viva la Federación!
San Pedro, Abril 20 de 1842
Año 33 de la Libertad, 27 de la Independencia y 13 de la Confederación Argentina
Al Excelentísimo Señor Presidente del Estado Oriental General en Jefe del Ejército de Vanguardia de la Confederación Argentina, Brigadier Manuel Oribe.
Excelentísimo Señor.
Desde que por disposición de S. E. me avancé en persecución del salvaje unitario traidor Mascarilla, apuré mis marchas cuanto me fue posible hasta ponerme sobre él, así fue que al día siguiente por la mañana estuve en las inmediaciones del Tala donde según todos los pasados que se me presentaban debía él ofrecerme la batalla. Sospechando sin embargo, que no fuese sino un arbitrio para entretener a sus soldados que propagaba semejante plan, oculté la fuerza y le hice ver solamente ochocientos hombres con el objeto de comprometerlo a que cumpliese su palabra; más no sucedió así porque a la sola vista de esta columna se puso en una retirada tan precipitada que se confundía con una fuga vergonzosa. En el momento me puse en marcha con todas las Divisiones esforzándome en cuanto me fue posible para alcanzarlo, pero todo mi empeño fue inútil a pesar de haber andado como tres leguas al trote en las que se inutilizaron muchos de nuestros caballos rendidos de tan larga distancia. Determiné no obstante, continuar la persecución del modo que era posible, y como a las doce del día recibí parte del coronel Andrada que el traidor vadeaba el Salado por el paso de Miura y por insinuación de este mismo jefe continué mi marcha por la banda occidental de dicho río hasta el paso de Aguirre con la mira de salirle adelante como lo conseguí.
Alucinado el traidor con la idea de que ninguna fuerza extraña le saldría por el Norte, dirigió toda su vigilancia hacia los pasos de Catalán y Miura mas desafortunadamente una partida de indios aprendió a un soldado nuestro extraviado y éste le informó de la dirección de nuestra marcha pero con la precaución de asegurarle que sólo el Coronel Andrada era el que con solo su División de seiscientos hombres venía por este punto. Marchó entonces con su titulado ejército fuerte de mil setecientos a batirlo, y se encontró además con las Divisiones Flores y Barcena que noticiosas del movimiento del salvaje marcharon precipitadamente al campo donde ayer ha sido su sepulcro (Paso de Aguirre) de que se informará V. S. por el parte original que tengo la satisfacción de dirigirle adjunto. Si en él no se menciona la benemérita División Barcena que tuvo una parte muy gloriosa en el suceso es porque el jefe que lo firma ignoraba que el día anterior la había mandado adelantar con su valiente coronel, a ponerse a las órdenes del bravo coronel Flores, quien en el momento del combate entró con la mayor decisión acuchillando la izquierda del enemigo.
En el momento de emprender el ataque iba yo en marcha a una legua de distancia en el Batallón Rincón y las Divisiones Hidalgo y Santa Coloma, pero le aseguro a V. E. que no se cuáles tendrían más mérito, si las que triunfaron denodadamente sobre los salvajes unitarios, o estos virtuosos cuerpos que por subordinación y disciplina se sometieron al orden que les intimé, sofocando en sus pechos el ardoroso deseo de tomar parte del combate.
Según los informes que acabo de recibir pasan de doscientos los muertos. El Escuadrón Peredo de la División Barcena tuvo la fortuna de entrar por donde logró acuchillar más enemigos. El Batallón Rincón está animado del espíritu de su jefe, en menos de once horas marchó nueve leguas bajo un sol abrasador, y con muy escasa agua, mostrándose siempre contento y entusiasta para combatir.
Las indiadas han cumplido fielmente su palabra: en los momentos de presentarse la batalla abandonaron al traidor salvaje Mascarilla, mandándoseme ofrecer todos para presentárseme cuando los necesite.
Al felicitar a V. E. y al ejército por la gloriosa terminación de esta campaña, no puedo excusarme de recomendarle a todos los Señores Jefes, Oficiales y tropa que componen estas virtuosas Divisiones que se ha dignado V. E. poner a mis órdenes.
Dios guarde a V. E. muchos años.
Pascual Echagüe
Fuente
Archivo General de la Nación, VII. 22-2-1 – Colección Celesia, Rosas (1842-1845).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Portal www.revisionistas.com.ar
Zinny, Antonio – Historia de los gobernadores de las provincias argentinas – Buenos Aires (1879).
Se permite la reproducción citando la fuente: www.revisionistas.com.ar