De ascendencia alemana, nació en Jork, pequeña ciudad en la margen izquierda del río Elba, perteneciente al distrito de Stade, Baja Sajonia (Alemania), el 6 de febrero de 1797, sus padres fueron Johannes Stegmann y Catherine Köphen. Mucho tuvo que sufrir durante sus años juveniles por la ocupación francesa (1803-1814). Klaus aprendió la profesión comercial en la firma I. C. D. Dreyer, en Altona, y tras comprometerse para trabajar en la firma argentina James Brittain & Cía, llegó a Buenos Aires el 6 de setiembre de 1818, a bordo del bergantín Dioskuren. James Brittain volvió a Inglaterra alrededor del año 1830 y desde entonces Klaus quedó al frente del comercio. Cuando el propietario murió, en 1832, heredaron sus sobrinos, los Brownell, de Sheffield, y éstos, el 21 de diciembre de 1833, modificaron la razón social en Brownell, Stegmann & Cia..
Posiblemente, para facilitar esta transacción, Stegmann adoptó el 1º de noviembre de 1833 la ciudadanía inglesa, cosa que en aquella época no era difícil para un hannoveriano como él, dado las buenas relaciones entre el Principado de Hannover e Inglaterra, que estaban en unión personal. Sin embargo esta circunstancia nunca fue causa para que Stegmann dejara de ser un buen alemán, por el contrario, siempre ha mantenido en su hogar la tradición alemana. Se lo ha considerado “fundador” de la colectividad alemana, por haber contribuido en 1833 a la compra del Cementerio Alemán, y en 1842, a la contratación de un pastor.
Los de esa nacionalidad entre los que se contaba Stegmann fundaron hacia 1820, un Club Alemán, con fines sociales y de socorro mutuo, primera entidad de ese tipo formada por extranjeros en Argentina.
Doce años más tarde de su arribo al Plata contrajo matrimonio con Narcisa Victoria Pérez Millán y de la Quintana, hija de un terrateniente español, viuda sin hijos del coronel Friedrich Rauch, quien cayó el 28 de marzo de 1829, a manos del aborigen Nicasio Maciel, apodado “Arbolito”.
Con Sheridan, Harrat, Hannat y Whitfield, puede considerarse como los principales creadores de nuestra riqueza ganadera.
En 1840, estableció una de las mejores cabañas para la cría de carneros merinos, llegándose a contar entre los más fuertes ganaderos del país.
En su estancia “La Quinta” de San José de Flores se organizaban grandes fiestas a las que asistía la más antigua sociedad de la “Gran Aldea”, como los Sáenz, Luca, López, Casamayor, Mendeville, Downes, Carlaisle, Barton, Robertson, Miller, Parish, Esperó, Agüero, Arana, Sarratea, Vivot, Cazón, etc. Allí se encontraba el famoso piano Stoddart en el cual solía tocar Manuelita Rosas.
A orillas del río Salado, compró la Estancia “Los Poronguitos”, en la que se dedicó a la cría de lanares.
Klaus Stegmann tenía las más diversas relaciones con don Juan Manuel de Rosas; fue en su estancia de San José de Flores donde el gobernador festejó, el 30 de marzo de 1850, su cumpleaños 57. En cierta oportunidad le obsequió al Restaurador un hermoso alazán para emprender la Campaña a los Desiertos en el año 1833. Ya en el exilio, y en momentos en que el ex Gobernador Rosas estaba revisando algunos viejos papeles que se había llevado consigo, encontró una carta fechada el 16 de agosto de 1846 que refería a un pedido de permiso de Claudio Stegmann para poner una pulpería en el Partido de Pila. Entonces, Rosas recordó algo que lo marcó para siempre, anotándolo al margen de esa misiva. Allí puso: “El mejor caballo que he tenido y tendré jamás, me lo regaló don Claudio Stegmann. Era bayo, del Entre Ríos, murió en la expedición de los desiertos del Sur, comido por un tigre que encontrado después lo enlazó y mató el general Rosas”.
La residencia permanente de los Stegmann tocaba por los fondos con la de Rosas, la que se encontraba a la misma altura, actual calle Moreno 550. Cuando en febrero del año 1848 Stegmann hizo construir allí un pozo, los obreros tropezaron con un túnel subterráneo, de cuya existencia nadie tenía conocimiento, y que posiblemente databa del tiempo de los Jesuitas, o de las invasiones Inglesas.
El asunto se comentó, se siguió el curso del túnel y efectivamente, un trecho del mismo, llevaba hacia la casa de Rosas, contra el cual, en 1840, se intentó atentar contra su vida con la “máquina infernal”. El hecho se comentó en los diarios y del inocente túnel se hizo una mina con la que se pretendió asesinar, en su propia casa, al Restaurador de las Leyes.
Stegmann fue arrestado y alojado en las Casa Central de Policía. Fue interrogado infinidad de veces, al igual que su anterior propietario, y los operarios que habían realizado refacciones en la casa, hasta mayo de 1848, fecha en que se cerraron las actas y Klaus Stegmann quedó libre de toda sospecha y recuperó nuevamente su buena reputación. Un peritaje estableció que había sido fabricada en 1806, en ocasión de la primera invasión inglesa.
Los desagrados y disgustos pasados, y también posiblemente los malos tratos recibidos, perjudicaron enormemente su salud.
Falleció en Buenos Aires, el 11 de diciembre de 1854. El día de su entierro hubo todavía un incidente. El coche fúnebre contratado para transportar sus restos pertenecía a la firma A. Féret, que tenía el monopolio. El servicio debía ser pagado por adelantado y era bastante común que el carruaje no apareciese en el horario indicado para las exequias. Tal cosa ocurrió con Klaus Stegmann, por lo que tuvo que ser llevado al cementerio en un carruaje particular, mientras el coche oficial recién llegó a la casa una hora más tarde.
Fue socio del Club de Residentes Extranjeros, y su retrato al carbón cuelga en uno de los salones de esa institución.
Tuvo once hijos, uno de ellos Claudio Federico (1833-1887), estudió en Alemania en la Escuela de Agricultura y Ganadería de Osnabruck. Más tarde se hizo cargo de la administración de la Estancia de su padre y continuó con la cría de ganado en forma ejemplar, realizando viajes a Alemania e introduciendo nuevas razas al país, como los Merinos de Lausitz. Fue fundador de la Sociedad Rural Argentina y miembro de su primera presidencia. Otro de sus hijos, Jorge Raimundo, (1836-1879), fue Diputado y Senador de la Provincia de Buenos Aires y también uno de los fundadores de la Sociedad Rural Argentina.
Fuente
Beccar Varela Alfonso – Genealogía Familiar
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, Buenos Aires (1985)
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Heredia Gayán, Alberto Martín – Descendencia de D. Claudio Stegmann Köphen
Ibarguren, Carlos – Juan Manuel de Rosas – Buenos Aires (1930)
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