El pueblo de La Rioja –no su clase social llamada distinguida, privilegiada o rica- no tenía ninguna simpatía por el general Mitre y sentía mucho recelo hacia los porteños –los demagogos- y cierto resquemor por Buenos Aires, pues el recuerdo del Chacho y del vandalismo de los ejércitos mitristas que habían arrasado los pueblos riojanos, sobre todo los de los Llanos, estaba muy vivo. ¡Cuántos de esos riojanos aún lloraban a familiares muertos por la barbarie mitrista dirigida por Sarmiento, director de la guerra! La Rioja, como Catamarca y Santiago del Estero, veían con espanto la guerra con el Paraguay. Y con más espanto aún cuando veían que contingentes de pobres paisanos, arreados como bestias, y fuertemente custodiados por soldados de línea eran llevados a la fuerza hacia aquella matanza. (1)
En especial con respecto a La Rioja, insistimos en que nos referimos a su pueblo, con exclusión de la clase rica o distinguida, porque ésta era partidaria de la oligarquía porteña, fuese mitrista o de cualquier otra facción, pues sus intereses eran afines. Esa clase rica que había combatido a Facundo y al Chacho, ahora hacía causa común con Mitre en lo referente a la guerra con el Paraguay.
Los caudillos riojanos, Facundo, el Chacho, y luego Varela, Chumbita, Zalazar, Elizondo y los restantes ¿se sublevaban contra el avasallamiento porteño por cuestiones económicas? ¿Por la intervención extranjera en nuestra política nacional? No; de ninguna manera. Léanse todas las notas de esos caudillos y no se hallará una sola alusión a tales cuestiones. Eran resistencias al avasallamiento del porteñismo. “Las provincias serán despedazadas, pero sometidas jamás”, proclama Facundo. Y de ese dictado no pasa. “Ud. general Mitre, que es como el padre de todos los argentinos, debe escucharnos” dice el Chacho a Mitre presidente. Y en cuanto a los demás caudillos, ninguno hace alusión sino al avasallamiento de La Rioja por el porteñismo. Varela insiste algunas veces en la necesidad de una reunión de países sudamericanos, idea que viene ya de Bolívar. Deducir de ello una acción antiimperialista contra Inglaterra animada por Varela, es propia de mentalidades muy jóvenes y diletantes.
A partir de Facundo mismo, la lucha de los caudillos es contra la oligarquía, tanto porteña como riojana: los demagogos, es decir, los embaucadores, los charlatanes, los políticos de la oligarquía. No había cuestión alguna de banderías políticas. Para el habitante de los Llanos, por ejemplo, que montaba su caballo y empuñaba la chuza, no cabía una diferencia en cuanto a ideología. El gaucho riojano era, ante todo y por sobre todo, riojano. Con Facundo había guerreado a favor de Rosas, que era porteño y federal, y una vez muerto Facundo, luchó con el general Brizuela, el Zarco Brizuela, en contra de Rosas y a favor de los unitarios. Con el Chacho, cuando éste se sublevó como jefe, luchó contra el mitrismo. ¿Había cambiado de mentalidad este gaucho, este afincado?
No, mentalmente era siempre el mismo. El luchaba siempre en defensa de la autonomía de La Rioja. Luchó contra Rosas cuando le hicieron creer –la enorme y hábil propaganda unitaria- que Rosas había instigado a que mataran a Facundo.
Historiadores modernos, con poco respeto por la verdad histórica, quieren ver en las sublevaciones de los caudillos riojanos luchas antiimperialistas o luchas de bandería entre federales y unitarios. A excepción de Facundo, que luchó a favor del partido federal, rosista, los demás lucharon contra el avasallamiento de La Rioja, contra –repitámoslo- los demagogos. Ya lo dice el cantar tradicional:
Diz que el Chacho ha muerto
Y ello ha de ser verdad;
tengan cuidado “magogos”
no vaya a resucitar. (2)
No toda La Rioja estuvo con los caudillos, no nos cansaremos de repetirlo. Fue necesario que pasaran más de cien años de la muerte de Facundo para que se erigiera un busto a su memoria. (3)
Irónicamente, el Departamento de los Llanos, donde nació Facundo, fue denominado por la clase distinguida de La Rioja, Departamento Rivadavia, siendo Rivadavia, el hombre contra quien más luchó Facundo, y podría decirse su antítesis. Ese departamento se llama actualmente “General Juan Facundo Quiroga”, existiendo además en dicha provincia los departamentos: “General Angel Vicente Peñaloza” y “Coronel Felipe Varela”.
La reivindicación de estos patriotas riojanos aún no es total en la provincia. Falta que la conciencia de ello llegue a sus clases altas. Esto no es necesario en el pueblo, donde la reivindicación es profunda y antigua.
Referencias
(1) “Recibí del gobierno de la provincia de Catamarca la suma de cuarenta pesos bolivianos por la construcción de 200 grillos para los voluntarios santiagueños que marchan a la guerra contra el Paraguay”. Rafael Cano – Catamarca al 800-
(2) El doctor José María Rosa, cambia el sentido de esta cuarteta en su “Historia Argentina”, tomo dedicado a la crónica de los caudillos riojanos, transcribiéndola así: “Diz que el Chacho ha muerto/y ello ha de ser verdad/tengan cuidado salvajes/no vaya a resucitar”. Cambia la palabra “magogos” (demagogos) por “salvajes”, queriendo subjetivamente que el lector lea “salvajes unitarios”, dando a entender que la lucha de los caudillos riojanos era contra los unitarios, lo que no es verdad. Ni el Chacho, cuando fue jefe de la sublevación, ni Varela, ni los demás caudillos hicieron cuetión de federales y unitarios. Y si el cantar dice claramente “magogos”, no hay por qué cambiar caprichosamente o interesadamente esa palabra por la de “salvajes”.
(3 )Sólo en 1942 el gobierno de La Rioja rinde homenaje oficial al brigadier general don Juan Facundo Quiroga, y al general de la nación, Angel Vicente Peñaloza, el Chacho. El decreto respectivo dice: “Que siendo oportuno, con motivo del 107 aniversario de la muerte del brigadier general don Juan Facundo Quiroga, rendir por el P. E. este primer homenaje oficial a su memoria y la de su digno continuador, el general don Angel Vicente Peñaloza asignando a sus retratos ubicación honrosa en la Casa de Gobierno, e. Gobernador de la Provincia decreta: Artículo 1º – En homenaje al brigadier general don Juan Facundo Quiroga y al general don Angel Vicente Peñaloza, colóquense sus retratos en el salón de recepciones. Artículo 2º – En el acto público de colocación, se procederá a dar lectura del presente y de los trabajos que las Instituciones y las personas adheridas hayan preparado al respecto. Artículo 3º – Comuníquese, publíquese, etc. Firmado: De la Fuente, Gobernador. G. Kammerath Gordillo, Ministro de Gobierno e Instrucción Pública”. Véase el decreto completo con sus considerandos en: Pedro de Paoli, Vida del general Juan Facundo Quiroga.
Fuente
De Paoli, Pedro y Mercado, Manuel G. – Proceso a los montoneros y Guerra del Paraguay – Bs. As. (1974).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
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