Después de Trafalgar en 1805 y posteriormente sobre finales de ese año en la Batalla de Austerlitz, Napoleón Bonaparte dominaba toda Europa con la excepción de España, la que invade en 1808. Allí coloca a su hermano José como rey y mantiene en solapado cautiverio al Rey de España e Indias Fernando VII. Ante la ausencia del legítimo rey y el apresamiento de sus hermanos -a excepción de la Infanta Carlota Joaquina que estaba casada con el Príncipe Juan de Portugal y vivían en Río de Janeiro– gobernaba un Consejo de Regencia que estaba integrado por cinco miembros. Al principio gobernó desde Sevilla y luego se trasladó a Cádiz.
En todo el Reino de Indias (América), se inician Juntas en las distintas ciudades del continente, que decidirían desde el 21 de setiembre de 1808 (Cabildo Abierto de Montevideo) el destino de los habitantes de estas tierras. El 25 de mayo de 1810 en la Junta de Buenos Aires se jura lealtad a Fernando VII y se subroga al Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, que respondía al Consejo de Regencia. Desde el 21 de junio comienzan las acciones militares entre “Juntistas” y “Regentistas”. El Gral. Manuel Belgrano marcha al frente del Ejército Auxiliador a poner el orden en el Paraguay. El Cap. de Blandengues José Artigas combate a los Juntistas, y en febrero de 1811 llega a la Colonia del Sacramento donde se encontraba el Gobernador de la Plaza, Brigadier Vicente María Muesas, a quien se da presente. El Brigadier Muesas, desaira al Capitán de Blandengues, enviándolo a alojarse fuera de los muros de la ciudad. Surge un inconveniente menor con un integrante de la Compañía de Artigas que genera una discusión entre el Gobernador y el Capitán. El cura de Colonia, Dr. José María Enríquez Peña y uno de sus Tenientes, Rafael Hortiguera, incitan a su Comandante a cruzar el Río de la Plata. El 15 de febrero ellos y seis hombres más llegan a Buenos Aires y se ponen a orden de la Junta. Artigas es ascendido a Teniente Coronel y comisionado a cruzar a la Banda Oriental para así pasar a pelear contra los Regentistas. Cruza el Río Uruguay con 164 hombres a la altura del Arroyo de la China (cercanías de Concepción del Uruguay) y se dirige hacia Mercedes. Allí, el 11 de abril, se une al Ejército del Gral. Belgrano que volvía derrotado del Paraguay y se produce la Proclama de Mercedes, continuando el avance hacia el Real de San Felipe y Santiago, por parte del Ejército del Gral. José Rondeau. El 24 de abril se produce el combate de San José, donde su primo Manuel Antonio cae herido, muriendo un mes después. El 18 de mayo tiene lugar la Batalla de Las Piedras y el 20 de ese mes se inicia el sitio de Montevideo. Artigas asciende a Coronel y pasa a ser el Jefe de las Milicias Orientales que acampan en las cercanías del Parque de los Aliados. Rondeau ubica su Cuartel General en Arroyo Seco. Comienza el asedio a la fortificación con piezas de artillería, con el propósito de hostigar y debilitar las murallas de la ciudad fuerte. Tengamos en cuenta que Montevideo era una ciudad completamente amurallada con muros de granito gris de nueve metros de altura y seis de ancho y cincuenta bocas de fuego. Tenía una ciudadela con cuatro bastiones, circundada por un foso.
Al mermar la reserva de pólvora del ejército sitiador se propone realizar una incursión a la batería de la Isla de Ratas. Es ahí que se ofrecen voluntarios y se selecciona el personal de distintas unidades, entre ellas el Regimiento de Patricios, los Granaderos de Fernando VII, el Regimiento 3º “Arribeños”, el Regimiento de Pardos y Morenos Patricios, el Regimiento de Dragones de la Patria y Artilleros. El Comandante de la tropa era el Capitán Juan José Quesada y el encargado de las embarcaciones y de la navegación era Pablo Zufriategui. La expedición estaba prevista que partiera el 13 de julio a bordo de unos botes de los pescadores del Arroyo Miguelete. Esa noche se produce una gran tempestad y el Gral. Rondeau cancela la misión.
De la fragata Efigenia anclada en la bahía, a causa de la tormenta se desprenden dos botes, uno de ellos de veintidós remos que llegan a las costas a la altura del Arroyo Seco. Desde allí son trasladados en carretas hasta la Casa de las Filipinas en las cercanías de la desembocadura del Arroyo Miguelete Se fija la misión para la madrugada del 15 de julio. Parten desde la Cala del Sastre (aproximadamente a la altura de la actual Plaza Capurro) con las dos embarcaciones de referencia y el mayor de los botes de los pescadores. Antes de arribar a la Isla son detectados por un centinela quien les pregunta el santo y seña. Los incursores asaltan la costa, dan muerte de un tiro al centinela y el Comandante de la Plaza (Capitán Francisco Ruiz), que sale de su alojamiento con una mecha encendida para dar la alarma del cañón y una pistola en la otra mano, corre la misma suerte. El resto de los efectivos se rinden sin ofrecer resistencia. Allí son tomados -ante la poca capacidad de los botes- siete prisioneros, veinte quintales de pólvora, armamentos y correajes. Son inutilizados los diez cañones que allí estaban emplazados. A las cinco de la madrugada la expedición retorna a la costa, encabezados por Quesada y Zufriategui siendo recibidos por el propio Gral. Rondeau con dianas e himnos a la Patria.
Las consecuencias de esta acción son de tremenda importancia, puesto que desarticulan el sistema defensivo de la bahía de Montevideo; integrado por la Fortaleza del Cerro, Batería de la Isla de Ratas y el Fuerte San José del Real de San Felipe y Santiago (actualmente Playa de Contenedores del Puerto), causan bajas enemigas, capturan prisioneros, armamento, municiones, pólvora, destruyen las piezas de artillería y afectan la moral de los defensores; permitiendo con su acción enérgica, continuar el asedio a la Plaza.
Fuente
Díaz Buschiazzo, Cap. Marcelo – Acciones Militares del Cuerpo de Patricios de Buenos Aires en la Banda Oriental (1807-1811) – Tradinco – Montevideo (2007).
Se permite la reproducción citando la fuente: www.revisionistas.com.ar