Nació en Buenos Aires el 19 de junio de 1796, siendo hijo del capitán de Blandengues Pedro Espinosa y de Antonia Suárez de Hortiguera. Se inició en la carrera de las armas el 1º de julio de 1808, en calidad de cadete del cuerpo de Blandengues de la frontera de Buenos Aires, en la 6ª Compañía; este cuerpo cubría la Guardia de Ranchos, puesto avanzado para repeler los avances de los salvajes. Permaneció en este cuerpo hasta principios de 1811, en que marchó voluntariamente a incorporarse al ejército que operaba en la Banda Oriental, bajo el mando del general Rondeau y con fecha 1º de junio de aquel año, Espinosa fue designado porta-guión del 1er Escuadrón de Dragones de la Patria. En 1812 operó contra los portugueses que ocuparon con sus fuerzas la margen oriental del Uruguay, lo que había obligado a Rondeau a replegarse de sus antiguas posiciones. En el Campichuelo, a 8 leguas del Arroyo de la China (Concepción del Uruguay) Espinosa derrotó una partida de españoles que habían desembarcado allí, lo que le valió ser ascendido a alférez del mismo Regimiento de Dragones de la Patria, con fecha 1º de junio de aquel año. Estuvo de guarnición en la Colonia de Sacramento para defender aquel punto y sus costas amagadas por continuos desembarcos que efectuaron los españoles, sorprendiendo en la costa del Sauce una partida de 16 hombres perfectamente armados que habían desembarcado en la costa del Riachuelo, con el objeto de proveerse de carne, apresándola conjuntamente con el lanchón en que habían efectuado el desembarco, armado de un cañón de bronce de a 2.
En la noche del 9 de enero de 1814 apresó el falucho de guerra “San Luis” con los 30 hombres que lo guarnecían, con su armamento, operación que ejecutó con un lanchón tripulado con 20 hombres, en las islas de Hornos, frente a la Colonia, en colaboración con otras lanchas patriotas. Participó en el asalto y toma de la isla Martín García por la escuadra del almirante Brown, el 15 de marzo de 1814, por cuya actuación, Espinosa fue graduado teniente del Regimiento de Dragones de la Patria, el 25 de abril del mismo año. Después fue destinado nuevamente a la guarnición de la Colonia, donde fueron repelidos dos ataques efectuados por tropas desembarcadas. Desde fines de 1813 la atención del ejército de Rondeau fue necesario orientarla hacia dos partes: por una, los españoles y por la otra, el general Artigas que se había alejado de las fuerzas de Buenos Aires y se había lanzado a la campaña oriental poniendo en apuros a los habitantes y autoridades locales, que habían reconocido la autoridad de Buenos Aires. Espinosa fue destacado a la campaña oriental para poner orden en cierta zona, logrando alejar de aquellos pueblos las partidas que respondían a Artigas. Posteriormente, pasó a continuar sus servicios en el ejército que sitiaba la plaza de Montevideo bajo el mando del general Rondeau y después al del general Carlos Antonio de Alvear, encontrándose entre los que la ocuparon el 23 de junio de 1814, por capitulación del general Vigodet. Después de la toma de la plaza, Espinosa capturó los faluchos españoles “San Luis” y “San Martín”. El 1º de setiembre de aquel año, recibió la efectividad de teniente de la 3ª Compañía del 3er Escuadrón de Dragones de la Patria, como asimismo, la medalla de plata que el gobierno de las Provincias Unidas, discernió a los que tomaron parte en la ocupación de Montevideo. Después formó parte de una fuerza con la que el propio general Alvear batió al caudillo Otorgués, segundo de Artigas, en el punto de Las Piedras. El 14 de noviembre de 1814, era promovido a ayudante mayor del 2º Escuadrón del Regimiento de Dragones de la Patria y tomó parte, a comienzos de 1815, en la acción de Salsipuedes contra Rivera, que fue batido por el coronel Dorrego. Intervino en la ocupación de Paysandú, que habían abandonado los partidarios de Artigas y finalmente, pasó a la banda occidental del río Uruguay, incorporándose en el Arroyo de la China al coronel Juan José Viamonte y a Valdenegro, con cuyos jefes se encontró en el combate de Pós-Pós, donde batieron y dispersaron la división del caudillo Blasito, compuesta de 1.000 hombres que habían invadido la provincia de Entre Ríos desde Corrientes, resultando Espinosa con una contusión de bala de fusil en el brazo izquierdo. El 14 de abril de 1815 era graduado Capitán, y el 26 de octubre de 1818, capitán efectivo de los Dragones de la Patria.
Nuevamente se incorporó en el Queguay a la División del coronel Dorrego que operaba en la Banda Oriental del Uruguay. Se encontró en la batalla de Arerunguá (también llamada Batalla de Guayabos), donde sus fuerzas fueron derrotadas, lo que obligó a la evacuación de aquel territorio, regresando Espinosa a Buenos Aires con los restos de su regimiento. En 1815 marchó al Alto Perú, formando parte de una diputación que le envió el pueblo de la Capital al general Rondeau, anunciándole su nombramiento de Director Supremo.
En 1816 fue destinado con dos escuadrones de su regimiento al ejército del Alto Perú, a las órdenes del coronel Rafael Hortiguera, donde permaneció hasta fines de 1817, pues a consecuencia de su mal estado de salud regresó a Buenos Aires a incorporarse a su regimiento.
Tomó parte en la campaña de Santa Fe, en 1818, a las órdenes del general Balcarce, interviniendo en el combate de Paso de Aguirre, donde tomaron una batería enemiga que defendía aquel paso, en cuya operación el capitán Espinosa mandó una de las dos compañías que atacaron por retaguardia a la misma. En 1819 fue nombrado Comandante Militar de Rojas hasta principios de 1820, época en que fue promovido a sargento mayor de su regimiento. En este período sostuvo varios encuentros con los salvajes.
En 1820 tomó parte activa en la guerra civil en apoyo de la autoridad legal de Buenos Aires, contra las montoneras de los generales Estanislao López, Carlos de Alvear y José Miguel Carrera, asistiendo a la batalla de Cañada de la Cruz, a las órdenes del gobernador, general Miguel Estanislao Soler el 28 de junio de aquel año, y al ataque y toma de San Nicolás, al mando del coronel Manuel Dorrego, que dio término a la revuelta con la huída de los cabecillas, el 2 de agosto. En esta acción fue gravemente herido de una bala de metralla.
Preso y desterrado hasta comienzos de 1821, a consecuencia de la asonada del coronel Manuel Vicente Pagola el 5 de octubre de 1820 en la que tomó parte por su afecto personal al coronel Dorrego que acababa de librar al país de las montoneras que habían invadido a la provincia de Buenos Aires, regresó a Buenos Aires y el 1º de enero de 1821 pasó al estado mayor de Plaza, siendo reconocido en su grado de sargento mayor de caballería, pero el 28 de febrero de 1822 obtuvo con este empleo su reforma militar. Se estableció en 1824 en la campaña, ocupado en el establecimiento de una estancia y otros negocios, donde permaneció hasta abril de 1828, en que fue llamado al servicio activo en la clase de Teniente Coronel, Comandante del Regimiento 3º de Milicias de Campaña en cuya época era Comandante General de ésta, el coronel Juan Manuel de Rosas. El 22 y 23 de noviembre de 1828 fue invitado por Rosas para una entrevista en la Guardia del Monte, con la urgencia que demandaba la situación de aquellos días; Rosas le encareció a Espinosa la imperiosa necesidad que había de que se trasladase a Buenos Aires a ofrecer sus servicios al gobernador Dorrego, pues que merecía la confianza y amistad personal de este Jefe, armonía que se había alterado en los últimos tiempos. Que tal necesidad era tanto más imperiosa, pues “era necesario sofocar los planes anárquicos que traían algunos jefes del Ejército que regresaban de la campaña del Brasil”.
Producido el movimiento del 1º de diciembre, espinosa que se hallaba en Buenos Aires en una comisión de Rosas para recibir armamento, se puso inmediatamente en campaña, llegando a la estancia del Pino. El día 2 de diciembre, después de haber ordenado la concentración de su regimiento, recibió los despachos de Coronel de caballería y órdenes de hacer concurrir las fuerzas que mandaba su hermano, el sargento mayor Mariano Espinosa, al cuartel general de Dorrego y Rosas, fuerza que fue la única de línea que tomó parte en el combate de Navarro el 9 de diciembre. Después del fusilamiento del ex gobernador, el día 13, Espinosa permaneció oculto. Habiendo logrado las fuerzas que respondían a Rosas y López los triunfos de Guardia del Monte y de las Vizcacheras y derrotado Lavalle en el puente de Márquez, el 26 de abril de 1829, Rosas estableció su cuartel general en Cañuelas. Allí, a instancias de Juan Manuel de Rosas, el coronel Espinosa se incorporó a su ejército a principios de mayo del mismo año, siendo encargado por el Restaurador de realizar algunos arreglos en varios puntos de la campaña, regresando al cuartel general de aquél a fines de junio, después de la conferencia de Cañuelas entre Rosas y Lavalle, pocos días antes. Espinosa fue entonces encargado del ando en jefe de las divisiones del Sud que asediaban a la capital y el 24 de agosto acompañó a Rosas desde Santa Catalina hasta la chacra de Piñeyro, donde lo esperaba Lavalle con sus principales jefes. Aquel día se ajustó la Convención de Barracas, por lo cual se resolvía el retiro del general Lavalle de la escena y el nombramiento del general Viamonte para ocupar la gobernación de Buenos Aires, a quien Espinosa el mismo día fue a comunicarle de parte de Rosas su nombramiento, hallándolo en su estancia de San Vicente, como lo efectuó, acompañándolo hasta la chacra de Piñeyro, donde lo aguardaban los convencionales y desde donde Viamonte marchó a recibirse del mando.
El 26 de setiembre de 1829 fue ascendido a coronel de caballería. Espinosa después fue encargado por Rosas del mando en comisión de un Cuerpo de Caballería de Línea, denominado “Patricios de Caballería de Campaña”. En 1831 se encontró en la campaña de Córdoba contra el ejército que mandaba el general José María Paz, y estando encargado Espinosa de la conservación del Río III con 250 hombres de su regimiento, batió y dispersó completamente al coronel Echeverría que con una división de 500 soldados había invadido aquella costa desde el Río IV, y sorprendido y dispersado en la madrugada del mismo día, 9 de abril de 1831, la división del comandante Manuel López, compuesta por 300 hombres con dos compañías santafecinas. Capturado prisionero el general Paz en la jornada del 10 de mayo de aquel año, el ejército unitario inmediatamente se replegó sobre el Norte, mandado por Lamadrid, siendo ocupada la provincia de Córdoba por las tropas federales. Espinosa regresó a Buenos Aires.
A fines de agosto de 1831 fue destinado a cubrir la frontera del Sud y en noviembre del mismo año se acantonó con su división en Tapalqué. En enero de 1833 se hallaba en el Tandil. En 1832 fue promovido a Coronel Mayor con antigüedad del 1º de junio de 1829, como consecuencia de la autorización expedida por la H. Cámara de Representantes (1), permaneció al frente de su división en la frontera hasta el 27 de octubre de 1833, en que llegó a Buenos Aires; en cuya fecha, habiéndose pronunciado Espinosa por el gobierno, a consecuencia de la revolución que se produjo, renunció a su puesto; quedando desde entonces agregado a la Plana Mayor del Ejército hasta el 24 de noviembre de 1834, fecha en que fue dado de baja del Ejército, por decreto del gobierno provisorio del Dr. Manuel Maza, que regía los destinos en su carácter de presidente de la Legislatura. Tal decreto fue dictado en virtud del Art. 1º de la sanción legislativa del 19 de agosto de 1834, que disponía volvieran varios jefes a su situación de reformados.
El 7 de marzo de 1835 esta Legislatura dictó una ley por la cual se confería al general Juan Manuel de Rosas la gobernación de Buenos Aires por el término de 5 años con la suma del Poder Público, sin más restricción que la de conservar y proteger la religión católica y sostener la causa de la Federación. Rosas no aceptó de plano tal designación y exigió que la Legislatura “en sala plena” considerara tan delicado asunto y acordara el medio más adaptable para que “todos y cada uno de los ciudadanos de esta ciudad, de cualquier clase y condición que sean, expresen su voto precisa y categóricamente sobre el particular, quedando éste consignado de modo que en todos los tiempos y circunstancias se pueda hacer constar el libre pronunciamiento de la opinión general”. La Legislatura señaló entonces que los días 26, 27 y 28 de marzo acudieran los ciudadanos a los comicios parroquiales y se pronunciaran a favor o en contra de la ley del 7 del mismo mes. “La Gaceta Mercantil” publicó el día 30 el resultado del escrutinio general, que arrojó 9.312 votos a favor y solamente 8 en contra y uno de estos ocho, fue el general Gervasio Espinosa.
Descontento con el resultado de la votación emigró el 7 de abril de 1835; consecuentemente fue borrado de la lista militar el día 16 de aquel mes y año. Permaneció hasta 1836 en Las Vacas, en cuya época pasó a la provincia de Entre Ríos y Santa Fe, donde fue recibido con distinción por los respectivos gobernadores. En julio de 1837 se vio obligado a fugarse de Las Vacas y se reunió con Fructuoso Rivera en el Río Negro, quien se había sublevado contra el presidente Gral. Manuel Oribe. Con Rivera permaneció hasta después de la batalla de la “Carpintería”, acción en la que mandó un destacamento que le entregó aquél. Después del triunfo de Rivera y exaltado éste a la suprema magistratura desde el 25 de marzo de 1839 (Oribe en realidad había renunciado el 23 de octubre de 1838, fecha desde la que gobernó dictatorialmente), el general Espinosa se negó a formar parte de la “Comisión Argentina” en su iniciación, a pesar de las propuestas más seductoras, instándolo para que marchara al Durazno, a incorporarse a Rivera que alistaba un ejército para invadir la República Argentina. Espinosa consideró que al fin de cuentas el país se hallaba amenazado por una guerra exterior, ya que también cooperaban con los enemigos de Rosas los franceses e ingleses y “se decidió desde su destierro ofrecer sus servicios a la Patria, olvidando personalidades y todo, pues que los intereses más caros estaban amenazados: la independencia y el honor de la Patria”. Rosas aceptó el ofrecimiento de sus servicios y Espinosa regresó a Buenos Aires, siendo incorporado en la Plana Mayor Activa del Ejército el 10 de mayo de 1839, situación de revista en la que permaneció hasta el año siguiente, en que con motivo de la invasión del general Lavalle a la provincia de Buenos Aires, se dividió la defensa de la Capital en tres divisiones destinadas a defender el recinto de la plaza de la Victoria, y a no más de dos cuadras de la misma. La 1ª División, denominada del Norte, se componía del Batallón 1º de Cívicos, de la fuerza del Principal y perteneciente al Batallón “Guardia Argentina”; y el 4º de Vigilantes y Serenos, todo a las órdenes de los generales Soler y Vidal. La 2ª División compuesta de 100 serenos, 60 tenientes alcaldes y 40 soldados del 3er Batallón, ocuparía la sección Oeste, a las órdenes de los generales Guido y Espinosa. La 3ª División, o sección Sud, al mando de los generales Ruiz Huidobro y Gregorio Paz, y compuesta de 50 tenientes alcaldes, 30 serenos y 60 cívicos del 3er Batallón. Como la sección Oeste fuera de suma importancia y la que ofrecía mayor peligro en caso de ataque, se le destinaba una fuerza adicional de 350 hombres del Batallón de Rebajados y un escuadrón al mando del coronel Sánchez, para reforzarla en momento oportuno. Pero este plan no se llevó a la práctica porque Lavalle se retiró en dirección a Santa Fe. El general Espinosa, sin embargo, fue destinado con los demás de su clase a efectuar el servicio de Jefe de Día hasta el tratado de Mackau, firmado el 29 de octubre de 1840.
Después de la batalla de Caseros el general Espinosa continuó prestando servicios militares, y en la defensa del sitio que sufrió Buenos Aires en 1853, formó parte de la Junta de Guerra presidida por el general Pacheco, e integrada por los generales José María Paz y Manuel de Escalada, y por el Ministro de Guerra y Marina, coronel Pedro José Díaz; Junta en la cual Espinosa prestó excelentes servicios.
Posteriormente fue Inspector y Comandante de Armas, y cuando en 1856 las hordas de Calfulcurá asolaban el Sud de la Provincia, al grito de terror de la campaña respondió la creación de un “Comité de Salvación Pública”, compuesto por los generales Pirán, Zapiola y Espinosa, y los señores Carrera, Mármol y Olivera; pero el Comité chocó con el Ministro de Guerra, y en realidad no dio mayores frutos.
Espinosa poco después se retiró del servicio abrumado por los años y los achaques de su quebrantada salud. Falleció en Buenos Aires, el sábado 16 de diciembre de 1866, a las 5 a.m, en su casa de la calle Cuyo (actual calle Sarmiento) Nº 337. Sus restos fueron depositados en el sepulcro de Laureano Oliver, en el Cementerio de la Recoleta.
El general Gervasio Espinosa, según expresa en sus apuntes, tuvo por divisa en todos sus actos militares: “Orden en la tropa y protección decidida al vecindario, y respeto a la propiedad”.
Estaba casado con Ciriaca Almeyra, la que sobrevivió a su esposo
Referencia
(1) El 31 de diciembre de 1831 fue enviado el mensaje por Juan Manuel de Rosas a la Legislatura, proponiendo el ascenso de varios coroneles, entre ellos Espinosa.
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
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Yabén, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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