Nació en Córdoba el 1º de setiembre de 1810, siendo hijo del gobernador de Córdoba Juan Bautista y Juliana Maure. Recibió una esmerada educación en el Real Colegio de Monserrat de Córdoba y en 1826 fue becado para estudiar en Inglaterra. Inició su carrera militar en las fuerzas provinciales; habiéndose involucrado en la revolución de setiembre de 1832 contra los Reinafé, se unió a Facundo Quiroga, a cuyas órdenes sirvió hasta que en 1834 vino a Buenos Aires con el famoso Regimiento “Auxiliares de los Andes”, con el empleo de sargento mayor de caballería de línea. El 1º de julio del mismo año fue dado de alta con su jerarquía en la Plana Mayor del ejército de la provincia de Buenos Aires “por haber pasado del Regimiento de Auxiliares” según reza la respectiva lista de revista. El 12 de julio de 1835 fue incorporado a la Plana Mayor de Edecanes de S. E. el Gobernador (los que gozaban de una gratificación mensual de 110 pesos, fuera del sueldo de su jerarquía). El 5 de abril de 1837 escoltó al general Estanislao López, al salir de Buenos Aires para Santa Fe, después de haber permanecido tres meses en esta ciudad. En febrero de 1839 fue graduado teniente coronel del Regimiento de Caballería de Línea Escolta del Gobierno, siendo destacado en el mes de marzo al campamento de Tapalqué. El 1º de julio del mismo año recibió la efectividad de teniente coronel, empleo con el cual asistió a la batalla de Chascomús, el 7 de noviembre del mismo, en calidad de 2º Jefe del Regimiento Nº 6 de Caballería, que estaba mandado por el coronel Nicolás Granada, dirigiendo personalmente Bustos el escuadrón de Coraceros de la “escolta nueva”, armado de tercerola y lanza.
Incorporado al año siguiente al ejército del general Manuel Oribe, se halló en la batalla de Quebracho Herrado el 28 de noviembre de 1840, acción en que mandó el escuadrón Escolta de la Libertad. El 30 de abril de 1841, Oribe salió de la ciudad de Córdoba, acompañado del general Pacheco, a la cabeza de una columna al mando de los tenientes coroneles Marcos Rincón, Ramón Bustos y Julián Sosa y del mayor Cesáreo Domínguez; el 18 de mayo llegaba al pueblo de Olta, en La Rioja, y el día 21, Bustos marchó hasta Chepes, donde se le agregaron numerosos grupos unitarios, facilitando enormemente la terminación de la campaña.
El teniente coronel Bustos continuó las operaciones contra el ejército de Lamadrid a las órdenes del general Pacheco, y en la batalla del Rodeo del Medio, el 24 de setiembre de 1841, al mando del Regimiento Escolta de la Libertad, combatió en el ala derecha del ejército federal.
En la batalla del Arroyo Grande, el 6 de diciembre de 1842, mandó una de las divisiones de caballería del ala derecha de Oribe y por su comportamiento en la acción mereció que el general en jefe lo despachase hasta Buenos Aires, con el parte de la misma a Juan Manuel de Rosas. Se halló en el combate de las Puntas del Sauce, ganado por el coronel Nicolás Granada contra los “riveristas”, el 25 de enero de 1844.
En la batalla de la India Muerta, el 27 de mayo de 1845, el coronel Bustos comandó uno de los cuerpos del ejército de Urquiza. En 1846 asistió al combate de San Antonio, frente a Salto, victoria obtenida el 8 de febrero por las tropas del general Servando Gómez. El 8 de enero del año siguiente, a las órdenes del mismo general Gómez, se halló en la toma de Salto; e igualmente, en la toma de la isla del Vizcaíno y de Lobos, al mes siguiente.
Cuando el general Urquiza se pronunció contra Rosas, en 1851, el coronel Bustos fue uno de los jefes del ejército sitiador de Montevideo que rechazó las insinuaciones de aquel, y que cuando Urquiza estrechó a Oribe, tomándolo entre dos fuegos, Bustos propuso que se entablasen negociaciones con el primero, pero habiendo sido rechazadas, fue necesario someterse a las bases de la capitulación que se acordó después. El coronel Bustos, conjuntamente con los coroneles Mariano Maza, Pedro Ramos, Jerónimo Costa y José María Flores, se embarcaron la noche del 7 de octubre de 1851 para Buenos Aires. Incorporados al ejército de Rosas, en Santos Lugares, y cuando al aproximarse Urquiza a Buenos Aires, a fines de enero de 1852, circulan rumores que comprometen la lealtad del general Pacheco ante el Restaurador, es el coronel Bustos, el que por intermedio de Antonio Reyes se lo hace saber a Rosas, que aparenta no creerlo. En el combate de Alvarez, Bustos tiene a sus órdenes 600 hombres, al frente de los cuales se bate el 31 de enero. Forma parte de la Junta de Guerra convocada por Juan Manuel de Rosas la noche del 2 de febrero y de la que sale la resolución de dar la batalla al día siguiente. En Caseros, mandó una de las divisiones de caballería de la reserva de Rosas, al frente de la cual, por orden expresa del Restaurador, cargó sobre una columna franqueadota enemiga que pretendía envolver a la línea rosista.
Después de la caída de Rosas, el coronel Bustos revistó como Jefe del Regimiento “Húsares del Plata”, desde el mes de marzo, de guarnición en Dolores, desempeñando simultáneamente la jefatura del Departamento Sur de la Provincia de Buenos Aires; pero al producirse la revolución del 11 de setiembre, el día 24 de este mes, el gobierno porteño ordenó la deportación de Bustos, el cual se embarcó al día siguiente en el vapor “Paraná” con otros desterrados políticos con destino a Montevideo. Al año siguiente, cooperó con el general José María Flores, en las maniobras que condujeron a la desmoralización y desbande del ejército sitiador mandado por Urquiza, el 13 de julio.
El 15 de noviembre de 1854 fue encargado por el gobierno porteño de la organización de la Guardia Nacional de Caballería de Azul y Tapalqué y allí se involucró en la revolución encabezada por los generales Costa y Flores, estando encargado Bustos de dirigir la sublevación de los departamentos del centro de la Provincia. Reunido al general Costa, que procedente de la República Oriental, había desembarcado en Zárate el 27 de enero de 1856, ambos fueron alcanzados el día 31 en los campos de Villamayor (Matanza) por las fuerzas porteñas del coronel Esteban García (a) “El Gato”. Bustos fue perseguido, alcanzado y muerto por un tal sargento Asoca (en alguna versión, otros biógrafos afirman que se suicidó con un cuchillo antes de caer prisionero; con el ejemplo de su padre, es posible que su hijo haya decidido su destino por mano propia). Jerónimo Costa fue tomado prisionero y ejecutado por orden del gobernador de Buenos Aires, Pastor Obligado, paradójicamente al cumplirse el cuarto aniversario de la batalla de Caseros. Los restos de los vencidos fueron sepultados en San José de Flores y luego, el 24 de febrero de 1877, trasladados al cementerio de la Recoleta.
El coronel Bustos murió soltero, con un extenso y sobresaliente legajo de guerrero. Se había dedicado por entero a la defensa de sus ideales dejando su vida en el campo de batalla, como lo hacen sólo los bravos…
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
Pachá, Carlos – Herencia guerrera del hijo de Bustos – La Voz del Interior, 7 de Setiembre de 2009.
Portal www.revisionistas.com.ar
Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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