Joaquín María Ramiro

Coronel Joaquín María Ramiro (1800-1867)

Nació en Buenos Aires en 1800, siendo sus padres el Dr. Francisco de Paula Ramiro y Basilia Eduviges Larrachea Campos.  El 9 de enero de 1818 inició su carrera militar como soldado en el Batallón 1º de Cazadores de los Andes, asistiendo en tal carácter  a la sorpresa de Cancha Rayada y a la batalla de Maipú (lo que fue corroborado por un informe del teniente general Juan E. Pedernera).  Cuando aquel cuerpo repasó la Cordillera, en mayo de 1819, conjuntamente con los Regimientos de “Granaderos a Caballo” y “Cazadores a Caballo”, en cumplimiento de órdenes directoriales, Ramiro lo hizo con el 1º de Cazadores, en el cual recibió despachos de subteniente de la 5ª Compañía, otorgados por el general San Martín en Mendoza, el 20 de noviembre de 1819 (en el despacho original reza que Ramiro era “distinguido” del cuerpo al ser promovido).

Al producirse la sublevación del 1º de Cazadores, en la ciudad de San Juan, el 9 de enero de 1820, el capitán Mendizábal, jefe principal del movimiento, destacó al subteniente Ramiro, que era sobrino carnal del gobernador de Mendoza, coronel Pedro José Campos (porteño), para que negociase la independencia de la provincia de San Juan y evitase el derramamiento de sangre, a que parecía habían llegado las cosas, dado los aprestos bélicos de una y otra parte.  El coronel Campos aceptó la idea, y al efecto, designó una comisión para que regresase con Ramiro a San Juan, pero cuando éste llegó a esta ciudad, Mendizábal ya había sido depuesto por sus compañeros y ejercía el mando el Cabildo, presidido por José Ignacio Maradona, con lo que quedó sin efecto la comisión, pero se había logrado el objeto ansiado que era el reconocimiento de la división de la antigua provincia de Cuyo en las tres, independientes y soberanas, Mendoza, San Juan y San Luis.

Ramiro regresó a Mendoza, y su tío, el gobernador Campos, le otorgó despachos de teniente de la 1ª Compañía del “Escuadrón de Liberales de Mendoza”, de nueva creación, con fecha 15 de abril de 1820.  Posteriormente se vino a Buenos Aires, donde el gobernador, general Martín Rodríguez lo designó teniente de la 2ª Compañía del 2º Escuadrón del Regimiento de Húsares; el 1º de abril de 1821, es destacado en las Guardias del Monte y del Salto.  El 31 de agosto de 1822 era promovido a teniente 1º de la 2ª Compañía del mismo Escuadrón de Húsares, por el gobernador Rodríguez.  El Regimiento de Húsares estaba mandado por el coronel Antonio Saubidet y era teniente coronel Federico Rauch, y se hallaba en el servicio de fronteras, en los puntos de acantonamiento arriba mencionados y en la Villa de Luján.  Ramiro se halló en numerosos encuentros con los indios en los años 1823 y 1824, año este último, en el cual el gobernador general Las Heras, le extendió despachos de ayudante mayor del 1er Escuadrón de Húsares, el 1º de junio, pero con antigüedad del 11 de enero de igual año.

Por su comportamiento en los combates librados contra los salvajes en el curso de aquel año, Las Heras le extendió despachos de capitán graduado del Regimiento de Húsares, el 27 de octubre de 1825, empleo del cual le fue otorgada la efectividad, en la 2ª Compañía del 1er Escuadrón, el 20 de enero de 1826, por la misma autoridad anterior.

En agosto de este mismo año, al reorganizar el presidente Rivadavia, las fuerzas nacionales con motivo de la guerra con el Brasil, el Regimiento de Húsares tomó el Nº 5 del arma, en el que sirvió el capitán Ramiro hasta el 5 de febrero de 1827, fecha en que fue destinado a la Plana Mayor del Ejército, donde revistó hasta el 5 de junio del mismo año, en que obtuvo la licencia absoluta sin ningún beneficio.

El 3 de octubre de 1827 fue reincorporado al servicio, en la Plana Mayor del Ejército, con su jerarquía de capitán de caballería y el 1º de octubre del siguiente, pasó a la Comandancia de Marina, en clase de ayudante.  El 1º de enero de 1829 pasó a revistar en la Plana Mayor del Ejército.  El 5 de octubre de 1829, el gobernador Viamonte le extendió despachos de sargento mayor de caballería, con antigüedad del 24 de junio del mismo año y el 29 de aquel mes y año, la misma autoridad lo designó para desempeñar el mismo empleo en el Regimiento de Milicia Activa de Infantería.

El 7 de diciembre de 1830, el gobernador delegado general Juan Ramón Balcarce, lo ascendió a teniente coronel graduado del mismo cuerpo, que había tomado el nombre de “Asamblea Veterana del Regimiento de Patricios de Infantería”.  Juan Manuel de Rosas le confirió la efectividad del empleo el 15 de mayo del año siguiente, a comienzos del cual había marchado a la campaña del interior, formando parte del Ejército de Reserva, que a las órdenes del general Juan Ramón Balcarce, operó en la provincia de Córdoba contra el general Paz, regresando a Buenos Aires el 20 de setiembre de 1831.

El 20 de junio de 1833, el gobernador Balcarce lo nombró comandante del 1er Batallón del cuerpo de “Patricios de Buenos Aires”.  El 1º de octubre del mismo año pasó a la Plana Mayor del Ejército, en la que figuró también el mes siguiente, en que se le destinó al Batallón “Restauradores de las Leyes”.  El general Viamonte lo ascendió a coronel graduado, el 27 de mayo de 1834.  El 31 de octubre de este mismo año fue designado edecán del gobernador de Buenos Aires.  Durante todo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, Ramiro revistó en la plana mayor de edecanes, y al mismo tiempo en la Plana Mayor Activa del Ejército.  Este último le confirió el 30 de octubre de 1838, la efectividad del empleo de coronel de Infantería.

El coronel Ramiro, conjuntamente con otros jefes del ejército, se distinguió en la extinción de un violento incendio que estalló el 6 de febrero de 1832, en un depósito de aguardientes situado en la calle de La Plata (hoy Rivadavia), acto de arrojo por el cual mereció una citación especial en el parte del Jefe de Policía, coronel Gregorio Perdriel.  Cuando en enero de 1837, el gobernador de Santa Fe, general Estanislao López, vino a Buenos Aires, en busca de alivio a sus males, el coronel Ramiro fue su edecán.

Al aproximarse el general Lavalle con su ejército en 1840, el coronel Ramiro se hallaba al mando del Batallón de Rebajados, fuerte de 500 plazas, el que formaba parte de la guarnición de la Capital.  Con este cuerpo marchó en enero de 1843 con las tropas que a las órdenes del general Antonio Díaz, pasaron a la Colonia, para ir a reforzar al ejército del general Manuel Oribe, que vencedor en el Arroyo Grande, iniciaba el 16 de febrero de aquel año, el sitio de la plaza de Montevideo.  En el largo asedio de la capital uruguaya permaneció el coronel Ramiro hasta la capitulación de Oribe, el 8 de octubre de 1851.

Triunfante el general Urquiza en los campos de Caseros, con el grupo de pardos y morenos que tomó prisionero en este hecho de armas formó dos cuerpos cuyos comandos otorgó a los coroneles Jerónimo Costa y Joaquín Ramiro.  Establecido el sitio de Buenos Aires, Urquiza reforzó las tropas sitiadoras con un contingente mandado por Ramiro y el comandante Haedo.

La prolongación del sitio demostró la necesidad de formalizar las dependencias del gobierno revolucionario: por decreto del 25 de mayo de 1853 se instituyó el “Consejo Administrativo”.  Este, con la autorización de Urquiza, designó a los doctores Francisco Pico y Vicente Fidel López y al coronel Ramiro, para llevar adelante las negociaciones con los representantes porteños, que lo fueron los doctores Irineo Portela y Pastor Obligado y Carlos Tejedor.  Al efecto, tuvieron la primera reunión el 28 de junio en la casa de Unzué, situada en la calle Federación (hoy Rivadavia); en la que se presentaron las modificaciones propuestas por Urquiza al tratado del 9 de marzo.  El levantamiento del sitio, el 13 de julio, anuló tales gestiones, así como también la Convención que debía tratar la Constitución de la provincia de Buenos Aires, y para la cual, el 12 de junio, el coronel Ramiro había sido elegido diputado por la 7ª sección de campaña, junto con el coronel Lamela.  Al retirarse Urquiza con su Cuartel General en San José de Flores, en la noche del 13 de julio, lo hizo acompañado de los coroneles Costa y Ramiro y del Dr. Baldomero García.

El 28 de julio de 1858 obtuvo despachos de coronel por el Gobierno de la Confederación.  Cuando fue asesinado el general Nazario Benavídez, en San Juan, Ramiro fue designado juez fiscal de la causa que se mandó formar por aquel trágico atentado: el 1º de diciembre de 1858 se formó el consejo de guerra presidido por el coronel Ramiro, con tal objeto, juzgando y castigando a los acusados.

El 24 de abril de 1860 Derqui lo designó su edecán.  Caído el gobierno de la Confederación, el coronel Ramiro quedó desempeñando las funciones de capitán del puerto de Paraná, en el ejercicio de cuyo cargo falleció el 13 de setiembre de 1867.

Contrajo matrimonio en Buenos Aires, el 27 de febrero de 1837, siendo edecán y coronel graduado, con Jacoba Alagón, hija de Juan Alagón y de Francisca Mariel.

Según una exposición del coronel Ramiro, fechada en Gualeguaychú el 26 de julio de 1857, el coronel Cornelio Olivencia le salvó la vida en San Juan, en febrero de 1820, en circunstancias en que habiendo sido Ramiro puesto en prisión por los amotinados del 1º de Cazadores de los Andes, a cuya oficialidad pertenecía, uno de los cabecillas, el titulado coronel Murillo, ordenó su libertad y regresando para su domicilio, fue atacado por una partida a caballo, comandada por el famoso Catalino Biendicho: en aquel momento se abrió la  puerta de la casa a la que golpeaba Ramiro y apareció un hombre vestido de oficial, “que a sus voces se contuvieron los agresores conduciéndome él mismo al cuartel –dice Ramiro- a donde supe de Murillo que estaba en libertad, y regresamos a nuestra casa; sabiendo con este motivo que mi salvador era el capitán Cornelio Olivencia, que siendo del Ejército del Perú, fue desterrado a San Juan con otro capitán de apellido  Penrrus, por no haber querido entrar en la revolución de Arequito”.

Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.

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Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).

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