La educación fue la pasión honda y constante de este ex seminarista de Bayona, la ciudad francesa donde nació en 1819.  Alberto Larroque abandonó la carrera eclesiástica después de cinco años de seminario, y se graduó de doctor en Jurisprudencia en la Universidad de París.

 

La atracción del Nuevo Mundo le hizo cruzar el mar en 1841, y luego de una breve estada en Montevideo, donde intentó actividades comerciales, se instaló en Buenos Aires y abrió un colegio.  En 1844, junto con el jesuita Francisco Magesté, participó en la organización del Colegio Republicano Federal, cumpliendo una labor docente que uno de sus discípulos, el Dr. Miguel Navarro Viola, recordaría emocionadamente años más tarde.  Dirigió después el Colegio del Plata y tomó la ciudadanía argentina.

 

Caído Juan Manuel de Rosas, Larroque se trasladó a Montevideo, donde fundó otro centro de estudios e inició, en la universidad uruguaya, la cátedra de Derecho de Gentes.

 

Hacia 1852, llamado por Urquiza, se trasladó a Concepción del Uruguay, revisando y organizando los planes de estudio del flamante colegio fundado por aquél, y de cuyo rectorado se hizo cargo en 1854, secundado en el vicerrectorado por el inglés Jorge Clark.  Además de atender la dirección del Colegio de Concepción del Uruguay, el Dr. Larroque dictó en el mismo establecimiento diversas materias de Derecho, así como las cátedras de Filosofía, Literatura, Teología y Religión.

 

Asimilado íntegramente a la vida del país y de la provincia de Entre Ríos, participó a su modo en la actividad política de su tiempo.  Su condición de ex seminarista no lo llevó a la orilla opuesta, y así es como la logia masónica de Concepción del Uruguay lo contó -junto con el  padre Domingo Hereño- entre sus adversarios más decididos.

 

Con la temporaria declinación del Colegio después de Pavón, se trasladó nuevamente a Buenos Aires, en 1864, para ejercer su profesión de abogado.

 

Después de la muerte de Urquiza, Larroque apoyó desde Buenos Aires el movimiento de López Jordán, y fue de los que integraron, junto con Evaristo Carriego, José Hernández, Nicasio Oroño, Carlos Guido Spano, Aurelio Palacios y otros la comisión que se formó en 1878, con el objeto de recaudar fondos para los familiares del desterrado caudillo entrerriano.

 

En 1881, el general Roca lo designó miembro del Consejo Nacional de Educación, cuya superintendencia ejercía entonces Sarmiento.  Murió el 8 de julio del mismo año, y en su sepelio, además de sus colegas del Consejo, pudieron registrarse dos presencias muy significativas, verdaderamente simbólicas de la amplia labor pedagógica cumplida en el país por el Dr. Larroque: la del Dr. Miguel Navarro Viola, antiguo alumno del Colegio Republicano Federal, que habló en su tumba, y la del propio Presidente de la República, su antiguo discípulo del Colegio del Uruguay.

 

Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.

Portal www.revisionistas.com.ar

Terzaga, Alfredo – El rector del Uruguay.

Todo es Historia – Año VI, Nº 60, Buenos Aires, Abril 1972