Nació en Buenos Aires en 1792. Empezó su carrera militar con motivo de la Reconquista el 12 de agosto de 1806, en que prestó servicios en un cañón de las fuerzas de Liniers, y es fama que en lo más recio de la pelea, se desnudó para suplir con su ropa la falta de taco para cargar la pieza. Esta valiente actitud del muchacho fue notada por el enemigo, y el mayor británico Makensie, que abandonaba en aquellos instantes su puesto de lucha, herido, al ver aquel gesto de valor, lo saludó con su espada en señal de admiración. También, según la tradición, fue el niño Montes de Oca el que disparó el último cañonazo contra los invasores; rendidos éstos y agrupados en la calle frente a Santo Domingo, esperaban la orden de desarme completo; uno de los cañones de Fornagueras, cargado, dominaba el grupo, y los artilleros descuidados, conversaban en la vereda, cuando de repente se oyó un estampido y seis ingleses rodaron por tierra destrozados. El cañón había sido disparado durante el armisticio sin saberse por quién ni por qué razón, y pasada la confusión, se descubrió que el niño Montes de Oca se había acercado a él y había encendido la mecha como un acto de travesura. Era un cañón de a 24.
Incorporado en clase de cadete al Cuerpo de Patricios, prestó magníficos servicios en las cálidas jornadas del 2 al 6 de julio de 1807, por lo que mereció el ascenso a subteniente del precitado cuerpo, el 26 de setiembre de igual año.
Producido el movimiento emancipador, Montes de Oca pasó a formar parte del 2º Batallón del Regimiento 6 de Infantería con el empleo de teniente, incorporándose al Ejército Auxiliar mandado por el coronel Ortiz de Ocampo, que partió de Buenos Aires con destino a las provincias del Norte en la tarde del 6 de julio de 1810.
Intervino en la represión del movimiento encabezado por Liniers en Córdoba. Se halló en la acción de Cotagaita, al mando Montes de Oca de una de las guerrillas destinadas a batir a los enemigos que se encontraban protegidos por trincheras, “y en esta acción –dice el coronel José León Domínguez en un informe fechado el 18 de octubre de 1825- se sostuvo con intrepidez hasta la retirada del ejército y luego se incorporó llevando siempre con orden la tropa que mandaba. Luego siguió hasta el Desaguadero y se halló en la acción que se dio allí y se portó en ella con distinción, llevando eficazmente las órdenes a los puntos que se le ordenaban; en la retirada se mantuvo siempre al lado del Jefe, el Sr. Coronel Mayor D. Juan José Viamonte, hasta la Villa de Potosí, en donde quedó bajo las órdenes del Sr. Brigadier D. Juan Martín de Pueyrredón. Después lo vi llegar con dicho jefe escoltando los caudales que se salvaron de la Casa de Moneda de Potosí, y fue incorporado nuevamente bajo mis órdenes como encargado del mando del Regimiento Nº 6. En la sublevación que hizo la División en La Tablada de Jujuy, fue uno de los que me ayudaron a la prisión de los sublevados; esta Comisión la desempeñó con toda la entereza que en estos casos se necesita. Ultimamente me consta que este Jefe ha desempeñado toda comisión con el honor que es indispensable en la carrera de las armas, y particularmente en las funciones de guerra, ha llenado su deber completamente. Es cuanto puedo informar a V. E.”
Actor, pues en la batalla de Suipacha y en el desastre de Huaqui o Yuraicoragua, su comportamiento en la retirada que siguió a este último hecho de armas no sólo está confirmado por el informe del coronel Domínguez, sino también por otro expedido por el general Juan Martín de Pueyrredón el 11 de octubre de 1825 y que dice que Montes de Oca después del desastre del Desaguadero acompañó al Ejército Auxiliar hasta Potosí, donde contribuyó a salvar los caudales de aquel Banco y Casa de Moneda, y se batió con denuedo en varios ataques que debieron sufrir los patriotas de los Potosinos y Cinteños –sublevados contra ellos- “que su intrepidez lo condujo con otros tres o cuatro compañeros, a ser prisionero de los últimos (los Cinteños), por haberse empeñado en su persecución sobre el río de San Juan; pero libertado en el mismo día por una partida que mandé al intento; y que continuó prestando servicios recomendables hasta su reincorporación al ejército que se organizó en Jujuy”.
El 21 de octubre de 1817 el Director Pueyrredón le extendió los despachos de teniente del Regimiento Nº 6 “con antigüedad de primero de enero de mil ochocientos once en que fue promovido a dicha clase”. Con la misma fecha, Pueyrredón le otorgó los despachos de ayudante mayor del extinguido Regimiento Nº 6 “con la antigüedad de primero de marzo de mil ochocientos once en que fue promovido a dicha clase”.
El 12 de enero de 1812 asistió al combate de Nazareno, al mando de Díaz Vélez y a la batalla de Tucumán, el 24 de setiembre; así como igualmente, a la de Salta, por cuyo comportamiento fue promovido a capitán de la 3ª Compañía del 2º Batallón del Regimiento Nº 6, el 25 de mayo de 1813, otorgándosele al mismo tiempo el grado de teniente coronel, cuyos despachos están firmados por el Triunvirato: Rodríguez Peña, Alvarez Jonte y José Julián Pérez.
Participó en el avance por el Alto Perú y se encontró en las acciones de Vilcapugio y Ayohuma, cayendo prisionero en la última en poder del coronel Saturnino Castro, el cual lo puso en libertad poco después previo juramento de no tomar parte en la lucha contra los realistas. En mayo de 1814 regresó a Buenos Aires, dejando de pertenecer al Ejército Auxiliar.
El 25 de enero de 1815 el Director Alvear le confió una comisión para la formación de un batallón de infantería en la ciudad de San Juan. El 6 de setiembre del mismo año, San Martín le expidió en Mendoza pasaporte para regresar a esta Capital. El 3 de julio de igual año se le designó capitán de la 3ª Compañía del 1er Batallón del Regimiento 8 de Infantería, siendo ascendido a sargento mayor con el grado de teniente coronel del mencionado cuerpo el 31 de diciembre de 1815.
Participó en la campaña sobre Santa Fe asistiendo a 4 acciones de guerra con el Regimiento Nº 8, bajo el superior comando del general Eustoquio Díaz Vélez, quien dice en un informe de 17 de octubre de 1825, que Montes de Oca actuó “con el mismo valor, cuya recomendable reputación le hicieron siempre acreedor al aprecio de sus jefes”. Con algunas compañías del Nº 8 formaba parte Montes de Oca de la guarnición de esta Capital cuando fue destituido el Director Balcarce el 11 de julio de 1816.
El 1º de enero de 1817 fue nombrado Habilitado del Estado Mayor de Plaza, puesto que conservó hasta el 28 de febrero de 1822, en que pasó a la situación de reformado.
En 1826 se le encuentra ejerciendo las funciones de Habilitado del Estado Mayor de Plaza de Buenos Aires. El 28 de noviembre de 1825 solicitó ser incorporado al Ejército Nacional en la Línea de Uruguay “bien sea en Infantería o Caballería”, decía en su solicitud.
En la mitad del año se le encuentra desempeñando las funciones de comisario en San Isidro, y la de juez de paz del mismo partido. El 28 de octubre, el gobernador Viamonte le otorgó despachos de teniente coronel-comandante del 2º Escuadrón del Regimiento 1º de Milicias de Caballería.
El 11 de octubre de 1833 tomó parte activa en la Revolución de los Restauradores. El 27 de mayo de 1834 se le otorgó el grado de coronel por el gobernador Viamonte, y el 17 de noviembre de 1838, Juan Manuel de Rosas le expidió despachos concediéndole la efectividad de aquella jerarquía, agregado al Regimiento Nº 1 de Campaña; cuerpo con el cual marchó de guarnición a Santos Lugares en setiembre de 1840, después de haber tomado parte en las campañas contra los revolucionarios del Sur y contra Lavalle.
Asistió a la batalla de Caseros y derrocado Rosas, Montes de Oca fue destinado a la P. M. A. el 9 de abril de 1852 a contar del 1º de febrero del mismo año. Falleció en Buenos Aires el 30 de abril de 1852, a los 60 años de edad.
Por su participación en la batalla de Salta recibió una medalla con el lema: “A los valientes defensores de la libertad”, con la inscripción en la circunferencia; “Al mérito en Salta”; y en su centro: “Año 1817”.
Se casó en primeras nupcias con Manuela Arduz, el coronel Montes de Oca contrajo segundo matrimonio “en artículo mortis”, en el campamento de Santos Lugares, el 14 de enero de 1845, con Paula Martínez; apadrinando la ceremonia Antonino Reyes y Carmen Olivera. Montes de Oca estaba sumamente enfermo entonces. Su viuda sobrevivió hasta el 11 de julio de 1901, en que falleció en Buenos Aires.
El general Benito Martínez, en un informe del 18 de octubre de 1825, dice: “Cuando en 1811 me incorporé al Ejército Auxiliar del Perú, encontré “sirviendo en el Regimiento Nº 6 al teniente coronel graduado D. José Montes de Oca, y cuando pasé en mayo de 1813 a dicho Regimiento en la clase de mayor, él era capitán: su comportación en toda circunstancia, y particularmente en las funciones de guerra, fue siempre digna de su clase, habiéndose hallado en todas las que tuvo el expresado ejército”.
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
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Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).
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