Nació en Buenos Aires el 6 de setiembre de 1794, siendo sus padres Francisco Casimiro Necochea, rico comerciante natural de la villa de Urzainqui en el valle del Roncal, partido de Aviz, provincia de Navarra; y María Mercedes Saraza y Tirado (hermana del teniente coronel Saturnino y del sargento mayor Mariano Sarassa), porteña.
Eugenio Necochea realizó sus estudios en la ciudad de Sevilla y regresó a Buenos Aires en 1814. El 11 de agosto de este último año fue dado de alta como alférez de la 1ª Compañía de la Guardia de Caballería del Supremo Gobierno, siendo ascendido a teniente 2º del mismo cuerpo el 24 de febrero de 1815, y a teniente 1º de la 1ª Compañía del 1er Escuadrón del mencionado cuerpo, el 25 de marzo de 1815. Fue uno de los firmantes del Acta de Fontezuelas, el 3 de abril de 1815, desconociendo la autoridad del Director Alvear.
Posteriormente pasó a formar parte del Ejército de los Andes, donde fue agregado al Regimiento de Granaderos a Caballo. Formando parte de la vanguardia del mismo, y a las órdenes de su hermano, el entonces teniente coronel Mariano, se halló en la acción de las Coimas, el 8 de febrero de 1817, y asistió a la batalla de Chacabuco el día 12 del mismo mes, donde fue herido de un feroz bayonetazo en la tetilla.
Por su comportamiento en Chacabuco fue propuesto por San Martín el 24 de febrero de 1817 para teniente 1º de la 1ª Compañía del Escuadrón de “Cazadores a Caballo” de nueva creación, cuyos despachos le fueron extendidos por el Director Pueyrredón el 24 de marzo de igual año. También recibió la condecoración otorgada por aquella función de guerra.
El 15 de noviembre de 1817 Pueyrredón le extendió despachos de capitán de caballería de línea y dispuso su regreso a Buenos Aires. Sin embargo, el capitán Necochea se halló en el desastre de Cancha Rayada y en la batalla de Maipú, formando parte del Escuadrón de Cazadores a caballo; mereciendo por su actuación en esta última acción ser promovido al grado de sargento mayor, cuyos despachos le fueron conferidos por el Director Pueyrredón el 13 de mayo de 1818 con antigüedad del 15 de abril de igual año. Igualmente recibió la medalla y cordón de honor que fueron acordados por los gobiernos de Chile y de las Provincias Unidas por la batalla de Maipú, así como también el honroso dictado de “Heroico Defensor de la Nación”.
Formó parte del ejército libertador del Perú, que desembarcó en Pisco el 8 de setiembre de 1820. Se halló en el asalto a los castillejos del Callao, el 14 de agosto de 1821; en las operaciones que tuvieron lugar en las proximidades de Lima del 3 al 25 de setiembre de igual año, y en la rendición del Callao, el 21 de este mismo mes.
Participó en la desgraciada campaña a Puertos Intermedios, a las órdenes del general Alvarado, hallándose en las desastrosas batallas de Torata y Moquehua, el 19 y 21 de enero de 1823, siendo herido en la última, cuando efectuaba una carga a la cabeza del Regimiento de Granaderos. Necochea ya era coronel.
Afianzada la independencia peruana, Necochea regresó a Chile, donde continuó sirviendo en el ejército de aquel país, en el que llegó al grado de General.
El general Eugenio Necochea falleció en Santiago de Chile, el 19 de setiembre de 1868.
Cuando se produjeron las dificultades con Francia e Inglaterra, durante el gobierno del Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas, el general Necochea escribió el 15 de setiembre de 1847 una carta a Fermín Irigoyen, diciéndole: “Considero la paz irrealizable y hago ardientes votos por la continuación de la guerra…. Treinta años de ausencia no han podido entibiar ese ardor argentino que me hizo abandonarla voluntariamente a los 21, para contribuir con mis débiles esfuerzos a la emancipación de esta parte de América”, y termina anunciando que ofrecerá sus servicios al Restaurador de las Leyes.
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
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Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).
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