Luis Py

Comodoro Luis Py (1819-1884)

Nació en Barcelona el 22 de marzo de 1819.  Muy joven vino a la República Argentina, a la que consagraría 41 años de su existencia en el servicio naval.  En efecto, el 6 de enero de 1843 como subteniente, ingresó al servicio de la Armada, prestándolos bajo el mando del coronel Nicolás Jorge, el que desempeñaba las funciones de jefe estacionario de las costas del Buceo y de Maldonado, con la goleta “Chacabuco” y otras embarcaciones, con motivo del bloqueo de Montevideo; estando todas aquellas fuerzas bajo el superior comando del almirante Guillermo Brown.  Posteriormente pasó como 2º comandante del pailebot “San Cala”, en calidad de subteniente de marina, asistiendo a numerosas acciones, las que no bajaron de 20, entre ellas la de la Isla de Ratas, en la bahía de Montevideo, siendo el comportamiento de Py en las mismas, el de un oficial valiente y arrojado.

Continuó en el bloqueo de Montevideo “hasta que tomaron la escuadra argentina, los franceses e ingleses”, según reza una certificación de servicio del propio Py; habiéndose éste trasladado días antes con su pailebot, y ganado el Riachuelo, escapando de esta manera de ser capturado como sucedió con los demás buques (2 de agosto de 1845).

En 1847 formó parte de una escuadrilla que, a las órdenes del coronel Jorge, operó en el Paraná, actuando el subteniente Py como 2º del “San Calá” y después como 2º de la goleta “Chacabuco”, habiendo desempeñado comisiones importantes con esmero y prontitud, regresando a Buenos Aires a principios de 1850, época en que Py dejó de estar a las órdenes de Jorge, por haber entregado éste el mando de los buques y tripulaciones al entonces jefe de la escuadra, coronel José María Pinedo.

El coronel Nicolás Jorge, en un informe que lleva fecha 11 de noviembre de 1860, dice: “También es de mi deber exponer y de justicia, que el “capitán D. Luis Py es un buen marino, e inteligente y su conducta no ha dejado que desear, como lo pueden justificar las comisiones honoríficas que ha desempeñado de un año a esta parte; es cuanto tengo que exponer en juicio de la verdad”.  El coronel José María Pinedo en un corto informe de fecha 13 de noviembre del mismo año, confirmaba en todas sus partes lo manifestado por su colega Jorge.

Luego de la batalla de Caseros, Py sirvió en 1853 a las órdenes de Murature, embarcado en el “General Pinto”, interviniendo en todas las operaciones navales que tuvieron lugar con motivo de la guerra entre Buenos Aires y la Confederación Argentina, hasta que fue desarmada la escuadra porteña.  Se volvió a presentar voluntario al mismo coronel Murature, en 1859, para ofrecerle sus servicios en la escuadra de la provincia de Buenos Aires.  En un informe del 15 de diciembre de 1860, Murature se expresa de Py en los términos siguientes: “es valiente, sereno, honrado y amigo de los hombres libres; tiene buenos conocimientos de marino”.

Py formó parte de la escuadra de Buenos Aires mandada por el coronel Antonio Sussini desde el 30 de agosto de 1859 fecha en que fue ascendido a capitán y tomó el comando del vapor “25 de Mayo” y pasando sucesivamente a desempeñar el mismo cargo en el bergantín-goleta “Nicolás”, vapor “Constitución” y “Caaguazú”.  Se batió en el ataque a la ciudad de Rosario, así como también, mandando el vapor “Constitución”, en el combate naval frente a San Nicolás, contra la escuadra confederada que mandaba el coronel Mariano Cordero, librado el 25 de octubre de 1859, estando embarcado en la de Buenos Aires el ejército de Mitre que acababa de ser batido en la cañada de Cepeda, el día 23.  Y el mismo coronel Sussini, en un informe del 11 de diciembre de 1860, agrega: “y si a esto se añade su bravura con los vastos conocimientos militares que posee, no debe extrañarse que el que firma lo recomiende eficazmente a la consideración de V. S.  Su moral y conducta intachable, son otros tantos títulos que por sí lo recomiendan.  En 1862 pasó a mandar el “Guardia Nacional”, buque que arbolaba la insignia de Murature, en Paysandú, a fines de 1864, cuando la plaza fue cobardemente bombardeada por la escuadra brasileña.

En la guerra del Paraguay le tocó actuar en clase de teniente coronel (grado que le fue otorgado el 5 de noviembre de 1864) y como segundo del coronel José Murature, que enarbolaba su insignia de jefe de escuadra en el vapor “Guardia Nacional”, hallándose a su bordo en el famoso pasaje de Las Cuevas, el 12 de agosto de 1865, en que se combatió rudamente contra las baterías paraguayas establecidas en aquel punto.  El puesto que ocupó en la línea de batalla de la escuadra aliada el “Guardia Nacional”, fue a popa del buque insignia del almirante Barroso, “Amazonas”; durante los tres cuartos de hora que duró el combate, el buque de Murature y Py consiguió apagar momentáneamente los fuegos de la batería rasante de la playa, disparando el “Guardia Nacional” 38 tiros en la acción y recibiendo en su casco varios impactos que le ocasionaron 15 bajas, entre ellas los valientes oficiales, el teniente José Ferré, hijo del general Pedro Ferré; y el guardiamarina Enrique Py, hijo del comandante Py.  A este último, una bala de cañón le arrancó una pierna por la parte de adelante y murió el día 13, en la amputación.

El comandante Py se halló en el Paso de la Patria, a donde habían llegado las fuerzas navales aliadas el 17 de marzo de 1866, interviniendo éstas en el pasaje del río Paraná por el ejército aliado, el 16 del mes siguiente, teniendo que bombardear durante esta jornada al punto de fortificado de Itapirú, el que fue evacuado el día 17 por los paraguayos.  En esta acción como en todas las demás de esta campaña, fuera del “Guardia Nacional”, tomaron parte los demás buques argentinos, transportes armados: “Libertad”, “Chacabuco”, “Gualeguay”, “Espora”, “Pavón”, “Buenos Aires”, así como otros mercantes fletados por nuestro Gobierno.

El 15 de febrero de 1868 ascendió a coronel graduado, e intervino en la guerra del Paraguay hasta su total terminación, bajando entonces a Buenos Aires; pero el estallido de la rebelión de López Jordán, en abril de 1870, le obligó a intervenir activamente, siempre como 2º jefe de la escuadra, la que operó como anteriormente, a las órdenes de Murature.  Terminada aquella campaña, a fines de 1871, el coronel Py pasó a desempeñar las funciones de jefe de la Isla Martín García.  Lleva fecha 8 de mayo de 1873 la última memoria suscrita por Py en aquel puesto.

Cuando en 1874 llegó la nueva escuadra adquirida por Sarmiento, Py ocupó el cargo de 2º jefe de la misma, a las órdenes de Murature.  Con motivo del estallido de la revolución mitrista, el 6 de octubre de aquel año, el coronel Py fue nombrado jefe de la división encargada de perseguir a la cañonera “Paraná”, que se había sublevado con Erasmo Obligado; la que fue reforzada con el vapor mercante oriental “Montevideo”, que pasó a llamarse “General Rivas”, cuyo mando ejerció el capitán B. Magnasco, con el grado de sargento mayor.  La división de Py fue constituida por las siguientes unidades: “General Brown”, “Uruguay”, “Pavón”, “Puerto de Buenos Aires” y “Coronel Roseti”.  Leandro N. Alem estaba embarcado en la misma en calidad de secretario.

El 11 de noviembre de 1874 zarpó con su división, persiguiendo a los sublevados el día 15 hasta más al Este de Maldonado; al oscurecer, el “Brown” y la “Uruguay” tenían al “General Rivas” a menos de una milla, haciéndose inminente la acción, pero la mar gruesa arbolada por un viento del E., tenía a mal traer a los demás vapores, que eran a ruedas, y que debieron abandonar la caza.  Obligado con la “Paraná”, aprovechando la oscuridad, hizo rumbo a Buenos Aires donde se presentó con bandera de parlamento, rindiéndose.

El 31 de enero de 1876 se creó la Comandancia General de Marina, cuya jefatura pasó a ejercer el coronel Mariano Cordero; y la escuadra, a la que ya se habían incorporado “El Plata” y “Los Andes”, recientemente construidos, se subdividió en 2 divisiones iguales, mandando Py la segunda de ellas, con su insignia en el último de los monitores nombrados.  En 1876-1877 toda la escuadra fue puesta en desarme por la mala situación financiera del país, pasando todos los buques a amarrar a Zárate y al río Luján; quedando todos a las órdenes de Py, quien, con motivo del incendio del vapor torpedero “Fulminante” tuvo una actuación por demás distinguida, activa y encomiástica para salvar a los buques allí amarrados.

Se hallaba desempeñando tan apacibles servicios, cuando a mediados de setiembre de 1878, el telégrafo trajo a Buenos Aires la noticia de un grave conflicto internacional: la cañonera chilena “Magallanes”, en conocimiento de que la barca norteamericana “Devonshire” se disponía a extraer guano de la isla de “Los Leones”, en Santa Cruz –faena para la cual tenía permiso de las autoridades argentinas- se trasladó a aquel puerto y capturó a la barca de referencia, a la que condujo a remolque a Punta Arenas.

Tal noticia produjo en Buenos Aires extraordinaria excitación y el primer acuerdo del Gobierno fue disponer la ocupación militar de Santa Cruz, disponiendo al efecto, el Ministro de Guerra y Marina, general Roca, el alistamiento de los buques que se hallaban fondeados en Los Pozos: monitor “Los Andes”, bombarderas “República” y “Constitución”, y la goleta “Cabo de Hornos”, puestas a las órdenes de Piedrabuena, experto conocedor de las costas del Sud.  La escuadra así constituida fue ofrecida a Mariano y Bartolomé Cordero, quienes rehusaron tal honor, según afirma el teniente general Pablo Riccheri.  Era una empresa náutica considerada difícil la conducción de aquellos buques de río por las procelosas aguas del Atlántico Sur.  El coronel Py aceptó sin titubear tan honrosa misión, enarbolando su insignia en “Los Andes”.

El 8 de noviembre de aquel año partieron para Santa Cruz las primeras unidades de aquella escuadra, la que fue reforzada con la cañonera “Paraná” y el cutter “Los Estados”; yendo a su bordo un destacamento de 25 hombres de Artillería de Costas al mando del entonces sargento mayor Félix Adalid, en calidad de tropa de desembarco.  El 21 de aquel mismo mes la escuadra zarpaba de Patagones, llegando a Santa Cruz el día 26, con “la última palada de carbón y sorteando toda clase de dificultades náuticas”, lo que revela la capacidad de su Jefe.  Primeramente fondeó a dos cables de la entrada a Santa Cruz, en la margen izquierda de la Isla Leones y el Monte Entrada; cambiando el día 29 de fondeadero al N. de la misma isla.  El 1º de diciembre se efectuó el desembarco general en la parte Sud de la ría, tomando posesión de la misma el jefe de la escuadra, la que había fondeado en el puerto de “Los Misioneros”.  Allí encontraron una casilla que en 1873 había hecho construir el gobierno chileno para la capitanía que pensó establecer.

El regreso se inició el día 14 de marzo de 1879, ya completamente calmados los espíritus.  La “República” llegó a Deseado, donde quedó de estación.  La “Constitución” (capitán Cabassa) y el monitor “Los Andes” llegaron el 20 de aquel mes a Patagones, donde permanecieron hasta el mes de setiembre del mismo año, en que recibieron orden de regresar a Buenos Aires, lo que también verificó la “Uruguay”, conjuntamente con los dos buques mencionados.  Poco después fue comisionado con el “Andes” para la vigilancia cuarentenaria de este puerto hasta comienzos del año 1880.

Es digna de transcribirse la Orden General que el valiente Py lanzó a las tripulaciones de su minúscula escuadra, antes de abandonar Patagones en viaje al Sur.  Ella dice: “Pronto a zarpar en el desempeño de una misión delicada del Gobierno de la Nación, es menester que para lograr el buen éxito de ella, reine la más severa disciplina y la más perfecta armonía entre todos.  El patriotismo y el deber militar nos lo impone, y espero que sin esfuerzo alguno será cumplido por todos y cada uno de vosotros.  Vuestro Jefe y amigo. – Luis Py. – Puerto de Patagones, Noviembre 18 de 1878”.  Por su actuación entonces, el 9 de julio de 1880 ascendió a comodoro.

Este fue el último acto guerrero del valiente marino, pero él es suficientemente grande como para colocar el nombre de Luis Py entre los más esforzados guerreros navales de la República Argentina, aún suponiendo que sus honrosísimos antecedentes anteriores no lo hicieran acreedor a la justa recordación de los argentinos.  El comodoro Luis Py falleció el 22 de febrero de 1884, víctima de un ataque cerebral, siendo enterrado en el Cementerio de la Recoleta, donde su familia ha hecho levantar el monumento recordatorio donde se destaca el busto gallardo del heroico marino.  Al morir desempeñaba la jefatura de la 2ª División (desde 1880, con la que contribuyó a sofocar la revolución de ese año) y la de los Talleres de Marina.

El comodoro Py se casó en segundas nupcias el 13 de junio de 1868 con Luisa Bozzano, porteña (nacida en 1840), hija de Francisco Bozzano y de María Bataglia de nacionalidad italiana.  Fueron testigos de este matrimonio, el comodoro José Murature y Luisa Murature de Zaracondegui.

Con motivo de su fallecimiento, el diario “La Prensa” en su número del 24 de febrero de 1884, en sus notas necrológicas sobre Py, dijo con extrema justicia: “El comodoro Py era un hombre de bien; jamás salpicaron su reputación las mil acusaciones que han caído sobre el personal de la marina; su personalidad se levantaba ilesa y gallarda sobre todas las miserias.  El país pierde en Py uno de sus brazos más fuertes; un marino bravo que le habría dado nuevas glorias en los combates, porque su alma estaba templada en la nota más alta del valor heroico”.

“Los marinos jóvenes deben conservar siempre la memoria del Comodoro Py, y si aprenden a imitar sus virtudes, serán valientes, honrados y dignos”.

Pocos años antes de su muerte, Py recibió el diploma y medalla de oro por la campaña del Río Negro; la que junto con la que se le otorgó por la Guerra del Paraguay, ostentaba orgullosamente en su pecho varonil.

Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

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Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).

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