Saqueo de Gualeguaychú

Giuseppe Garibaldi (1807-1882)

En los primeros años de la década de 1840, Entre Ríos debe enfrentar la invasión del Ejército Unitario dirigido por el general José María Paz y sus aliados: el correntino Ferré y el uruguayo Fructuoso Rivera. Urquiza asume el gobierno de una provincia acechada por múltiples peligros. “Nadie ha sido colocado al frente de la provincia en circunstancias más difíciles. El mando desnudo de cuanto halaga, sólo me presenta sus azares”, expresa al aceptar el gobierno. (1)

No puede ejercerlo por su actividad militar. En forma provisoria, lo desempeñan Vicente Zapata, luego su hermano, Cipriano de Urquiza y desde 1844 a 1846 don Antonio Crespo.

Las fuerzas de Urquiza y del uruguayo Manuel Oribe, derrotan ampliamente a Fructuoso Rivera en Arroyo Grande, cerca de Concordia. El régimen federal se afirma definitivamente en Entre Ríos, la que ostenta un sensible crecimiento económico al que no es ajena Gualeguaychú.

Entre tanto la Confederación vive momentos difíciles. A la guerra intestina entre unitarios y federales se suma, en 1845, el bloqueo Anglo-Francés contra la Argentina ante la negativa de Juan Manuel de Rosas de permitir la libre navegación de los Ríos Paraná y Uruguay a Inglaterra y Francia. Además, éstas reclaman el retiro de los diez mil argentinos que sitian Montevideo y el levantamiento del bloqueo que a esta ciudad había impuesto el Almirante Guillermo Brown.

Juan Manuel de Rosas explica que la Confederación no reconoce el gobierno usurpador de Fructuoso Rivera que desplazó violentamente al Presidente Manuel Oribe y que no descansará hasta que el gobernante legalmente elegido retorne al poder de la nación uruguaya. Sostiene también que los ríos Paraná y Uruguay están bajo la soberanía exclusiva de la Confederación y sólo a ella compete establecer o no la libre navegación de sus aguas.

Las pretensiones anglo-francesas son apoyadas incondicionalmente por los unitarios expatriados en Montevideo y sus aliados, los partidarios de Rivera.

El 2 de agosto de 1845 la escuadra argentina comandada por Brown es apresada por los Almirantes Lainé e Inglefield; los buques “San Martín” y “25 de Mayo” capturados por franceses que arriaron la bandea argentina e izaron la suya; el “General Echagüe”, el “Maipú” y “9 de Julio” tomados por los ingleses en los que izaron su pabellón. (2)

Los diplomáticos de Inglaterra y Francia hicieron enarbolar la bandera oriental en las naves apresadas y formaron una escuadrilla que pusieron a las órdenes del aventurero italiano Giuseppe Garibaldi.

Inmediatamente se adoptaron medidas de precaución en los puertos y costas entrerrianas.

El General Garzón, General en Jefe del Ejército de Reserva, ubicado en Arroyo Grande (Concordia) dio instrucciones para defender los puertos litorales, “especialmente el de Gualeguaychú, en cuyo Comandante tenía poca confianza”. (3)

El 1 de Setiembre Garibaldi asaltó la ciudad uruguaya de Colonia. Cinco días más tarde se apoderó de la indefensa Isla Martín García. Los Almirantes anglo-franceses le ordenaron se internara Uruguay arriba y atacara Gualeguaychú.

Gualeguaychú es saqueada

El 18 de setiembre la escuadrilla formada por cinco buques de cruz y catorce entre lanchones y balleneras, pasó por la boca del Gualeguaychú y remontó el Uruguay seis millas para que nadie sospechara del inminente ataque. En la noche del 19 al 20 sorprendieron a los dos guardias que celaban la Boca en una nave ligera. Bernardino Gómez, vecino de Gualeguaychú y marinero de un buque mercante, sirvió de baqueano a Garibaldi para entrar en el Puerto.

En la madrugada del 20 los Legionarios desembarcaron en el Saladero de Gianello, distante una legua de la ciudad y atacaron la indefensa Gualeguaychú. Sorpresivamente llegaron a la casa del Comandante don Eduardo Villagra y lo encontraron dormido. El comandante, las autoridades y guardias nacionales cayeron inmediatamente en las manos del enemigo. Según Fray Mocho:

“Garibaldí ordenó el fusilamiento de las autoridades de alto rango. Villagra, el alcalde, el administrador y el capitán Benítez fueron llevados a bordo. Los vecinos intervinieron rápidamente solicitando la libertad de los prisioneros. El italiano accedió al pedido. Se fortificaron los puntos más importantes y dominaron la ciudad. Inmediatamente se inició el saqueo. E1 soldado de policía Mariano Robles y el vecino Pedro Chamorro condujeron a los Legionarios a las casas donde había más para robar. (4)

Los vecinos de la tranquila ciudad vivieron dos días de pánico. Fueron saqueados 31 establecimientos comerciales y numerosas casas de familia. Los más perjudicados fueron comerciantes españoles, sardos, portugueses y franceses (5). Garibaldi se llevó un botín calculado en 30.000 libras esterlinas. (6)

En la casa de la familia Haedo (esquina Rivadavia y San José), aprovechada como Cuartel General, los invasores colocaron un cañón, amenazando la Comandancia y apuntando en dirección a la residencia del Comandante Villagra, (Rivadavia casi Ángel Elías). (7)

¿Por qué fue atacada Gualeguaychú?

Garibaldi en sus Memorias expresa: “El pueblo de Gualeguaychú nos alentaba a la conquista por ser un verdadero emporio de riqueza, capaz de revestir a nuestros harapientos soldados y proveernos de arneses para los caballos y de otras cosas necesarias. Era preciso desembarcar en él”. (8)

Los comerciantes damnificados suscribieron una protesta especificando los artículos y las sumas de dinero que les habían sido robadas.

Uno de los más perjudicados fue José Benítez, fundador y propietario del primer banco con facultad de emisión, establecido en Entre Ríos con sucursal en Gualeguaychú. Era además, comerciante, armador y saladerista. Los garibaldinos le sustrajeron cinco mil pesos y su goleta “Joven Emilia” que se encontraba en el puerto. (9)

En los suburbios de la villa se levantaba la chacra de Don Francisco Lapalma (la Azotea de Lapalma, hoy Museo de la Ciudad), cuya quinta producía abundantes frutas que don Francisco industrializaba o enviaba a Buenos Aires por vía fluvial. Esta no fue ajena al saqueo.

Al marcharse de ese lugar, los garibaldinos se enfrentaron con ocho gauchos reunidos por el Alférez Jorge Neyra, mano derecha de Villagra. Según el parte enviado al General Garzón y al Comandante General Galán, dice Neyra que “en la mañana del 21 de setiembre al salir el sol, una partida de gente, como de treinta hombres, había salido de la Villa de Gualeguaychú y los avanzó con ocho soldados; tres de ellos murieron y él se escapó con cinco compañeros después de habérsele boleado el caballo. Es de presumir, añadía, que el Comandante Villagra ha sido víctima y el pueblo entregado al saqueo”. (10)

Después de este encuentro, los salteadores retornaron a la casona de Lapalma conduciendo un herido grave, “con el rostro dividido por un certero sablazo”. Se tomaron un momento de descanso y se retiraron “abatidos y maltrechos por la brava arremetida”. (11)

En la noche del 21 de setiembre, Garibaldi ordenó la retirada porque se aproximaban las fuerzas de la división Nogoyá al mando del Comandante Reinoso y el escuadrón del Teniente don Rosendo Fraga.

¿Cualeguaychú no tenía defensa?

Por la declaración del Comandante Villagra observamos que la Villa estaba desprotegida. Las fuerzas de Caballería del Departamento estaban bajo las órdenes del Alférez Jorge Neyra.

La fuerza de Milicias al mando del Comandante, constaba de 48 hombres, que en esos momentos se encontraban acarreando ganados. La Compañía Cívica Activa la dirigía el Capitán José Benítez; compuesta por 70 hombres pero sólo había fusiles para 60. La Compañía Cívica Pasiva bajo órdenes del Alcalde Mayor don Luis Paulino Acosta con 90 hombres, pero sin armas. La Comandancia sólo tenía diez paquetes de cartuchos que había dejado reservados Neyra para sus comisiones privadas. Las Compañías Cívicas no estaban acuarteladas en el momento del asalto ya que nadie sospechaba que el Departamento estuviese amenazado. (12)

En su poema “Asalto a Gualeguaychú”, Amalia Villagra de Bustelo, descendiente del Coronel, señala a Urquiza como responsable de la indefensión de la Villa:

“…al saber que Garibaldi
se dedicaba a saquear
mandó a Neyra que sacara
todos los hombres armados
que hubiera en Gualeguaychú.
Urquiza tenía planeado
llevarlos a otro lugar
y dejó desprotegida
a la pequeña ciudad
sabiendo que en recorrida
por aguas del Uruguay
Garibaldi merodeaba
con un conjunto de barcos,
toda defensa faltaba…”. (13)

Finalmente, Villagra fue arrestado y como no había una “cárcel decente para cierta clase de arrestados se le dio por cárcel su propia casa” (14). El historiador Benigno Teijeiro Martínez afirma que “estos antecedentes son más que suficientes para confirmar la negligencia de las autoridades de Gualeguaychú que nunca olvidó el General Urquiza”. Villagra fue separado de su puesto. Urquiza olvidó los servicios de su compañero de armas, su lealtad, su carácter y le envió un sustituto.

En 1851, luego del Pronunciamiento contra Rosas, Urquiza visitó Gualeguaychú. Fray Mocho nos informa que el Comandante Villagra decidió saludar a su Jefe que al verlo exclamó:

- “Villagra…eh? ¡No merece mi amistad un perdonado de Garíbaldi!”

- “¡Ni merece este recibimiento quien como yo, cuando Vuestra Excelencia mamaba, ya estaba guerreando por la Patria!”

Y el viejo Coronel se dio vuelta con presteza y se alejó con el entrecejo arrugado.

- “¡Vení acá… tigre… Vení!” -dijo el General, a quien jamás desagradó encontrar hombres que no temblaran en su presencia.

El viejo Coronel ni se dignó dar vuelta la cabeza…

- “¡Toro el viejo, ¡eh! ¡Y primero lo he de quebrar, ¡eh!… lo he de quebrar… antes que doblarlo!”. (15)

Damnificados en el asalto y saqueo de Gualeguaychú

José Benítez (portugués) su almacén por valor de 5.000 pesos sin incluir la goleta “Joven Emilia” que se llevaron; Agustín Peyrelo (sardo) a sus dos casas de comercio, por 6.700 pesos; Juan Iriarte, a su almacén por 1.210 en artículos y 975 pesos en efectivo; Juan Sousa Martínez (portugués), robo en su casa en efectos y dinero, por 1.600 pesos; Antonio Peirano (sardo), efectos de su tienda por $2.600; llevado ante Garibaldi, reclamó la devolución pero este contestó que era un mal que no podía remediar; José García Sobral (español), saqueo de su negocio y robo de dinero que tenía en su baúl, por $1.710; Domingo Elizate (vasco francés), saqueo de su casa a mano armada, por $ 346; Andrés Chichizola (sardo) saqueo de su negocio e intimación a mano armada para que entregue el dinero efectivo, total, $1.035.

Por saqueo en sus negocios e intimación a mano armada siguen: Juan Lucero (argentino), Juan B. Solusse (francés), Juan Costa (sardo), Juan Echevarría (francés), Pedro Alcahenest (francés), Juan Guenon (francés), Juan Isaldi (francés), Juan Archaine (francés), Pedro Valls (francés), Juan Jaureguiberri (francés), Juan Iturralde (francés), Lorenzo Aguerre y hermano (francés), Bautista Doyhenard (francés), Juan Arambago (francés), Samuel Icart (francés), Jerónimo Gómez (argentino), Leopoldo Espinosa (argentino), Prudencio Gómez (argentino), Juan Méndez Casariego (argentino). Total 31 casas de negocios saqueadas en una población de 4.000 habitantes.

Referencias

(1) Bosch, Beatriz – Historia de Entre Ríos, Ed. Plus Ultra, 2ª edición, Buenos Aires (1991).

(2) Rosa, José María – Historia de la Argentina, Tº V – Buenos Aires (1993).

(3) Teijeiro Martínez, Benigno – Historia de Entre Ríos, Tº. II (1919).

(4) Villagra, Eduardo J. – “Palo a Pique”, 1942.

(5) Saldías, Adolfo – “Historia de la Confederación Argentina”. Tº. IV (1919).

(6) Rosa, José María. Op. Cit.

(7) Sameghini, Andrea (María de las Mercedes Chaparro) – Página del Domingo. “El Argentino” de Gualeguaychú, domingo 19 de mayo 1974.

(8) Garibaldi, Giuseppe – Memorias, Tomo I, 1910.

(9) Gras, Mario César – “El pintor Gras y la iconografía histórica”, 1946.

(10) Teijeiro Martínez, Benigno, Op. Cit.

(11) Gras, Mario César, Op. Cit.

(12) Portela, Manuel – “El asalto y saqueo de Gualeguaychú por Garibaldi”, 1945.

(13) Villagra de Bustelo – Página del Domingo. “El Argentino” de Gualeguaychú, domingo 20 de noviembre de 1983.

(14) Teijeiro Martínez, Benigno, Op. Cit.

(15) Alvarez, Jose S. (Fray Mocho) – “Salero Criollo”.

Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

Gaceta Mercantil – Buenos Aires, 23 de octubre de 1845.

Portal www.revisionistas.com.ar

Razzetto de Broggi, Silvia – 1845, Garibaldi saquea Gualeguaychú

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