Nació en La Rioja en 1784. Integró los escuadrones de milicias que tomaron parte de la campaña de San Martín a Chile; el grupo se conformó con 120 hombres del noroeste riojano, 200 llanistos reunidos por el entonces capitán milicias Juan Facundo Quiroga, y 12 soldados de línea del Ejército Norte dirigidos por el capitán Francisco Zelada.
Chilecito fue el punto de reunión de los hombres del norte y del oeste que integrarían la expedición que encabezados por el comandante Nicolás Dávila marcharían a Guandacol para reunirse con el resto de las filas. El 22 de enero de 1817 las filas iniciaron el cruce de los Andes por el paso de Comecaballos guiados por baquianos que anualmente hacían arreos de ganado a Chile.
El 1 de febrero las fuerzas riojanas se dividieron en dos columnas; una encabezada por el capitán Francisco Zelada, cuya misión era la de tomar el pueblo de Huasco y la segunda encabezada por Nicolás Dávila que tenía como objetivo, ocupar Copiapó. El 12 de febrero de 1817 las fuerzas de Dávila cumplían exitosamente con la misión encomendada coincidiendo con el triunfo de las fuerzas de San Martín en la histórica batalla de Chacabuco. En 1818 regresaron a La Rioja.
En enero de 1820 fue enviado por el general Francisco Ortiz de Ocampo, residente en Córdoba, para que depusiese al teniente gobernador de La Rioja, Gregorio González; lo que se ejecutó.
En 1821 se incorporó a las filas de Juan Facundo Quiroga para hacer frente a una parte de los amotinados en San Juan, al mando de Francisco Solano del Corro, quienes habían ocupado la ciudad de La Rioja. El comandante militar de los Llanos, reunió a sus hombres y marchó sobre la capital. Antes de la llegada de Quiroga, su propio segundo jefe, Francisco Aldao, derrocó a Del Corro y lo mandó a la cárcel. Pocos días después Quiroga entró a La Rioja derrotando a Aldao, siendo este el primer triunfo del caudillo riojano.
Villafañe continuó luchando en las filas de Quiroga hasta la muerte de éste, participando en los combates de: El Puesto, El Tala, Rincón de Valladares, La Tablada y Oncativo.
Electo gobernador en propiedad el coronel Hipólito Tello el 26 de junio de 1834 en la provincia de La Rioja, nativo aquél de la “Costa Baja de los Llanos”, era un personaje muy influyente por su posición social, sus cuantiosos bienes de fortuna y sus servicios a la causa de la “Federación”, pero sin tener la más remota idea de lo que era el gobierno de la provincia, porque no tenía la cultura intelectual que se requiere, ni las aptitudes necesarias para el buen desempeño de la administración en los negocios públicos. Era, en cambio, un hombre honrado, importante vecino de la campaña, muy apreciado por su bondad y muy competente en las faenas rurales. Comprendiendo el gobernador Tello la inutilidad de sus esfuerzos, renunció al cargo público a los pocos meses de desempeñarlo, entregando el mando de la provincia a su reemplazante legal, el general Fernando Villafañe.
Este desempeñaba sus funciones gubernativas en La Rioja cuando se produjo el asesinato del general Juan Facundo Quiroga. A la desaparición del famoso caudillo riojano, el general Villafañe buscó de inmediato la protección y ayuda de los generales Alejandro Heredia y Juan Felipe Ibarra, gobernadores de Tucumán y de Santiago del Estero respectivamente, para que lo apoyasen y sostuvieran en el gobierno, porque vivía preocupado de la influencia que ejercían en los Llanos los jefes riojanos Peñaloza, Tello y Lucas Llanos. Se había apercibido de que los jefes riojanos mencionados conspiraban y que en breve debía estallar un movimiento revolucionario en su contra. A esto se le agregaba la desconfianza que tenía en la situación política de San Juan, a cuyo gobernador, José Martín Yanzón, rodeaban con miras reaccionarias muchos de los vencidos en Rodeo del Chacón y en La Ciudadela. Tales preocupaciones las manifestó Villafañe al general Heredia en nota de 3 de octubre de 1835, el cual contestó no dando mucha importancia a las denuncias.
Entretanto se produjo la invasión de La Rioja por fuerzas combinadas mandadas por Yanzón, Angel Vicente Peñaloza y el coronel Vicente Mota; las que fueron completamente derrotadas por el general Tomás Brizuela en Pango, en la mañana del 9 de enero de 1836. Pero el general Villafañe, apoyado por Heredia, había penetrado en Catamarca con fuerzas riojanas y el 2 de enero de 1836 la Legislatura de aquella provincia lo eligió gobernador por 5 años. En la Rioja lo reemplazó Jacinto de Rincón.
En el gobierno de Catamarca el general Fernando Villafañe fue acompañado como ministro general por un tal N. Bonetti, personaje sin antecedentes, catamarqueño. Persiguió a su antecesor Juan Nicolás Gómez, que debió fugar y ordenó la proscripción de muchas personas. Villafañe dimitió en noviembre de 1836 y se retiró a La Rioja donde le llamaban “asuntos que le interesaban más que el gobierno de Catamarca”, según expresaba en el texto de su renuncia.
El general Fernando Villafañe, jerarquía que ostentaba en las fuerzas riojanas, por orden de Juan Manuel de Rosas fue dado de alta en las listas de revista de la Plana Mayor Activa del Ejército de la Provincia de Buenos Aires como coronel de caballería, en el mes de diciembre de 1841, con la siguiente nota: “Ha sido incorporado con fecha 27 de diciembre de 1840”. En las listas de revista del mes de enero de 1842 figura con la anotación: Murió.
En efecto, Villafañe fue tomado como preso político junto con los coroneles Franco y Guerrero, por los generales Brizuela y Lavalle; siendo fusilados los tres por orden de estos últimos, al llegar al lugar de Anjullón; suceso que se produjo en 1841.
Fuente
Bazán, Armando R. – Historia de La Rioja – Ed. Plus Ultra – Buenos Aires (1991).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
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Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).
Zinny, Antonio – Historia de los gobernadores de las provincias argentinas – Ed. Huemul – Buenos Aires (1941).
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